El espinoso debut de la secretaria mexicana de Exteriores
Claudia Ruiz Massieu viaja a Egipto para auxiliar a las víctimas y exigir al Gobierno el esclarecimiento del incidente
Luis Pablo Beauregard
México, El País
Hasta hace unas semanas, Claudia Ruiz Massieu era una de las secretarias con cuentas alegres en el gabinete de Enrique Peña Nieto. Desde la Secretaría de Turismo, presumía el incremento de casi 10% de turistas que han visitado México en lo que va de 2015. El azar ha querido que el gran debut internacional de la hoy ministra de Relaciones Exteriores no sea la Asamblea general de la ONU, el 28 de septiembre, si no una crisis que debe enfrentar 19 días después de haber asumido el cargo. La noche del lunes, la canciller partió a El Cairo para ayudar a las víctimas del ataque del Ejército egipcio a turistas mexicanos en el desierto, y exigir al Gobierno de ese país el esclarecimiento de los hechos. “No tiene una tarea fácil”, considera el internacionalista Genaro Lozano.
Momentos antes de abordar el avión presidencial, la ministra había señalado que un grupo de 14 mexicanos viajaban por la zona. Dos de ellos han muerto y ya han sido identificados. Seis están heridos. Ruiz Massieu había abandonado el país dejando en duda el destino de los seis restantes. La mañana del martes, sin embargo, confirmó la muerte de ocho ciudadanos mexicanos, lo que ya había sido reportado por los medios egipcios. "Lamentablemente he dado el pésame a los familiares de los seis connacionales cuya situación no estaba determinada", escribió la ministra en su cuenta de Twitter. El Gobierno mexicano espera que Egipto actúe con “transparencia y apertura” para dar una respuesta clara de lo sucedido.
El viaje de la secretaria, que va acompañada de miembros del cuerpo diplomático, doctores y siete familiares de las víctimas, ha sido bien visto en México. “Me parece bien que se haya ido para allá, que se haya convertido en la vocera del Gobierno y, aunque no pertenezca al servicio exterior, que esté asumiendo un papel de gran cónsul para atender a los que sufrieron esta desgracia”, dice Lozano, académico de la Universidad Iberoamericana.
Además de traer a sus connacionales de vuelta a México, Ruiz Massieu lleva la encomienda de “exigir” al Gobierno de Abdelfatá al Sisi “una exhaustiva investigación” del incidente. La petición hecha por el presidente Enrique Peña Nieto requerirá mucha diplomacia. Ambos países mantienen una larga y fuerte relación en la que no ha faltado diálgo. Egipto es el segundo socio comercial de México en la región, detrás de Arabia Saudí. Sin embargo, el ataque del Ejército coincidió con la sanción de una ley aprobada en agosto que blinda a las fuerzas del orden y que acota la libertad de prensa, lo que podría limitar los resultados de las pesquisas.
La misión de Ruiz Massieu también está siendo comparada con el trato que el Gobierno ha dado a los familiares de los estudiantes desaparecidos de Iguala. “¿Ocho mexicanos de clase media valen más que los 43 jóvenes pobres?”, dice Lozano, que recuerda que a casi un año de la tragedia ni el presidente ni ningún ministro del Gobierno mexicano ha visitado la zona del Estado de Guerrero donde ocurrió la supuesta matanza.
México, El País
Hasta hace unas semanas, Claudia Ruiz Massieu era una de las secretarias con cuentas alegres en el gabinete de Enrique Peña Nieto. Desde la Secretaría de Turismo, presumía el incremento de casi 10% de turistas que han visitado México en lo que va de 2015. El azar ha querido que el gran debut internacional de la hoy ministra de Relaciones Exteriores no sea la Asamblea general de la ONU, el 28 de septiembre, si no una crisis que debe enfrentar 19 días después de haber asumido el cargo. La noche del lunes, la canciller partió a El Cairo para ayudar a las víctimas del ataque del Ejército egipcio a turistas mexicanos en el desierto, y exigir al Gobierno de ese país el esclarecimiento de los hechos. “No tiene una tarea fácil”, considera el internacionalista Genaro Lozano.
Momentos antes de abordar el avión presidencial, la ministra había señalado que un grupo de 14 mexicanos viajaban por la zona. Dos de ellos han muerto y ya han sido identificados. Seis están heridos. Ruiz Massieu había abandonado el país dejando en duda el destino de los seis restantes. La mañana del martes, sin embargo, confirmó la muerte de ocho ciudadanos mexicanos, lo que ya había sido reportado por los medios egipcios. "Lamentablemente he dado el pésame a los familiares de los seis connacionales cuya situación no estaba determinada", escribió la ministra en su cuenta de Twitter. El Gobierno mexicano espera que Egipto actúe con “transparencia y apertura” para dar una respuesta clara de lo sucedido.
El viaje de la secretaria, que va acompañada de miembros del cuerpo diplomático, doctores y siete familiares de las víctimas, ha sido bien visto en México. “Me parece bien que se haya ido para allá, que se haya convertido en la vocera del Gobierno y, aunque no pertenezca al servicio exterior, que esté asumiendo un papel de gran cónsul para atender a los que sufrieron esta desgracia”, dice Lozano, académico de la Universidad Iberoamericana.
Además de traer a sus connacionales de vuelta a México, Ruiz Massieu lleva la encomienda de “exigir” al Gobierno de Abdelfatá al Sisi “una exhaustiva investigación” del incidente. La petición hecha por el presidente Enrique Peña Nieto requerirá mucha diplomacia. Ambos países mantienen una larga y fuerte relación en la que no ha faltado diálgo. Egipto es el segundo socio comercial de México en la región, detrás de Arabia Saudí. Sin embargo, el ataque del Ejército coincidió con la sanción de una ley aprobada en agosto que blinda a las fuerzas del orden y que acota la libertad de prensa, lo que podría limitar los resultados de las pesquisas.
La misión de Ruiz Massieu también está siendo comparada con el trato que el Gobierno ha dado a los familiares de los estudiantes desaparecidos de Iguala. “¿Ocho mexicanos de clase media valen más que los 43 jóvenes pobres?”, dice Lozano, que recuerda que a casi un año de la tragedia ni el presidente ni ningún ministro del Gobierno mexicano ha visitado la zona del Estado de Guerrero donde ocurrió la supuesta matanza.
