Bernie Ecclestone está en la encrucijada por Renault
París, As
Al final saldrá bien, todo se arreglará, eso dicen desde las altas esferas de la F-1 en voz baja, “ponlo sin dar nombres”, me dicen. Pero lo cierto es que la situación que vive un campeonato, por otra parte con récord de beneficios durante la pasada temporada, es complicada. La culpa la tiene Renault. La firma francesa ha declarado ya en palabras de su presidente Ghosn que no van a seguir como motorista. El brasileño lo dijo en el pasado Salón del Automóvil de Frankfurt: “Ya hemos alertado a las autoridades de la F-1 y les hemos dicho que no cuenten con nosotros como suministradores. Se ha terminado”. Eso supone que los dos equipos de Red Bull, tanto el primero como Toro Rosso se quedan sin motores. Y eso pone en una situación crítica también a Lotus, cuyos gestores esperan vender el equipo a Renault que, de esa manera, regresaría con escudería propia como en los años que logró dos títulos consecutivos con Alonso.
Pero podría darse la circunstancia de que no hubiera acuerdo y la maltrecha economía de Lotus les hiciera dejar la F-1. Ahí Ecclestone tiene mucho que decir y está haciendo todo lo posible porque la venta salga bien, sin embargo Gerard López y los suyos no quieren malvender el equipo. El dueño de Lotus está en Singapur negociando la venta.
Y mientras, Red Bull busca motores. Es complicado porque no van a tener un motorista oficial que considerase el equipo como propio como ocurría con Renault, y además Mercedes ya ha dicho que no quiere darles el suyo. Si lo tuvieran, su coche sería tan competitivo o más que el de Hamilton y Rosberg. Ferrari es la alternativa, pero Mateschitz, Marko y compañía quieren volver a ganar y esperan la mejor unidad de potencia de los italianos. Y mientras Ecclestone quiere volver al paddock en Rusia con todo solucionado.
Al final saldrá bien, todo se arreglará, eso dicen desde las altas esferas de la F-1 en voz baja, “ponlo sin dar nombres”, me dicen. Pero lo cierto es que la situación que vive un campeonato, por otra parte con récord de beneficios durante la pasada temporada, es complicada. La culpa la tiene Renault. La firma francesa ha declarado ya en palabras de su presidente Ghosn que no van a seguir como motorista. El brasileño lo dijo en el pasado Salón del Automóvil de Frankfurt: “Ya hemos alertado a las autoridades de la F-1 y les hemos dicho que no cuenten con nosotros como suministradores. Se ha terminado”. Eso supone que los dos equipos de Red Bull, tanto el primero como Toro Rosso se quedan sin motores. Y eso pone en una situación crítica también a Lotus, cuyos gestores esperan vender el equipo a Renault que, de esa manera, regresaría con escudería propia como en los años que logró dos títulos consecutivos con Alonso.
Pero podría darse la circunstancia de que no hubiera acuerdo y la maltrecha economía de Lotus les hiciera dejar la F-1. Ahí Ecclestone tiene mucho que decir y está haciendo todo lo posible porque la venta salga bien, sin embargo Gerard López y los suyos no quieren malvender el equipo. El dueño de Lotus está en Singapur negociando la venta.
Y mientras, Red Bull busca motores. Es complicado porque no van a tener un motorista oficial que considerase el equipo como propio como ocurría con Renault, y además Mercedes ya ha dicho que no quiere darles el suyo. Si lo tuvieran, su coche sería tan competitivo o más que el de Hamilton y Rosberg. Ferrari es la alternativa, pero Mateschitz, Marko y compañía quieren volver a ganar y esperan la mejor unidad de potencia de los italianos. Y mientras Ecclestone quiere volver al paddock en Rusia con todo solucionado.