El Arsenal se complica el pase tras caer ante Olympiacos

Londres, As
El Arsenal se complicó su clasificación para los octavos de final de la Champions League tras caer 2-3 ante el Olympiakos en una noche aciaga. Otra más. El equipo de Arsene Wenger siempre fue a remolque de un conjunto griego sostenido en la portería por un genial Roberto y que supo aprovechar la debilidad de la zaga gunner (y un error tremendo de David Ospina) para dejar a los londinenses con cero puntos tras dos jornadas.


El aficionado gunner se marchó del Emirates Stadium reclamando el dinero de la entrada y cuestionando la decisión de Wenger de dejar a su único fichaje del verano, Petr Cec, en el banquillo. No entendían nada pese a que no es la primera que han visto la película. Se convencen cada verano con que esa será su temporada, se ilusionan cuando comienzan el curso con una victoria ante el Chelsea (en la Community Shield) y empiezan a meter el champán a la nevera cuando su equipo se exhibe y golea al Leicester City (5-3, el pasado sábado) con un hattrick incluido de su gran estrella, Alexis Sánchez. La hora de la verdad, la de la Champions Leaguey la de los títulos, les despierta de su sueño y les devuelve a una realidad más cruda… Ocurrió el pasado año contra un Mónaco a priori mucho más débil y ha pasado ya esta temporada contra el Dinamo de Zagreb y el Olympiakos. También frente al Liverpool (0-0). Y contra el Chelsea.

Walcott y Oxlade hicieron presagiar una noche plácida en Londres cuando en los primeros minutos del partido cercaron la meta de Roberto con recurrencia y aparente facilidad. Fue lo contrario. Pardo adelantó a los griegos a la primera ocasión que tuvo a la media hora y, aunque Walcott empató casi de inmediato, un error tremendo de Ospina dejó el 1-2 en el marcador al descanso. Fourtounis botó un córner blandito al primer palo y el sustituto de Cech incomprensiblemente se lo metió dentro. O eso dijo el colegiado, pues las imágenes no acertaron a clarificar si el balón entró por completo o no en su portería.

La duda será la excusa perfecta para Arsene Wenger y los que hablan únicamente de mala suerte. La realidad, sin embargo, es que más allá de la polémica el Arsenal fue incapaz de doblegar al Olympiakos. Wenger quitó a Coquelin por Ramsey para intentarlo ala desesperada. El Arsenal, con todo al ataque y sin nada en la defensa, apretó a un Roberto sensacional hasta que encontró el empate en un cabezazo de Alexis Sánchez. Pero el equipo Gunner se obcecó tanto en encontrar el gol que descuidó su defensa y apenas 59 segundos de empatar se encontró con el 2-3 en contra, esta vez de Finnbogason 67. Ozil, de falta, y Alexis, de cabeza, intentaron ya en los minutos finales los inevitable. Roberto puso el cerrojo y el Olympiakos hizo saltar las alarmas en el Emirates Stadium. Una temporada más.

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