Broche de oro para Pennetta

La italiana, de 33 años, vence en la final de Nueva York a su compatriota Vinci (7-6 y 6-2) y eleva el primer grande de su carrera, a la vez que anuncia su retirada a final de temporada


Alejandro Ciriza
Madrid, El País
Es el broche de oro a una carrera, a una vida deportiva salpicada de lesiones, de buenos y malos momentos, de recorrerse el planeta de un lado a otro, de sinsabores y también de triunfos. Pero ninguno como el que rubricó en su última aparición, la definitiva, porque después de batir a su compatriota Roberta Vinci (7-6 y 6-2 en una hora y 33 minutos) y elevar el trofeo de Nueva York, el primer grande de su trayectoria, Flavia Pennetta se despidió. Un adiós dulce y fulminante, por todo lo alto. “Es lo que todo jugador quiere hacer, irse con un gran trofeo. Es así como me gustaría decir adiós al tenis”, manifestó la jugadora de Brindisi, de 33 años, en la ceremonia final.


Pocos podían imaginar que el epílogo de Pennetta en los circuitos podía ser así, con un major en su expediente, en el octavo peldaño de la lista mundial (hasta ayer era la 26ª y su tope había un 10º puesto) y con los casi tres millones de euros que le proporciona el triunfo en Flushing Meadows. Por eso dejó a todo el mundo boquiabierto el anuncio de su adiós, nada más ser condecorada, mientras compartía risas con su amiga Vinci, 32 años y 43ª en la WTA.

Esta última, que una noche antes había tumbado a Serena Williams y, por lo tanto, volatilizado el sueño del Grand Slam, acusó el esfuerzo en el pulso definitivo. Resistió en el primer parcial, pero tras ceder el tie break cedió el segundo. Y es que Pennetta, una veterana que hasta ahora acumulaba 10 títulos (el Indian Wells de 2014 era hasta ahora el de mayor caché), fue superior de principio a fin. Impuso su juego desde la línea de fondo, castigó en la red (16 aciertos en 20 subidas, un 80%) y forzó 30 errores de Vinci, batalladora pero inerme en el segundo set.

Venció Pennetta y se llevó el título neoyorquino, el mejor reconocimiento posible para una profesional modélica, tutelada por el preparador catalán Salva Navarro en el Real Club de Tenis de Barcelona. Se trata de la segunda jugadora italiana que conquista un cetro del Grand Slam -la primera fue Francesca Schiavone, en el Roland Garros de 2010-. Venció y soltó la bomba, a pie de pista: a final de año dejará el tenis. Mientras, le quedan unos pocos meses por disfrutar.

"He perdido, pero estoy contenta por ella", aseveró Vinci, mientras el italiano Fabio Fognini, verdugo de Rafael Nadal esta edición y pareja sentimental de Pennetta, grababa con su móvil la fiesta final de su chica, con 49 participaciones en torneos de altura. "Ha sido una decisión difícil, pero estoy orgullosa de mí misma", expuso Pennetta. Se va la italiana, entre los vítores de la grada y el reconocimiento unánime de sus compañeros de profesión. "Echaré de menos tu sonrisa", tuiteó Serena. "¡Cómo te lo mereces!", continuó la canaria Carla Suárez. "¡Ídola!", le felicitó el argentino Juan Mónaco.

Se va Pennetta, con metal entre las manos. Por la puerta grande.

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