Tsipras retiene a Tsakalotos al frente de la política económica griega

El nuevo ministro de Finanzas, que cerró el acuerdo con los socios en julio, será el encargado de aplicar el tercer rescate

María Antonia Sánchez-Vallejo
Atenas, El País
Con dos tareas urgentes, la inmediata aplicación del rescate y la gestión de la crisis de los refugiados, echa a andar el nuevo Gobierno griego. O no tan nuevo, dada la práctica repetición de nombres y carteras. El segundo Ejecutivo de Alexis Tsipras tendrá un núcleo duro económico, con los ministerios de Economía y Finanzas, y un hombre fuerte, Efklidis Tsakalotos, artífice del tercer rescate y, a diferencia de su polémico predecesor, Yanis Varoufakis, bien considerado por los socios. El líder de Syriza ha preferido la continuidad, rodeándose a la vez de sus más fieles en el partido. Su socio de coalición, Panos Kamenos, líder de Griegos Independientes, repetirá en la cartera de Defensa.


La principal incógnita del nuevo Gobierno de Tsipras era saber si el marxista Efklidis Tsakalotos acabaría aceptando el Ministerio de Finanzas. El economista y académico, diputado de Syriza desde hace varias legislaturas, no comulga en absoluto con el rescate (86.000 millones a tres años), y así lo dijo en julio tras firmarlo: “No sé si he hecho lo correcto, francamente, no lo sé”. Su gesto desencajado durante la tramitación de medidas exigidas por los socios fue una señal clara de esa agonía. Su tormento tiene una explicación: Tsakalotos es miembro del llamado Grupo de los 53, una de las facciones de Syriza y ahora, con la defección en pleno los radicales, práctico guardián de las esencias ideológicas (es decir, izquierdistas) del partido, unas señas de identidad que los 53 ven en peligro tras el giro dado por Tsipras con el rescate.

Por eso los medios locales recalcaban a lo largo del día, con un tono de thriller, las dudas existenciales que enfrentaba Tsakalotos —tan próximo a Tsipras que le acompañó en la sede de Syriza durante el recuento electoral— a la hora de asumir una cartera tan pesada. A última hora de la noche, Tsipras seguía insistiendo, dado que además prefería un político, y no un tecnócrata, para ese puesto. Confirmado finalmente al filo de la medianoche, el nombramiento será sin duda del agrado de los socios, que ven con muy buenos ojos a Tsakalotos.

El superministro contará con el contrapeso del tecnócrata Yorgos Juliarakis, ministro de Finanzas interino y anteriormente jefe del Grupo de Bruselas, el equipo negociador griego ante las instituciones. Juliarakis será viceministro, es decir, el número dos de Tsakalotos. Como titular de Economía, Desarrollo y Turismo repite Yorgos Stathakis.

El hecho de que algunos dentro de Syriza, como el grupo al que pertenece Tsakalotos, vean con notorio desagrado las medidas que vienen —en los próximos dos meses el Gobierno debe aprobar 120 impuestas con el rescate—, suscita interrogantes sobre el apoyo a Tsipras de su partido durante la travesía del desierto del rescate. “Claro que puede haber defecciones, como las de Varoufakis y Lafazanis en el anterior mandato”, explica el analista Stavros Lygerós, “pero el rescate es un tema de Estado, y los votos que pudieran faltarle a Syriza vendrán de otros partidos, como el Pasok (centroizquierda) y Potami (liberal). Hay un acuerdo nacional sobre el rescate, el futuro del país depende de ello… No veo de momento riesgo de ruptura o de pérdida de la mayoría parlamentaria [del Gobierno]; si sucediera, habría que volver a empezar”. Desde la firma del primer memorándum, en 2010, ha sido una constante en los partidos en el poder la pérdida de apoyos a cada vuelta de tuerca de la troika.
Crisis de los refugiados

Tras la aplicación del rescate, la gestión de la crisis de los refugiados es el segundo asunto más perentorio, máxime cuando algunos socios europeos, sobre todo los del Este, exigen que Atenas corte el paso a los miles de personas que a diario atraviesan el país rumbo al norte y centro del continente. De ahí que la confirmación como ministro de Inmigración —lo ha sido desde agosto de manera interina— del médico y activista Yanis Muzalas, con vasta experiencia en el terreno (miembro de Médicos del Mundo, ha trabajado en numerosas misiones humanitarias, como en Kobane, Siria) haya sido bien recibida por los sectores de la sociedad más involucrados en la crisis. Cabe recordar que, a falta de fondos públicos, ha sido la población, sobre todo en las islas, la encargada de auxiliar, a través de redes informales de voluntarios, a los recién llegados.

Sin el relumbrón de la supercartera económica, ni el acuciante dramatismo de la de Inmigración, otros ministerios también desempeñarán un papel central en la Grecia del tercer rescate. Es el caso, sobre todo, del antiguo Ministerio de Reconstrucción Productiva, Energía y Medio Ambiente —rebautizado como Energía y Medio Ambiente—, al frente del cual repetirá Panos Skurletis, otro de los fieles de Tsipras, y del que dependen candentes, e impopulares, privatizaciones.

Skurletis se granjeó numerosas críticas al revocar en agosto el permiso de explotación de una mina de oro en el norte de Grecia gestionada por una empresa canadiense; el proyecto es muy criticado por los ecologistas por su impacto medioambiental. El Consejo de Estado griego desautorizó a Skurletis y dio la razón a la multinacional. Sobre su ministerio recaerán otras patatas calientes del ambicioso plan de privatizaciones impuesto por los socios, como la de la red de operadoras eléctricas.

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