Cañas rescata un punto para el Astana, que mereció más
Alma Atta, As
La noticia en Kazajistán fue que el Astana logró sus primeros goles y su primer punto en Champions de la historia de su país. Y mereció más, mucho más ante un Galatasaray que hizo poco y se vino abajo en la segunda parte, con una defensa que hizo aguas por todas partes, pero que casi se lleva el triunfo sin saber cómo. El cuarto de hora final, con alternativas y goles absurdos, fue de infarto en el Astana Arena y coronó a Cañas como héroe nacional kazajo.
El Galatasaray era favorito por nombre, pero fútbol ofrece poco. Sólo los zapatazos de Sneijder intimidaron a los locales, pero Eric sacó buenas manos a los que no repelía su zaga. El meta, que no tuvo su día, no anduvo tan fino en un disparo de Kisa desde 30 metros. El balón cogió un efecto raro y acabó entrando junto al palo. El Astana, bien colocado y manejando bien la pelota, pagó de nuevo la novatada. Antes del descanso, Podolski perdonó el 0-2 ante Eric. El alemán, abucheado por la asociación que hizo en Twitter sobre el Astana y Borat, sólo salió del letargo para ese fallo.
Pero en la segunda parte, el Astana arrolló. El partido se jugó en el campo del Galatasaray, cuyos defensas competían por hacer la mayor pifia de la tarde. Sin embargo, los kazajos desaprovechaban todos los regalos. A un metro de la portería, Dzholchiyev echó fuera un centro medido de Foxi, quien luego fallaría otra clarísima. Maksimovic se vino arriba y bombardeó desde la frontal a Muslera. El asedio fue total y el empate llegó en la jugada más extraña. Kaya fue incapaz de despejar un balón y se cayó al suelo, lo que aprovechó Kabananga para, desde la izquierda, centrar al área pequeña. Muslera metió la mano, el balón rebotó en Balta y entró. El histórico primer gol kazajo, en propia meta.
El Astana se estaba mereciendo la victoria, pero se mascó la tragedia con otro tanto esperpéntico. Gümüs centró desde la izquierda y Eric, en vez de despejar hacia fuera, lo hizo hacia dentro. El 1-2, también en propia puerta. Pero aún faltaría la traca final. En el 89', un centro blando de Muzhikov desde la izquierda lo despejó Muslera de puños hacia la frontal. Allí apareció Roger Cañas, que había iniciado la jugada 40 metros más atrás, lo enganchó de cabeza y lo mandó a la red, previo despeje fallido de Carole. El colombiano del Astana, que pasó antes por las ligas de Letonia, Rusia y Polonia, lo celebró con lágrimas junto al córner. Kazajistán tiene un nuevo ídolo y el Astana ya ha hecho vibrar en su estreno en la Champions. Y no se va a conformar con esto...
La noticia en Kazajistán fue que el Astana logró sus primeros goles y su primer punto en Champions de la historia de su país. Y mereció más, mucho más ante un Galatasaray que hizo poco y se vino abajo en la segunda parte, con una defensa que hizo aguas por todas partes, pero que casi se lleva el triunfo sin saber cómo. El cuarto de hora final, con alternativas y goles absurdos, fue de infarto en el Astana Arena y coronó a Cañas como héroe nacional kazajo.
El Galatasaray era favorito por nombre, pero fútbol ofrece poco. Sólo los zapatazos de Sneijder intimidaron a los locales, pero Eric sacó buenas manos a los que no repelía su zaga. El meta, que no tuvo su día, no anduvo tan fino en un disparo de Kisa desde 30 metros. El balón cogió un efecto raro y acabó entrando junto al palo. El Astana, bien colocado y manejando bien la pelota, pagó de nuevo la novatada. Antes del descanso, Podolski perdonó el 0-2 ante Eric. El alemán, abucheado por la asociación que hizo en Twitter sobre el Astana y Borat, sólo salió del letargo para ese fallo.
Pero en la segunda parte, el Astana arrolló. El partido se jugó en el campo del Galatasaray, cuyos defensas competían por hacer la mayor pifia de la tarde. Sin embargo, los kazajos desaprovechaban todos los regalos. A un metro de la portería, Dzholchiyev echó fuera un centro medido de Foxi, quien luego fallaría otra clarísima. Maksimovic se vino arriba y bombardeó desde la frontal a Muslera. El asedio fue total y el empate llegó en la jugada más extraña. Kaya fue incapaz de despejar un balón y se cayó al suelo, lo que aprovechó Kabananga para, desde la izquierda, centrar al área pequeña. Muslera metió la mano, el balón rebotó en Balta y entró. El histórico primer gol kazajo, en propia meta.
El Astana se estaba mereciendo la victoria, pero se mascó la tragedia con otro tanto esperpéntico. Gümüs centró desde la izquierda y Eric, en vez de despejar hacia fuera, lo hizo hacia dentro. El 1-2, también en propia puerta. Pero aún faltaría la traca final. En el 89', un centro blando de Muzhikov desde la izquierda lo despejó Muslera de puños hacia la frontal. Allí apareció Roger Cañas, que había iniciado la jugada 40 metros más atrás, lo enganchó de cabeza y lo mandó a la red, previo despeje fallido de Carole. El colombiano del Astana, que pasó antes por las ligas de Letonia, Rusia y Polonia, lo celebró con lágrimas junto al córner. Kazajistán tiene un nuevo ídolo y el Astana ya ha hecho vibrar en su estreno en la Champions. Y no se va a conformar con esto...