Croacia teme verse desbordada por la llegada de miles de refugiados

Belgado/Zagreb, dpa
El gobierno de Croacia expresó hoy su preocupación ante la llegada de miles de refugiados después de que éstos tuvieran que desviarse a este país para evitar Hungría, y señaló que no sabe si podrá hacer frente a la crisis.
“Seremos constructivos y cooperadores, pero nuestros recursos son limitados”, dijo hoy el primer ministro, Zoran Milanovic, tras un encuentro con su homólogo austríaco, Werner Faymann, en Zagreb. “No sé si podremos registrar a todas las personas”, añadió.

Los tratados sobre asilo de la Unión Europea (UE) exigen que un solicitante sea registrado siempre en su país de entrada al bloque, pero muchos de los refugiados que están llegando no quieren permanecer en Grecia, Italia o Croacia, sino en Alemania o Suecia, por lo que se niegan a dar sus datos.

La Cruz Roja croata informó que en las últimas 24 horas llegaron al país unas 5.400 personas. Para los próximos días se espera a otras 4.000 más, informa el canal estatal HRT.

Autobuses procedentes de Serbia están dejando a los refugiados junto a la frontera croata y la gente la cruza a pie. Esta mañana fueron llevadas en tren 800 personas de Tovarnik, en la frontera, a Dugo Selo, al este de Zagreb, donde serán recibidas temporalmente en un centro de acogida.

El ministro del Interior croata, Ranko Ostojic, instó el miércoles por la noche a Serbia a reducir el número de migrantes que arriban desde Macedonia y Grecia, porque de lo contrario Croacia tendrá que plantearse cambiar de política. El miércoles el gobierno dijo al principio que permitiría el paso irrestricto de los refugiados e incluso que establecería corredores hacia Eslovenia.

La ministra de Exteriores croata, Vesna Pusic, alertó de que su país no tiene capacidad para alojar a tantas personas. “Si son miles lo conseguiremos, pero no tenemos capacidad para decenas de miles”, declaró a HRT.

Hasta ahora los refugiados, sobre todo sirios, iraquíes y afganos que huyen de la guerra, atravesaban Hungría en dirección a Austria. Pero la dura línea del gobierno húngaro y el cierre de la frontera provocaron un cambio de ruta y fuertes tumultos en la zona limítrofe húngara el miércoles.

Una multitud furiosa trató de pasar por el cruce de Horgos-Röszke y fue reprimida con gases lacrimógenos y camiones de agua por parte de la policía. Según las autoridades húngaras hubo entre 14 y 20 policías heridos. No hay datos sobre lesionados entre los refugiados, pero testigos de los hechos afirmaron haber visto a muchas personas sangrando.

Medios húngaros informaron que hoy volvieron a reunirse numerosas personas en el paso fronterizo y que exigían entrar en Hungría. El diario de Internet “444.hu” afirma que hay miles de migrantes varados a los que se les ha acabado el dinero y que por eso no pueden seguir viaje a la frontera con Croacia.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dijo que Budapest se plantea extender la valla fronteriza con Serbia también a su frontera con Croacia.

El Comisario de Migración de la UE, Dimitris Avramopoulos, criticó la valla de 175 kilómetros que levantó Budapest. Estamos de acuerdo en que hay que proteger los límites externos de la Unión, “pero no estamos siempre de acuerdo sobre los medios para hacerlo”, dijo Avramopoulos a la prensa en la capital húngara.

Las alambradas sólo “crean tensiones” y pueden causar violencia. El comisario europeo se reunió con el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, y el de Interior, Sandor Pinter.

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