EE UU anuncia un pacto para rebajar la tensión entre israelíes y palestinos

Netanyahu se compromete a mantener el statu quo en la Explanada de las Mezquitas

Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha anunciado este sábado en Amán que el Gobierno israelí ha aceptado la propuesta jordana de colocación de cámaras de videovigilancia en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, tercer lugar sagrado del islam. El primer ministro Benjamín Netanyahu confirmó horas más tarde que Israel adoptará medidas para supervisar el mantenimiento del statu quo vigente del recinto religioso, cuya disputa está en el origen de la actual ola de violencia en Israel y Palestina, y se comprometió formalmente a respetar la actual regulación del rezo y las visitas. El acuerdo forjado por Washington trata de desactivar una escalada de ataques que desde el inicio de octubre se ha cobrado la vida de 52 palestinos, la mitad considerados agresores por las fuerzas de seguridad, y de nueve israelíes.


Bajo el principio básico de "los musulmanes rezan, los no musulmanes visitan" la Explanada, el jefe del Gobierno israelí se compromete a mantener sin cambios el statu quo vigente desde hace casi medio siglo. "Israel no tiene intención de dividir" el recinto, reza el comunicado difundidol a medianoche del martes por la Oficina del Primer Ministro. "Respetamos el papel especial de Jordania (...) y de su rey", precisa. "El culto y las visitas deben estar exentos de violencia, amenazas, intimidación o provocaciones", agrega el texto, en el que se acepta un incremento de la coordinación con las autoridades jordanas. "Hacemos un llamamiento a la restauración de la calma y a tomar todos los pasos apropiados para que cese la violencia", concluye Netanyahu.

Ocupada por el Ejército de Israel desde 1967, junto con el resto de la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la Explanada —que incluye la mezquita de Al Aqsa y la dorada Cúpula de la Roca— está permitido el culto islámico y la presencia, en horario restringido, de visitantes de otras religiones, aunque estos tienen prohibido rezar dentro del recinto. Coincidiendo con las festividades judías del pasado septiembre se produjo un incremento de las visitas de grupos de judíos, escoltados por fuerzas de seguridad, al denominado Monte del Templo por los hebreos, ya que allí sitúan los restos de sus dos templos bíblicos.

El ministro de Defensa, Moshe Yaalon, ilegalizó también entonces a los llamados Guardianes de Al Aqsa, una organización integrada fundamentalmente por mujeres musulmanas que protestaban contra la presencia de judíos en el Noble Santuario, como es llamada la Explanada en la tradición islámica.

Los dirigentes palestinos sospecharon que Israel pretendía alterar el statu quo de Al Aqsa, respetado desde 1967 y refrendado por el tratado de paz de 1994 con Jordania, cuyo monarca ostenta el título de custodio de los lugares sagrados musulmanes de la Ciudad Santa y tutela el Wafq, la fundación islámica que gestiona el recinto de la Explanada. El Gobierno israelí ha insistido en que no iba a cambiar la regulación de horarios de visita ni a autorizar el rezo de los judíos. Pero los palestinos aseguraron que existía el riesgo de que se repitiera lo ocurrido en Hebrón tras la ocupación israelí, que llevó a la partición de facto de la mezquita de Ibrahim, que los judíos denominan tumba de los Patriarcas.

La videovigilancia permanente de Al Aqsa, será compartida por israelíes y jordanos, según precisó Kerry, que se reunió por separado en Amán con el presidente palestino y con el rey Abdalá II, a quien atribuyó la propuesta de la colocación de cámaras. El secretario de Estado, que se entrevistó con Netanyahu el jueves en Berlín, comunicó a ambos dirigentes árabes que el primer ministro israelí le había garantizado el mantenimiento del statu quo en la Explanada.

En un nuevo episodio de violencia registrado este jueves antes de que se anunciara el acuerdo en la capital jordana, un palestino fue abatido a tiros cuando intentaba apuñalar a un miembro de las fuerzas de seguridad israelíes en un puesto de control situado cerca de Yenín, en el norte de Cisjordania.

Entradas populares