El Athletic despierta ante un Valencia con muchas dudas

Bilbao, As
El Athletic respira, el Valencia se ahoga. Tuvo el equipo de Nuno la victoria en sus manos en San Mamés, al dilapidar un 0-1 por defender mal un córner y después en una ocasión de Negredo quien, tras regatear a Iraizoz, mandó el balón fuera con su pierna tonta. Entonces sí, emergió un gran Athletic, que destrózó a su rival con dos tantos cincelados a conciencia. Susaeta y Aduriz abrieron vías de agua en la defensa valencianista y el barco de Nuno se hundió sin respuesta. No es el equipo rocoso del año pasado. Claro está, le falta Otamendi.


Los leones se tomaron la tarde con mucha paciencia, sabedores de que tenían enfrente a un equipo muy peligroso que, por momentos, tocó muy bien gracias a la batuta de Parejo. Sin embargo, su rival tiene hoy a un futbolista aún mejor en su zona, un Beñat desatado, paciente con balón y entregado al máximo en el cuerpo a cuerpo. San Mamés le despidió con una ovación atronadora.

Fue un partido disputado de poder a poder, con alternativas en el mando. El Athletic salió desmelenado y para el minuto 6 ya había amenazado a Jaume con disparos de Beñat y dos de Raúl García. Los de Nuno se fueron sacudiendo el dominio y avisaron con André Gomes y Feghouli. Al tercero, hicieron diana.

Atacaba el Athletic cuando pareció haber una falta a Balenziaga, los valencianistas montaron un contragolpe y Bakkali provocó una caída en el vértice del área. Parejo sacó el compás y batió a Iraizoz. El meta pareció estirarse tarde y hacia dentro.

Se les ponían mal las cosas a los leones, el Valencia empezó a jugar con comodidad sin sentir la presión. Y como casi siempre, apareció un córner para sacarles del atolladero. Mientras Parejo rozaba en la cara a Raúl García, el saque de Beñat fue peinado sin querer por Negredo para que Laporte cabecease en la raya. Quedaba una segunda mitad de armas tomar.

Sin romper a sudar, Feghouli plantó a Negredo ante Gorka y tiró el partido por la borda. Iraizoz mandó un balón a Raúl García, peinó y encontró a Aduriz. El matador hizo un pase de salón al enchufado, que batió a Jaume con la zurda. Sin tiempo para reponerse, el Valencia encajó el último guantazo. Susaeta tiró un caño en el círculo central, Raúl García sacó su clase en el toque y Aduriz, como si estuviese tomando un café con pastas, colocó el balón en las mallas.

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