Sábado Gigante se despide tributando a Chile y con emoción de Don Francisco


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Todo adiós implica nostalgia por lo que ya se fue y el final de Sábado Gigante, materializado esta noche y luego de 53 años al aire, partió con espacio inmediato para las lágrimas, las gargantas apretadas y el pesar por lo que nunca más será como antes. No hubo transiciones ni puntos medios.
Porque el espacio, que partió a las 21 horas y fue emitido por la cadena Univisión de EE.UU., y por Canal 13 de Chile (con casi de una hora de desfase), consagró su presentación, sus primeros minutos, a mostrar imágenes de su historia, de los días en que se convirtió en leyenda y marcó la vida de generacion

es completas de chilenos durante los 70 y los 80, con Don Francisco de patillas, chaqueta blanca, camisas de explorador mostrando el planeta en plena cámara viajera y el pelo mucho menos cano.

Tras el collage de postales que fueron desde sus orígenes hasta su exitoso presente en Estados Unidos, el escenario dio paso a un grupo de pequeños intérpretes cantando Gracias a la vida, de Violeta Parra, donde destacó Liliana Rodríguez, una de las hijas de José Luis “Puma” Rodríguez.

Ahí fue el turno para Kreutzberger, en su última vez al frente de su creación más emblemática. Y como para recalcar que el programa tuvo su cuna en el sur, en los rincones del centro santiaguino cuando se emitía desde un apretado garaje de calle Lira, el animador volvió a realizarle otro guiño a Chile: además de mencionar a Violeta Parra, aludió al especial momento que atravesaba el país, por tratarse ayer del Día de las glorias del Ejército y por el terremoto que afectó a la zona central el último miércoles.

De hecho, se exhibieron secuencias del desastre, mientras una bandera tricolor flameaba en la pantalla trasera y la lectura de Fuerza Chile se podía leer a través de la emisión televisiva. El guiño hacia la contingencia local fue impulsada por el propio Kreutzberger: aunque en un principio parte de su equipo quería montar la despedida en un arena de Miami para 20 mil personas, el conductor insistió en que fuera en el estudio de siempre.

En ese contexto, recordó a Canal 13 y a los 53 años que cuenta en la señal, lo que lo convierte en su trabajador más longevo. Ahí, con apenas ese puñado de palabras, la emoción ya estaba largada: gran parte de su familia, situada en las primeras filas del estudio, lucía los ojos llorosos y se mostraban conmovidos con el momento.

En ese grupo aparecieron los tres hijos de Kreutzberger (Vivi, Patricio y Francisco), su hermano René y su esposa, Teresa “Temmy” Muchnick, quizás la que se veía más emocionada. De hecho, cuando el animador la presentó en cámara, también se quebró muy levemente: “Con ella he compartido la bigamia entre mi matrimonio y la TV”, dijo con la voz algo cortada. En esa primera fila además figuraban ocho de sus nueve nietos. Sobre el cierre de la transmisión se vivió el emotivo reencuentro con Valentín Trujillo, aquejado de un accidente que sufrió la semana pasada.

También fue el turno para saludar a algunos invitados, como Ximena Casarejos, Directora ejecutiva de la fundación Teletón; Mauricio Correa, director histórico de TVN y amigo de Kreutzberger; María Luisa Calderón, su asesora personal; y Antonio Menchaca, ex brazo derecho de Don Francisco entre 1970 y 2003, quien además recibió un reconocimiento ante las cámaras.

Pero no todo era nostalgia y sollozos. Como parte del show, aparecieron Luis Fonsi, Marc Anthony y Plácido Domingo, quienes dijeron presente a través de un video, al igual que el mismísimo presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Otro especial momento reunió a antiguos integrantes del bloque de niños -que en Chile se conoció como Clan infantil-, muchos de ellos hoy convertidos en destacados profesionales de las comunicaciones. En las afueras, cerca de 200 personas veían el programa sentados en graderías y mirando una pantalla gigante situada en los ingresos de Univisión.

Pero tanta emotividad tuvo una trastienda más delicada. En los últimos dos días, el conductor debió batallar contra una serie de consecuencias derivadas de un tratamiento de conducto, las que le causaron molestias en su rostro y su dentadura. De hecho, ayer, antes del show, debió, por ejemplo, tomar sopa para poder moderar el dolor. Luego partió en su propio auto, escoltado por un equipo de Canal 13 del espacio Contacto (que hoy emitirá un especial), rumbo a Univisión.

En la reunión de pauta, la última del equipo, hubo brindis con champaña y las palabras del productor Marcelo Amunátegui, quien recalcó que se trataba de la última vez que todo ese grupo laboral se veía las caras. Otro chileno, Cristián de la Fuente, también fue parte de esa cita antes de salir al aire y, en una conferencia de prensa previa, soltó: “Para mí fue muy fuerte estar ahí y me imagino para parte del equipo que lleva años”.

Tras el espacio de anoche, el animador tenía pactada una celebración privada con varios de sus invitados. Entre sus planes inmediatos está animar la Teletón de este año en Estados Unidos y hacer lo propio para la cruzada chilena. Es su vida después de Sábado Gigante

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