El fraude de los gases aleja a Volkswagen de la Fórmula 1

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Martin Winterkorn dimite. Y su adiós a la presidencia de Volkswagen, motivado por el escándalo mundial de las emisiones de gases, puede frustrar los planes de la empresa alemana de entrar en la Fórmula 1 en 2018. Un aterrizaje que algunos, como Red Bull, veían con muy buenos ojos. La presión ha sido inaguantable y Winterkorn, al mando de la empresa desde 2007 y que estaba cerca de renovar por dos años, ha dicho basta. "Volkswagen necesita renovarse, también desde el punto de vista del personal. Estoy dispuesto a abrir el camino de la renovación con mi renuncia", señaló Winterkorn en un comunicado.


Hace dos días, AutoBild revelaba que el Consejo de Audi (que pertenece al Grupo Volkswagen), había decidido desembarcar en la F-1 mediante el equipo Red Bull. Según algunas fuentes, en ese matrimonio automovilístico, la marca de bebidas energéticas se mantendría como patrocinador principal. Precisamente Winterkorn (a quien puede relevar Matthias Müller, actual jefe de Porsche) era el gran impulsor de la llegada de Volkswagen a la Fórmula 1, según la BBC, y la única piedra en el camino era la resistencia de Ferdinand Piech, expresidente del Consejo de Vigilancia, quien finalmente dimitió.

El plan era el siguiente: trabajar en un motor para la Fórmula 1 con vistas a debutar en el Mundial 2018 y, debido a ello, que Audi diera carpetazo a sus proyectos en el DTM (Nacional Alemán de Turismos) y la Resistencia, donde ha sido el auténtico referente de los últimos años con éxitos como las 24 Horas de Le Mans. Sin embargo, en Alemania existen dudas razonables de que esa hoja de ruta pueda llevarse a cabo tras el shock mundial al hacerse público que la marca está siendo investigada en Estados Unidos por trucar los sistemas de medición de gases contaminantes de sus vehículos diésel. "El proceso de clarificación y transparencia debe continuar. Esta es la única forma de recuperar la confianza. Estoy convencido de que el Grupo Volkswagen y su equipo superarán esta grave crisis", añade en el comunicado Winterkorn.

El hundimiento de Volkswagen continúa con el paso de las horas y lo realmente preocupante es que nadie sabe cuándo va a tocar fondo el barco. En sólo dos días, ha perdido en Bolsa un 35% de su valor y el número de vehículos afectados por ese fraude supera ya los once millones. El grupo tiene preparados 6.500 millones de euros para hacer frente a posibles pérdidas, aunque desde algunos sectores se advierte de que el terremoto podría ser incluso mayor del que se ha anunciado en las últimas horas. Baste un dato: un cálculo elaborado por el diario británico The Guardian equipara las emisiones extra que la compañía intentó encubrir de con toda la contaminación atmosférica que genera el Reino Unido en un año.

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