Banco Mundial y ONU refuerzan alianza por la transformación urbana

Lima, Notimex
El Banco Mundial (BM) y ONU-Hábitat decidieron intensificar la alianza para la Transformación del Desarrollo Urbano Sostenible hacia la COP21, Hábitat III y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.


El Banco Mundial y ONU-Hábitat se comprometieron a compartir su visión de desarrollo urbano sostenible, al tiempo que llamaron a los gobiernos nacionales y locales para que participen en el movimiento hacia una Nueva Agenda Urbana.

Dicha agenda debe dar prioridad a la erradicación de la pobreza, compartiendo la prosperidad e impulsando la sostenibilidad ambiental.

La Agenda 2030 de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible presenta una nueva oportunidad para acabar con la pobreza y asegurar la prosperidad para todos, señaló el Banco Mundial.

El organismo sostuvo que una buena “urbanización no es un resultado pasivo del crecimiento. Es el impulsor del crecimiento. Las ciudades son responsables del 80 por ciento del PIB global. Cuando están bien planeadas, bien gobernadas y bien financiadas, las ciudades conducen al crecimiento económico nacional”.

Sin una legislación apropiada, una buena planificación e implementación y una financiación adecuada, las ciudades pueden fallar a su población. La mayoría de la nueva urbanización es espontánea y no planeada.

“En lugar de resultados positivos, a menudo produce efectos negativos como la congestión, la suburbialización, la segregación y la polución. Las aglomeraciones urbanas corren el riesgo de inundaciones debido a las grandes tormentas y al crecimiento del nivel del mar”, plantearon el BM y ONU Habitat.

Insistieron en que las ciudades son vulnerables a los efectos del cambio climático y a los desastres a causa de su concentración de activos, personas y ecosistemas frágiles.

Muchas de las grandes ciudades “están situadas en la costa, en un delta o a la orilla de un río. Globalmente, el 80 por ciento de las grandes ciudades son vulnerables a terremotos severos y el 60 por ciento están en riesgo de tsunamis y ciclones”.

“Las ciudades ya son responsables de dos terceras partes del consumo global de energía y del 70 por ciento de las emisiones de efecto invernadero”, apuntaron las dos entidades multilaterales.

Las ciudades están comenzando “a tomar medidas y tienen una oportunidad única para ayudar a que el mundo alcance el objetivo de limitar a dos grados el calentamiento global del planeta”.

“Una urbanización buena y sostenible, que promueva una densidad y una conectividad bien diseñadas, es buena para la mitigación y la adaptación al cambio climático”, enfatizaron.

La rapidez y la escala de la urbanización comporta retos, incluyendo al mismo tiempo una demanda acelerada por el acceso a la vivienda, un sistema de transporte bien conectado y servicios básicos inclusivos para todos, así como puestos de trabajo.

“Éste es en particular el caso del nuevo billón de pobres urbanos que viven en asentamientos informales en ciudades de todo el mundo”, explicó Ede Ijjasz-Vasquez, director de Prácticas Sociales Globales, Urbanas, Rurales y Resiliencia del Banco Mundial.

Explicó que en los preparativos “hacia la Cumbre del Clima de París COP21, con los países en desarrollo experimentando un crecimiento no previsto de población en sus ciudades, la reducción del consumo de carbono y el desarrollo urbano ofrecen una oportunidad para actuar contra el cambio climático”.

El desarrollo sostenible depende “profundamente del desarrollo urbano sostenible. Los ODS reconocen el poder de la urbanización para acelerar la prosperidad y el bienestar. Y otorgan a las ciudades un papel claro en esta transformación”.

En este contexto el BM y ONU Habitat “unirán sus fuerzas para trabajar hacia la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular en el Objetivo 11, para “hacer que las ciudades y los asentamientos humanos sean incluyentes, seguros, resilientes y sostenibles”, manifestó Joan Clos, Director Ejecutivo de ONU-Habitat.

El secretario general de la conferencia Hábitat III, anunció que “la Conferencia de Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), se realizará en octubre de 2016, en Quito.

Este será un “foro único para pedir a los gobiernos nacionales que se comprometan a establecer normas y unos reglamentos adecuados, que gobiernen a las personas que viven cerca las unas de las otras y que comparten servicios comunes; a un mejor diseño y ordenamiento del espacio, que optimicen la densidad bien diseñada, la conectividad y la diversidad”.

El camino hacia la Cumbre del Clima en París COP21 y Hábitat III en Quito, “es el momento de repensar la urbanización y de promover las políticas urbanas nacionales. Las alianzas público-privadas efectivas impulsan el papel transformador de la urbanización sostenible.

El Banco Mundial y ONU-Hábitat pidieron a los gobiernos nacionales, a las autoridades locales y a las partes interesadas a unir fuerzas en el movimiento hacia una Nueva Agenda Urbana que se oriente a conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

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