La fiesta del penalti
Sevilla, As
El Sevilla logró su primera victoria oficial de la temporada en su regreso a la Champions League, un reestreno en la máxima competicióncontinental por todo lo alto, transformado en la fiesta del penalti, puesto que hasta tres penas máximas se señalaron para los andaluces, convirtiéndose en gol dos de ellas. La goleada la redondeó Konoplyanka, a los cinco segundos de entrar en el terreno de juego, con la inestimable ayuda del portero del Borussia, Sommer.
Si raro es que a un equipo se le señalen tres penaltis a favor en un partido, más raro es que dos de ellos se produzcan en los primeros tres minutos de la segunda parte. Y que el primero sea a los 20 segundos, es rizar el rizo. Pero así fue. El viento había acabado soplando a favor de un Sevilla voluntarioso pero fallón en la primera mitad, pero en el inicio del segundo acto se convirtió en un huracán. Sommer derribó a Vitolo a los 20 segundos y Gameiro, que había tenido varias en la primera parte, no falló. A los tres minutos, una repetición. Esta vez era Wendt el que derribaba a Vitolo pero Gameiro estrellaba su disparo en el larguero. En el 65 al que tumbaron fue al francés, que esta vez cedió turno a Banega, que se redimió del penalti fallado en la final de la Copa América y dio tranquilidad a la grada, a sus compañeros y a Unai Emery.
Fue superior en todo el Sevilla a un Borussia que se plantó sin un nueve de referencia arriba y confiado en las contras que pudieran lanzar Raffael y el menor de los hermanos Hazard. No fue así porque, sin esperarlo, el Sevilla ha encontrado una pareja de centrales aseada en Kolo y Andreolli. Ambos hicieron que el primer partido oficial de Sergio Rico esta temporada fuera más que plácido, a pesar de un par de sustos en los balones aéreos.
Emery reclamó un paso adelante de varios de sus jugadores y se notó. N'Zonzi se manejó mejor en el centro del campo, Banega le dio otro aire al equipo, Reyes estuvo inspirado y Vitolo lo hizo todo bien. El canario es el jugador franquicia de este Sevilla ahora mismo y volvió a demostrarlo.
Konoplyanka alargó la sonrisa de la grada con un tercer gol que coloca al Sevilla líder de su grupo y el peso de no haber ganado aún ya ha desaparecido. La Champions cambió la cara a un Sevilla que, por momentos, recordó al de la temporada pasada.
El Sevilla logró su primera victoria oficial de la temporada en su regreso a la Champions League, un reestreno en la máxima competicióncontinental por todo lo alto, transformado en la fiesta del penalti, puesto que hasta tres penas máximas se señalaron para los andaluces, convirtiéndose en gol dos de ellas. La goleada la redondeó Konoplyanka, a los cinco segundos de entrar en el terreno de juego, con la inestimable ayuda del portero del Borussia, Sommer.
Si raro es que a un equipo se le señalen tres penaltis a favor en un partido, más raro es que dos de ellos se produzcan en los primeros tres minutos de la segunda parte. Y que el primero sea a los 20 segundos, es rizar el rizo. Pero así fue. El viento había acabado soplando a favor de un Sevilla voluntarioso pero fallón en la primera mitad, pero en el inicio del segundo acto se convirtió en un huracán. Sommer derribó a Vitolo a los 20 segundos y Gameiro, que había tenido varias en la primera parte, no falló. A los tres minutos, una repetición. Esta vez era Wendt el que derribaba a Vitolo pero Gameiro estrellaba su disparo en el larguero. En el 65 al que tumbaron fue al francés, que esta vez cedió turno a Banega, que se redimió del penalti fallado en la final de la Copa América y dio tranquilidad a la grada, a sus compañeros y a Unai Emery.
Fue superior en todo el Sevilla a un Borussia que se plantó sin un nueve de referencia arriba y confiado en las contras que pudieran lanzar Raffael y el menor de los hermanos Hazard. No fue así porque, sin esperarlo, el Sevilla ha encontrado una pareja de centrales aseada en Kolo y Andreolli. Ambos hicieron que el primer partido oficial de Sergio Rico esta temporada fuera más que plácido, a pesar de un par de sustos en los balones aéreos.
Emery reclamó un paso adelante de varios de sus jugadores y se notó. N'Zonzi se manejó mejor en el centro del campo, Banega le dio otro aire al equipo, Reyes estuvo inspirado y Vitolo lo hizo todo bien. El canario es el jugador franquicia de este Sevilla ahora mismo y volvió a demostrarlo.
Konoplyanka alargó la sonrisa de la grada con un tercer gol que coloca al Sevilla líder de su grupo y el peso de no haber ganado aún ya ha desaparecido. La Champions cambió la cara a un Sevilla que, por momentos, recordó al de la temporada pasada.