Peña Nieto arremete contra Donald Trump desde la ONU
El presidente alerta de la “estigmatización” de inmigrantes por “oportunismo político”
Silvia Ayuso
Nueva York, El País
Entrar en la sede de Naciones Unidas situada en la Primera Avenida de Manhattan significa pasar casi por obligación por delante de la Trump World Tower. Esta es una de las numerosas torres de apartamentos de lujo que ha regado por todo Nueva York Donald Trump, el magnate inmobiliario que lanzó su candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos insultando a los inmigrantes mexicanos. Puede que haya sido eso, tener que ver tan de cerca y en letras tan grandes el denostado nombre, lo que llevó al presidente de México, Enrique Peña Nieto, a cambiar levemente su discurso ante la Asamblea General de la ONU. El caso es que en el texto original no estaba el claro ataque al político republicano que acabó realizando, veladamente eso sí, ante sus colegas de todo el mundo.
"En todos los continentes, en todas las latitudes, los migrantes viven historias de riesgo, de rechazo, discriminación y de abuso", empezó a calentar motores Peña Nieto durante su breve discurso ante la ONU.
"Estas condiciones se agravan cuando por ignorancia, mala fe, racismo o mero oportunismo político, los inmigrantes y sus hijos son estigmatizados y responsabilizados de las dificultades propias de los países de destino", agregó de inmediato. Unas palabras que calzan casi a la perfección como respuesta a las ofensas que Trump lleva lanzando desde junio contra los migrantes mexicanos y, por ende, contra toda la comunidad hispana del país, que ha sentido como ataque propio las propuestas antiinmigrantes del candidato Trump —como deportar a los 11 millones de indocumentados— que han acabado adoptando buena parte de sus rivales republicanos. No es la primera vez que México protesta, oficialmente, por las ofensas de Trump. Ya lo hizo nada más afirmar el magnate al lanzar su campaña presidencial, cuando afirmó que los migrantes que llegan de México traen "drogas" y son "violadores".
"No permitamos que continúe esta injusticia. No permitamos que se pretenda despojar a las democracias del mundo de su espíritu plural e incluyente", reclamó Peña Nieto, que pidió "sumar esfuerzos para crear un esquema mundial de protección a los derechos del migrante a la altura de los desafíos que estamos viviendo".
La "respuesta global" a un problema no menos global, desde la crisis de migrantes sirios al continuo flujo migratorio hacia EE UU, requiere de una respuesta "colectiva y efectiva" que debe surgir, reclamó, de la ONU que estos días reúne a buena parte de los mandatarios —y responsables— del mundo.
Silvia Ayuso
Nueva York, El País
Entrar en la sede de Naciones Unidas situada en la Primera Avenida de Manhattan significa pasar casi por obligación por delante de la Trump World Tower. Esta es una de las numerosas torres de apartamentos de lujo que ha regado por todo Nueva York Donald Trump, el magnate inmobiliario que lanzó su candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos insultando a los inmigrantes mexicanos. Puede que haya sido eso, tener que ver tan de cerca y en letras tan grandes el denostado nombre, lo que llevó al presidente de México, Enrique Peña Nieto, a cambiar levemente su discurso ante la Asamblea General de la ONU. El caso es que en el texto original no estaba el claro ataque al político republicano que acabó realizando, veladamente eso sí, ante sus colegas de todo el mundo.
"En todos los continentes, en todas las latitudes, los migrantes viven historias de riesgo, de rechazo, discriminación y de abuso", empezó a calentar motores Peña Nieto durante su breve discurso ante la ONU.
"Estas condiciones se agravan cuando por ignorancia, mala fe, racismo o mero oportunismo político, los inmigrantes y sus hijos son estigmatizados y responsabilizados de las dificultades propias de los países de destino", agregó de inmediato. Unas palabras que calzan casi a la perfección como respuesta a las ofensas que Trump lleva lanzando desde junio contra los migrantes mexicanos y, por ende, contra toda la comunidad hispana del país, que ha sentido como ataque propio las propuestas antiinmigrantes del candidato Trump —como deportar a los 11 millones de indocumentados— que han acabado adoptando buena parte de sus rivales republicanos. No es la primera vez que México protesta, oficialmente, por las ofensas de Trump. Ya lo hizo nada más afirmar el magnate al lanzar su campaña presidencial, cuando afirmó que los migrantes que llegan de México traen "drogas" y son "violadores".
"No permitamos que continúe esta injusticia. No permitamos que se pretenda despojar a las democracias del mundo de su espíritu plural e incluyente", reclamó Peña Nieto, que pidió "sumar esfuerzos para crear un esquema mundial de protección a los derechos del migrante a la altura de los desafíos que estamos viviendo".
La "respuesta global" a un problema no menos global, desde la crisis de migrantes sirios al continuo flujo migratorio hacia EE UU, requiere de una respuesta "colectiva y efectiva" que debe surgir, reclamó, de la ONU que estos días reúne a buena parte de los mandatarios —y responsables— del mundo.