Cómo un niño autista le explica con honestidad a sus compañeros de clase los problemas diario que sufre

Jackson Cook leyó una carta a sus compañeros en la que les cuenta cómo es vivir con ese trastorno y sus problemas para relacionarse.

Javier Taeño | Gaceta trotamundos
Jackson Cook tiene solo 8 años, pero ya ha tenido que aprender que es un poco diferente a sus compañeros de clase. Este pequeño y sonriente niño de Minnesota tiene autismo, un trastorno que es capaz de llevar con una entereza y con una fuerza de voluntad que sorprenden por su corta edad, haciendo que donde otros puedan ver barreras, él solo ve oportunidad El último ejemplo ha sido el sentido discurso que ha dado delante de su clase en el que ha explicado lo que le pasa y los retos a los que se enfrenta a diario. La ayuda de su madre, Beki, ha sido determinante.


“Levantad la mano si sabéis lo que es el autismo. Levantad la mano si sabéis que yo lo tengo”, empezó diciendo.

“Algunas partes de mi cerebro funcionan y otras no tanto. Los médicos no saben por qué algunos cerebros tienen autismo y otros no. Yo sí lo tengo, pero Charley no, pese a que es mi hermano gemelo”, explicó ante las atentas miradas de sus compañeros que no perdían detalle de sus palabras, tal y como cuenta Global News.

“A veces necesito aprender cosas que otros cerebros saben automáticamente. Igual que mi cerebro le dice a mi cuerpo que no se siente cómodo mirando a alguien a la cara cuando me hablan”, prosiguió.

Cuando el niño terminó su explicación, sus compañeros le aplaudieron y después le hicieron varias preguntas en las que pudieron profundizar un poco más en las dificultades que el pequeño Jackson sufre a diario.

Y es que el autismo es un trastorno que sufren miles de niños en el mundo y que se caracteriza por dificultades para relacionarse con el resto de la gente con alteraciones en la comunicación verbal y no verbal. Sus síntomas se suelen apreciar generalmente en los primeros años de vida.

Un estudio reciente de Centers for Disease Control and Prevention (CDC) estimó que uno de cada 68 niños tenían autismo, siendo mucho más frecuente en varones (1 de cada 42) que en mujeres (1 de cada 189). Curiosamente a veces ocurre que estos niños que tienen esos problemas tan graves de comunicación, desarrollan un talento especial para otras cosas como las actividades creativas.

Ya contamos en Yahoo el caso de Iris Grace, una pequeña que con tan solo 5 años de edad pintaba unos cuadros muy apreciados en el mundo artístico y por los que se pagaban miles de euros.

Tanto Jackson como Iris son dos buenos ejemplos que muestran que con determinación se puede pelear contra los límites que la vida impone.

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