Las claves del plan franco-alemán para atajar la crisis de los refugiados

Merkel y Hollande reclaman a la UE con una carta solidaridad y responsabilidad

Carlos Yárnoz
París, El País
El presidente de Francia, François Hoollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, han concretado por carta su plan para afrontar la grave crisis migratoria que vive Europa. En cuatro folios enviados al presidente del Consejo Europeo, al de la Comisión y al primer ministro de Luxemburgo, país que preside ahora la UE, los dos mandatarios hacen explícita su demanda de un mecanismo “permanente y obligatorio” para el reparto de refugiados por todos los países europeos, aunque evitan hablar de “cuotas”. Europa, dicen, debe actuar con urgencia “de forma decisiva y acorde con sus valores” ante el desafío que supone “el flujo de migrantes de una amplitud sin parangón”.


Son estas las claves más significativas del texto enviado a los tres dirigentes de la Unión:

Como principios generales, Hollande y Merkel señalan cuatro:

Refugiados: Quienes huyen de “la guerra y las persecuciones” necesitan una protección internacional. “Europa debe proteger a aquellos para quienes la UE es la última esperanza”.

Migrantes económicos: Se les debe enviar a sus países de origen “con dignidad”.

Solidaridad. La aproximación al problema debe basarse en “la responsabilidad de cada Estado miembro y en la solidaridad de todos”. Por eso, Europa debe ayudar a los países afectados por el masivo desplazamiento de refugiados y proteger a estos. Los demandantes de asilo en Europa “deben ser repartidos mejor entre todos los Estados miembros y no concentrarse en un limitado número de destinos (hoy, cinco países acogen al 70% de refugiados).

Países de origen. Apoyo a los países de origen y tránsito de migrantes. Reforzar la lucha contra los traficantes de seres humanos y poner medios para evitar desplazamientos peligrosos.

Bajo esos principios generales, Hollande y Merkel hacen las siguientes propuestas:

Centros de acogida: Creación de centros para diferenciar entre migrantes con derecho a asilo y quienes no lo tienen. Antes de fin de año, deben crearse en Italia y Grecia. La Comisión analizará si son necesarios en otros países (en referencia a Hungría).

Reglas de asilo. “Todos los países deben respetar y aplicar las normas del régimen de asilo (aviso a Hungría, entre otros), tanto en alojamiento como en la adopción de las responsabilidades. La Comisión debiera estudiar cómo desarrollar un “sistema europeo de asilo”.

Reparto equitativo. Quienes necesitan una protección internacional “deben ser repartidos de forma equitativa y en un espíritu de solidaridad entre los Estados miembros”. En esta situación “excepcional”, la Comisión tendría que proponer “un mecanismo permanente y obligatorio de reubicación”.

Expulsiones. Las normas para reenviar a sus países de origen a quienes no tienen derecho al asilo deben aplicarse “de forma efectiva”.

Países seguros. La Comisión debiera elaborar una lista de “países seguros”, es decir, aquellos cuyos ciudadanos no tienen derecho a asilo. Entre esos países deben figurar los de los Balcanes occidentales.

Apoyos a vecinos de Siria. Turquía, Jordania o Libia han hecho muchos esfuerzos para proteger y alojar a refugiados. La UE “debe incrementar” sus ayudas a estos países. Y también debe ayudar a los refugiados que han huido al Cuerno de África.

Redes criminales. Hay que ampliar los esfuerzos para combatir a las mafias. Hay que colaborar con Turquía, Egipto, Túnez y Níger.

Centros polivalentes. Europa debe aporta ayuda financiera a países de tránsito, como Níger, para crear centros polivalentes de acogida y asistencia. Y en países de origen, como Mauritania, Mali o Etiopía. La cumbre UE-África en Malta en noviembre próximo tratará este asunto.

Frente a las críticas o las exigencias de modificar las reglas de Schengen, los dos mandatarios hacen una encendida defensa del espacio sin fronteras, porque “garantiza la libertad de circulación y permite a los Estados gestionar mejor los desafíos a que se enfrentan: gestión de fronteras, política migratoria, política de asilo y lucha contra el terrorismo y la criminalidad organizada”.

Hollande y Merkel concluyen que, ante este “gran desafío”, Europa debe estar “a la altura de sus valores”. “Francia y Alemania desean contribuir a todas las iniciativas con un espíritu de solidaridad y responsabilidad europeas”.

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