Democracia: una investigación detecta debilidades en el Estado de Derecho

Pablo Peralta M. / La Paz
"La dimensión ‘Estado de Derecho’ continúa en situación crítica. La bajísima nota promedio (2,73 sobre 10) tiene su origen en varios problemas. El principal está asociado a la administración de justicia en Bolivia”.


Esta es una de las conclusiones a las que arriba el estudio Calidad de la democracia en Bolivia 2014, publicado recientemente por la Asociación Boliviana de Ciencia Política. La difusión de este trabajo coincide con la conmemoración de los 33 años de vigencia del sistema democrático.

"De todas las dimensiones, la principal debilidad de la democracia en Bolivia es justamente el Estado de Derecho. Es una de las dimensiones más importantes porque es supuestamente la que genera credibilidad o legalidad en el sistema”, explica Marcelo Varnoux, director de esa organización y responsable del trabajo.

El problema no se queda ahí, según este profesional, dado que esta situación provoca "consecuencias colaterales” en las otras dimensiones que mide el estudio: Rendición de cuentas electoral, Rendición de cuentas interinstitucional, Participación política, competencia política; Libertad, Igualdad y capacidad de respuesta estatal.

"Una de las dimensiones fundamentales de la democracia boliviana está fallando de manera absolutamente clara. Y eso genera complicaciones en las otras dimensiones”, comenta Varnoux.
Baja calificación

En una escala hasta 10, el puntaje que logró el indicador Estado de Derecho es de 2,73. Este investigador explica que una calificación ideal para una democracia está entre los seis y siete puntos. En el caso de Bolivia, afirma, el resultado alcanzado está por debajo del mínimo.

Esta baja calificación, dice el informe, tiene su origen en varios problemas. Entre otros, el principal que se detecta es el de la administración de justicia; y se arguye que la corrupción, la falta de idoneidad, la retardación, entre otros factores, "son situaciones habituales que terminan consumiendo no sólo la vida de las personas, sino también su patrimonio”.

Otro factor que identifica el documento es la inseguridad ciudadana. El trabajo establece que no existen políticas públicas coordinadas entre el gobierno central y los gobiernos departamentales y municipales para enfrentar ese flagelo.

El informe detecta que la Policía Boliviana es la institución que más viola los derechos humanos de la gente; no obstante, advierte que "esto no parece que pueda resolverse en el corto plazo”. En el tema de la corrupción, el trabajo dice que "a pesar de los esfuerzos del gobierno, las políticas destinadas a prevenir y sancionar la corrupción pública no funcionan adecuadamente”.

Responsabilidad compartida

Varnoux sostiene que el Estado y la sociedad civil son los responsables de esta deficiencia que se registra en la dimensión Estado de Derecho. "Creo que es un tema de responsabilidad compartida. Estos últimos años, más del gobierno que de la sociedad”, afirma.

Agrega que a lo largo de los 33 años de la democracia el Estado no creó programas de formación democrática para que los ciudadanos se formen en esa materia desde que son pequeños. Pero, por otro lado, también detecta que el problema tiene que ver con la actuación de los distintos administradores del Estado.

El especialista pone énfasis en que lidera el presidente Evo Morales, dado que sostiene que entró al poder con un discurso democrático y de cambio, pero que en el trayecto no pudo modificar las pautas tradicionales de comportamiento político, las cuales más bien –a su parecer- se han exacerbado como "el prebendalismo, la corrupción, el clientelismo y ahora estos afanes reeleccionistas que rompen todo el esquema previo”.

200 entrevistas para medir la democracia


El informe La calidad de la democracia en Bolivia 2014, percepción y evaluación de los actores detalla que el trabajo de campo fue elaborado a partir de 200 entrevistas, las que se efectuaron a personalidades representativas del mundo político, de las organizaciones sociales, sindicales y cívicas; profesionales en ciencia política, economía, ciencias sociales, comunicadores sociales, representantes de colegios profesionales, autoridades académicas y empresarios privados.

El documento, dice Jesús Tovar, coordinador general de la Red de Estudios sobre la Calidad de la Democracia en América Latina, "nos presenta aspectos críticos y que podrían no ser bien vistos por el poder. Sin embargo, es relevante porque permite identificar los elementos más importantes de este ‘mal funcionamiento’ y de las ‘malas prácticas democráticas’”.

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