Inmigrantes varados en los Balcanes sufren mal clima, atascos
Liubliana, Reuters
Un grupo de 3.500 inmigrantes pasó la fría noche acampando al aire libre en el cruce fronterizo de Berkasovo-Bapska entre Serbia y Croacia, después de que el gobierno croata cerró las puertas para limitar el número de personas que ingresan al país.
En las primeras horas del miércoles, grupos de refugiados rodearon el cruce fronterizo oficial y caminaron a través de árboles frutales hacia Croacia.
"Bebés llorando, mujeres llorando, estuvimos haciendo grandes fogatas, pero hacía mucho frío, nadie nos dio comida, sólo algo de pan", dijo un hombre llamado Sayed, quien logró llegar a la frontera desde Damasco, la capital siria.
El cruce es uno de los nuevos puntos focales de la mayor crisis de refugiados e inmigrantes de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, que ha visto a cientos de miles de inmigrantes huir de la guerra y la pobreza en Oriente Medio y África este año para intentar llegar a los países ricos de Europa.
Hungría selló su frontera con Croacia la semana pasada, bloqueando la entrada con un cerco de metal y alambre de púas.
Croacia comenzó a orientar a los inmigrantes al oeste hacia Eslovenia, que ha tratado de contener el flujo a medida que los inmigrantes buscaban nuevas rutas y se formaban cuellos de botella a través de los Balcanes.
La mayoría quiere continuar su viaje hacia Austria y Alemania, el destino preferido. Pero Eslovenia y Hungría forman parte del Área Schengen que permite viajar sin pasaporte, mientras que Croacia no.
Con muchas personas atrapadas en este momento en condiciones cada vez peores en los Balcanes, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, convocó a una reunión extraordinaria de varios líderes europeos para el domingo.
Un grupo de 3.500 inmigrantes pasó la fría noche acampando al aire libre en el cruce fronterizo de Berkasovo-Bapska entre Serbia y Croacia, después de que el gobierno croata cerró las puertas para limitar el número de personas que ingresan al país.
En las primeras horas del miércoles, grupos de refugiados rodearon el cruce fronterizo oficial y caminaron a través de árboles frutales hacia Croacia.
"Bebés llorando, mujeres llorando, estuvimos haciendo grandes fogatas, pero hacía mucho frío, nadie nos dio comida, sólo algo de pan", dijo un hombre llamado Sayed, quien logró llegar a la frontera desde Damasco, la capital siria.
El cruce es uno de los nuevos puntos focales de la mayor crisis de refugiados e inmigrantes de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, que ha visto a cientos de miles de inmigrantes huir de la guerra y la pobreza en Oriente Medio y África este año para intentar llegar a los países ricos de Europa.
Hungría selló su frontera con Croacia la semana pasada, bloqueando la entrada con un cerco de metal y alambre de púas.
Croacia comenzó a orientar a los inmigrantes al oeste hacia Eslovenia, que ha tratado de contener el flujo a medida que los inmigrantes buscaban nuevas rutas y se formaban cuellos de botella a través de los Balcanes.
La mayoría quiere continuar su viaje hacia Austria y Alemania, el destino preferido. Pero Eslovenia y Hungría forman parte del Área Schengen que permite viajar sin pasaporte, mientras que Croacia no.
Con muchas personas atrapadas en este momento en condiciones cada vez peores en los Balcanes, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, convocó a una reunión extraordinaria de varios líderes europeos para el domingo.