La elección de Corbyn reaviva la pugna PSOE-Podemos por la izquierda

El líder socialista, Pedro Sánchez, recuerda que Pablo Iglesias ha sostenido que la discusión entre izquierda y derecha es un fraude

Fernando Garea / Francesco Manetto
Madrid / Barcelona, El País
El PSOE y Podemos pugnaron este lunes por atribuirse la identidad o proximidad con el nuevo líder de los laboristas británicos, Jeremy Corbyn. Sus máximos dirigentes, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, se enredaron en esa polémica que tiene como caldo de cultivo y base la pugna que desde hace más de un año mantienen como referentes políticos alternativos al PP.


Sánchez sigue considerando que la hegemonía de la izquierda sigue estando en el PSOE y que los resultados electorales han mostrado que Podemos sustituye más bien a Izquierda Unida en ese sector del electorado. El líder socialista insistió este lunes en la idea de que el propio Pablo Iglesias se ha excluido del espectro electoral de izquierda al dar por superado el eje ideológico entre la izquierda y la derecha.

El secretario general socialista defiende su liderazgo como la única posibilidad de desbancar a Mariano Rajoy del Gobierno, lanzó ante sus diputados un mensaje en este sentido. Y, posteriormente, en declaraciones a Las mañanas de Cuatro, Sánchez ironizó y descalificó el intento de Pablo Iglesias de apuntarse como propio el triunfo de Corbyn, como hace meses hizo con el del griego Alexis Tsipras.

"¿Cómo puede decir eso si hace nada aseguraba que lo izquierda y derecha es una cosa de trileros y una estafa?", se preguntó Sánchez, a propósito del artículo publicado por Iglesias en EL PAÍS en el que se felicitaba del triunfo de Corbyn.

El líder socialista remachó que "el Partido Laborista Británico y el PSOE somos partidos hermanos" y "el Podemos del Reino Unido no es Jeremy Corbyn". Las relaciones entre la izquierda británica y los socialistas no son muy estrechas desde que Tony Blair inició un giro que le aproximó al entonces líder del PP, José María Aznar, y su apoyo a la guerra de Irak.

Fuentes próximas a Sánchez explican que no es posible proclamarse socio de Tsipras en Grecia y, a la vez, de Corbyn en Gran Bretaña, como pretende hacer el líder de Podemos. En ese planteamiento ideológico, Sánchez hizo valer su proximidad y coincidencia con la socialdemocracia europea con la que comparte propuestas como la que formuló recientemente para reformar la Unión Europea. Solo en ese punto, el PSOE admite un matiz y el propio Sánchez pidió en Cuatro a Corbyn que apoye las posiciones más proclives a Europa en Gran Bretaña, de cara al referéndum que ha planteado el primer ministro británico, David Cameron.

Añaden esas fuentes que el nuevo líder laborista lleva más de 32 años en el escaño y, por tanto, no puede considerarse como parte de la nueva política que pretende encabezar y representar Pablo Iglesias. Los laboristas, además, han formado parte de gobiernos durante muchos años, como ha hecho el PSOE en España, y, por tanto, no es un partido nuevo como Podemos.

El líder de Podemos reivindica el valor simbólico de Corbyn porque, como defendió en su artículo, su elección supone un "nuevo aliado en el Reino Unido" con el que su formación, asegura, "comparte el diagnóstico". Su identificación con Corbyn tiene que ver con la reivindicación, avanzada por los dirigentes de Podemos hace meses, del verdadero ideario socialista. "Los partidos socialistas se convirtieron en partidos social liberales con Tony Blair", afirmó Iglesias en La Sexta.

Pero a pesar de que el secretario general del partido emergente busca presentarse como depositario de esa herencia, sigue también rechazando las etiquetas. "Lo fundamental son los programas, si tú le preguntas a Tony Blair si es de izquierdas", dijo, este lo afirmará. Y prosiguió: "Yo no estoy de acuerdo con Corbyn porque sea de izquierdas, sino porque defiende a las clases trabajadoras británicas" y rechazó la guerra en Irak, por ejemplo. Y no porque Corbyn se ponga una camiseta con la "i" de la izquierda. "No se trata de ver quién la tiene más grande, la I de la camiseta", ironizó.

Iglesias ha provechado además la elección del nuevo líder laborista británico como una de las ideas fuerza del arranque de la campaña catalana en la que participa estos días. El domingo celebró la victoria de Corbyn en El Carmel, junto al cabeza de lista de la candidatura Catalunya sí que es Pot. Un símbolo, en opinión de ambos, de que el cambio es posible. El líder de Podemos da la bienvenida por tanto a "socialistas como Corbyn, que ha producido frialdad en el PSOE, en Hollande, en Blair, en Schroeder, que mancharon la palabra socialista".

Aunque Podemos ha ocupado de facto el espacio político de Izquierda Unida, la aspiración de sus líderes sigue siendo la de llegar al electorado socialista. Se está viendo en la campaña catalana, en la que la presencia de Iglesias coincide con lugares históricos del PSC como el cinturón metropolitano de Barcelona o "la Cataluña del extrarradio", como él mismo la calificó. Podemos, defiende "ha sido quizá la expresión político-electoral" de ese movimiento ciudadano que empezó con el 15-M. Pero la proyección electoral de su partido, aseguró en EL PAÍS, "no se explica sin el hecho de que nuestro Partido Socialista se había convertido ya para muchos ciudadanos en algo muy parecido al Partido Popular". Y en esa identificación se centrará la estrategia de Podemos, que ha llegado a acuerdos con el PSOE en ciudades y comunidades clave, para las próximas elecciones generales.

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