El Chelsea sigue en caída libre
Londres, As
El Chelsea volvió a caer y el castillo de naipes de Mourinho se viene abajo irremisiblemente, con el técnico expulsado en el descanso por protestar las decisiones del árbitro y, lo que es peor, el equipo desorientado en una campaña en la que ya ve demasiado de lejos la Premier y también vive una situación complicada en la Champions.
El West Ham apeló al juego directo y físico y contagió a los de Mou hasta enfangarles en un partido que nos les convenía. Los blues venían de un buen encuentro en Kiev, aunque saldado con un simple empate, y volvieron a los problemas defensivos y de creación del arranque de temporada. Zouma fue de nuevo lateral derecho por la lesión de Ivanovic pero en las jugadas en las que de verdad sufrió el conjunto de Mourinho fue a balón parado en contra. El gol de Zarate, de hecho, vino en un córner horriblemente defendido, en el que Diego Costa no fue capaz de despejar y el argentino remató desde la frontal del área sin oposición alguna. Del Chelsea lo único potable era Willian, que vive en un gran momento de forma, aunque quien más cerca estuvo de empatar fue Zouma, cuyo remate lo tocó Zárate en un gesto raro tras el que la pelota pareció entrar, aunque la realización inglesa demostró lo contrario por milímetros mediante el ‘ojo de halcón’. Mourinho entendió que había problemas más allá de los futbolísticos, sobre todo cuando en una contra Fàbregas marcó y el linier decretó fuera de juego. La jugada volvió a ser muy ajustada, tanto como para provocar de nuevo la sonrisa irónica del técnico portugués.
En plena desfiguración de los blues Lanzini pudo marcar el 2-0 después de un gran toque de Payet, pero lo que de verdad hizo daño al cuadro de Stamford Bridge fue la expulsión de Matic. Su primera amarilla fue discutible, pero la segunda no admitió debate y dejó al serbio en mal lugar por el momento y la poca inteligencia con la que cometió la infracción. Matic, uno de los mejores mediocentros del mundo cuando está bien, seguramente refleje el mal estado del Chelsea esta temporada. La noticia del partido, sin embargo, no se vio en las imágenes y fue la expulsión de Mourinho en el descanso por protestar en el vestuario del árbitro sus decisiones del primer tiempo. Su ayudante Silvino Louro también había sido expulsado durante la primera mitad por protestar. Parecía que la situación podía ser dramática, con un jugador menos y sin el entrenador en la banda para reconstruir detalles, pero el Chelsea sacó el orgullo como para hacer un segundo tiempo competitivo.
Cahill empató en un balón suelto y los blues soñaron con la remontada con un futbolista menos, algo que en otra temporada y en otra circunstancia quizá se hubiera podido dar. No en esta en la que todo sale al revés, en la que el Chelsea ve alejarse el tren de la Premier con Mourinho desquiciado y el equipo desnortado. Así, a diez minutos del final, en el enésimo balón frontal colgado al área, Carroll se elevó entre los centrales y marcó el 2-1 que confirma al West Ham como equipo revelación y hunde todavía más a un Chelsea sin juego ni convicción, un Chelsea centrado en las decisiones arbitrales más que en las suyas propias.
Otros partidos.
En otro de los encuentros de la jornada, el Leicester batió 1-0 al Crystal Palace y se afianzó en la parte alta de la clasificación con 19 puntos, a dos del City.
Los restantes partidos ofrecieron todas victorias visitantes: el Swansea se impuso 2-1 al Aston Villa, el Watford 2-0 al Stoke y el West Bromwich 1-0 al Norwich.
El Chelsea volvió a caer y el castillo de naipes de Mourinho se viene abajo irremisiblemente, con el técnico expulsado en el descanso por protestar las decisiones del árbitro y, lo que es peor, el equipo desorientado en una campaña en la que ya ve demasiado de lejos la Premier y también vive una situación complicada en la Champions.
El West Ham apeló al juego directo y físico y contagió a los de Mou hasta enfangarles en un partido que nos les convenía. Los blues venían de un buen encuentro en Kiev, aunque saldado con un simple empate, y volvieron a los problemas defensivos y de creación del arranque de temporada. Zouma fue de nuevo lateral derecho por la lesión de Ivanovic pero en las jugadas en las que de verdad sufrió el conjunto de Mourinho fue a balón parado en contra. El gol de Zarate, de hecho, vino en un córner horriblemente defendido, en el que Diego Costa no fue capaz de despejar y el argentino remató desde la frontal del área sin oposición alguna. Del Chelsea lo único potable era Willian, que vive en un gran momento de forma, aunque quien más cerca estuvo de empatar fue Zouma, cuyo remate lo tocó Zárate en un gesto raro tras el que la pelota pareció entrar, aunque la realización inglesa demostró lo contrario por milímetros mediante el ‘ojo de halcón’. Mourinho entendió que había problemas más allá de los futbolísticos, sobre todo cuando en una contra Fàbregas marcó y el linier decretó fuera de juego. La jugada volvió a ser muy ajustada, tanto como para provocar de nuevo la sonrisa irónica del técnico portugués.
En plena desfiguración de los blues Lanzini pudo marcar el 2-0 después de un gran toque de Payet, pero lo que de verdad hizo daño al cuadro de Stamford Bridge fue la expulsión de Matic. Su primera amarilla fue discutible, pero la segunda no admitió debate y dejó al serbio en mal lugar por el momento y la poca inteligencia con la que cometió la infracción. Matic, uno de los mejores mediocentros del mundo cuando está bien, seguramente refleje el mal estado del Chelsea esta temporada. La noticia del partido, sin embargo, no se vio en las imágenes y fue la expulsión de Mourinho en el descanso por protestar en el vestuario del árbitro sus decisiones del primer tiempo. Su ayudante Silvino Louro también había sido expulsado durante la primera mitad por protestar. Parecía que la situación podía ser dramática, con un jugador menos y sin el entrenador en la banda para reconstruir detalles, pero el Chelsea sacó el orgullo como para hacer un segundo tiempo competitivo.
Cahill empató en un balón suelto y los blues soñaron con la remontada con un futbolista menos, algo que en otra temporada y en otra circunstancia quizá se hubiera podido dar. No en esta en la que todo sale al revés, en la que el Chelsea ve alejarse el tren de la Premier con Mourinho desquiciado y el equipo desnortado. Así, a diez minutos del final, en el enésimo balón frontal colgado al área, Carroll se elevó entre los centrales y marcó el 2-1 que confirma al West Ham como equipo revelación y hunde todavía más a un Chelsea sin juego ni convicción, un Chelsea centrado en las decisiones arbitrales más que en las suyas propias.
Otros partidos.
En otro de los encuentros de la jornada, el Leicester batió 1-0 al Crystal Palace y se afianzó en la parte alta de la clasificación con 19 puntos, a dos del City.
Los restantes partidos ofrecieron todas victorias visitantes: el Swansea se impuso 2-1 al Aston Villa, el Watford 2-0 al Stoke y el West Bromwich 1-0 al Norwich.