Papa habla de crisis de familias en Oriente Medio

Ciudad del Vaticano, AP
El papa Francisco dirigió el viernes la atención de los obispos del planeta hacia las crisis del mundo real, al denunciar el aumento de conflictos en Siria e Irak y solicitar mayor diplomacia para poner fin a la "crisis humanitaria de enormes proporciones".


Francisco emitió la apelación durante una reunión de unos 270 obispos, incluidos prelados y patriarcas de Oriente Medio, que se encuentran en Roma durante tres semanas para concretar mejores maneras de proveer atención pastoral a las familias católicas.

"La guerra trae destrucción y multiplica el sufrimiento de la gente", afirmó el pontífice. "La esperanza y el progreso sólo vienen de elegir la paz".

En la reunión de obispos se analizan mejores maneras para guiar a las familias que enfrentan problemas de todo tamaño: Desde aquellas separadas por el divorcio, las que crían hijos homosexuales, o las que están obligadas a huir de la guerra y la pobreza. El Vaticano está especialmente preocupado por el éxodo de cristianos de Oriente Medio, dado que es la tierra donde nació Cristo.

Los participantes presentaron el viernes sus primeras enmiendas para conformar el documento final que será presentado a Francisco a final de mes. Las recomendaciones son tan variadas como los prelados, pero hay algunas tendencias que resaltan en los reportes hechos en 13 idiomas.

Casi todos encontraron que los capítulos de introducción del documento propuesto son extremadamente negativos y requieren de un nuevo lenguaje para inspirar a las familias en lugar de deprimirlas con todo lo que los lastima a ellos y a la sociedad en general.

Los grupos de clérigos angloparlantes fueron los más directos y críticos, y uno de ellos señaló que el documento estaba defectuoso, "caótico y sin lógica inherente". Los italianos fueron más respetuosos, enfocándose en los detalles de sus propuestas.

Los grupos de francés, en los que hay obispos africanos, encontraron el documento demasiado enfocado en Occidente y comentaron que varios temas podrían ser atendidos mejor por las conferencias de obispos locales.

El cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila, dijo que una "propuesta seria" en el sínodo sería que las conferencias episcopales "toquen temas que son peculiares para ellos, pero siempre a la luz de la fe común".

"Aún no se propone cómo se resolverá eso", comentó.

El tema es clave, dado que algunos observadores creen que se podría lograr un consenso en algunos de los temas más complicados que enfrenta el sínodo, tales como la forma en que se recibirá en la Iglesia a los homosexuales, los divorciados y las parejas que se vuelven a casar por lo civil. Permitir que las conferencias locales de obispos resuelvan los detalles le ahorraría al sínodo la necesidad de pronunciarse a nombre de la Iglesia universal.

Sin embargo, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha insistido en que las conferencias locales de obispos no pueden pronunciarse en materias de doctrina.

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