Policías que son procesados por denunciar hechos de corrupción, cumplen tercer día de ayuno
ANF / La Paz
Dos efectivos policiales mantienen una huelga de hambre en la brigada parlamentaria de Santa Cruz de la Sierra y denuncian amedrentamiento tras haber denunciado hechos de corrupción al interior de su institución. Piden ser parte de procesos trasparentes y justos y ser escuchados por el comandante nacional de la Policía, Édgar Téllez.
Este viernes se cumplen tres días de la huelga de hambre que los efectivos Richard Cuiza y Marco Antonio Márquez, que aducen que por denunciar corrupción fueron destituidos y acusados. Cuiza, quien es sargento segundo, presta servicio en la Policía de Cobija; fue procesado tras denunciar a un sargento y a un cabo por cobros indebidos en una tranca y por mal uso de los bienes del Estado, específicamente de los vehículos de la Policía.
"Yo quiero que se investigue el caso de denuncia que he hecho en contra de estos dos policías, ahora estoy denunciando a tres comandantes más de la ciudad de Cobija. Quiero que se levante ese proceso falso que se ha hecho en mi contra", dijo. El efectivo señaló que ahora su pedido, además de que se levante el proceso en su contra, es que sea cambiado de destino porque asegura que en Cobija es amedrentado y teme por la seguridad de su familia. Invitó a los mandos policiales a revisar su hoja de vida y, dijo, nadie podrá encontrar ningún aspecto que lo perjudique.
Cabo Márquez Por su parte, el cabo Marco Antonio Márquez, quien trabaja 20 años en la Policía, denunció que fue suspendido por haber emitido una denuncia sobre cobros irregulares. Aseguró que se exige al menos 500 bolivianos para permitir el paso de camiones con contrabando de Argentina a Yacuiba. Ello, expresó, genera para el comandante de turno un ingreso irregular de unos 5.000 bolivianos por semana.
Por sus denuncias fue echado de la institución. Márquez pidió ser reincorporado y ser sometido a un proceso trasparente y justo. "He recurrido hasta las últimas instancias, he peregrinado buscando justicia, me he presentado al Ministerio de Transparencia, Ministerio de Justicia, la Asociación Nacional de Suboficiales, Clases y Policías (Anssclapol) de La Paz, Tarija y Yacuiba, y según dicen, ellos están arrinconados, amenazados por el comando general de la Policía", dijo Márquez. "Por eso pido al presidente, Evo Morales, que se pronuncie, yo necesito trabajar, tengo familia, este proceso ha sido armado, es injusto. Utilizan la institución para acosarme laboralmente", contó.
Dos efectivos policiales mantienen una huelga de hambre en la brigada parlamentaria de Santa Cruz de la Sierra y denuncian amedrentamiento tras haber denunciado hechos de corrupción al interior de su institución. Piden ser parte de procesos trasparentes y justos y ser escuchados por el comandante nacional de la Policía, Édgar Téllez.
Este viernes se cumplen tres días de la huelga de hambre que los efectivos Richard Cuiza y Marco Antonio Márquez, que aducen que por denunciar corrupción fueron destituidos y acusados. Cuiza, quien es sargento segundo, presta servicio en la Policía de Cobija; fue procesado tras denunciar a un sargento y a un cabo por cobros indebidos en una tranca y por mal uso de los bienes del Estado, específicamente de los vehículos de la Policía.
"Yo quiero que se investigue el caso de denuncia que he hecho en contra de estos dos policías, ahora estoy denunciando a tres comandantes más de la ciudad de Cobija. Quiero que se levante ese proceso falso que se ha hecho en mi contra", dijo. El efectivo señaló que ahora su pedido, además de que se levante el proceso en su contra, es que sea cambiado de destino porque asegura que en Cobija es amedrentado y teme por la seguridad de su familia. Invitó a los mandos policiales a revisar su hoja de vida y, dijo, nadie podrá encontrar ningún aspecto que lo perjudique.
Cabo Márquez Por su parte, el cabo Marco Antonio Márquez, quien trabaja 20 años en la Policía, denunció que fue suspendido por haber emitido una denuncia sobre cobros irregulares. Aseguró que se exige al menos 500 bolivianos para permitir el paso de camiones con contrabando de Argentina a Yacuiba. Ello, expresó, genera para el comandante de turno un ingreso irregular de unos 5.000 bolivianos por semana.
Por sus denuncias fue echado de la institución. Márquez pidió ser reincorporado y ser sometido a un proceso trasparente y justo. "He recurrido hasta las últimas instancias, he peregrinado buscando justicia, me he presentado al Ministerio de Transparencia, Ministerio de Justicia, la Asociación Nacional de Suboficiales, Clases y Policías (Anssclapol) de La Paz, Tarija y Yacuiba, y según dicen, ellos están arrinconados, amenazados por el comando general de la Policía", dijo Márquez. "Por eso pido al presidente, Evo Morales, que se pronuncie, yo necesito trabajar, tengo familia, este proceso ha sido armado, es injusto. Utilizan la institución para acosarme laboralmente", contó.