El Valencia recupera su pegada
El Valencia se reencontró con el que fue. En todos los sentidos y en todas las facetas. Explotó sus virtudes y machacó los defectos de un Málaga que, por contra, en poco o nada se pareció en Mestalla al del Camp Nou o Bernabéu. Anoche los blanquinegros hicieron un partido calcado a muchos de la temporada pasada. Tuvo cara a puerta la eficacia que echaba de menos Nuno (dos goles en sus dos únicos disparos entre palos en la primera mitad) y también un portero, Jaume, que, como antaño a tantos otros Diego Alves, paró un penalti a Duda, que por cierto no era.
Hubo un por qué a las diferencias en las dos áreas: la intensidad en cada rincón del campo. El gol de André Gomes fue un claro ejemplo. Hasta cinco defensores del Málaga vieron pasar al portugués como espectadores que animan desde la cuneta a un ciclista escapado. André controló al borde del área un despeje flojeras tras córner de Charles y pasó ante todos como una exalación y remató con el alma.
El de André era el segundo gol. La primera vez en lo que llevamos del curso que el Valencia hacía más de uno en esta Liga. El primero lo hicieron entre Piatti, que fue quien sacó con potencia una falta provocada por Mina, y Charles, que con su ligero toque al balón, despistó a Kameni.
Los de Gracia, con Duda y Horta sin encontrarse en toda la noche y con Camacho y Fornals superados, solo pudo meterse en el duelo con ese penalti que paró Jaume. Hubo otra pena máxima y Parejo no lo falló. Nuno respira. Mestalla disfrutó.
