Balotelli vuelve a marcar y lidera la victoria del Milán
Udine, As
El casi completo (aún falta uno de los fondos) nuevo estadio Friuli de Udine imita el estilo inglés, con las gradas a pocos metros del césped, y el partido de la noche del martes ante Udinese y Milán habría podido ser justo uno de Premier, con intensidad, goles y emociones: los de Mihajlovic lograron un sufrido 2-3, marcando tres goles en la primera parte y aguantando en la segunda la presión del Udinese, que, por su parte, tras el inesperado triunfo a domicilio ante la Juve cayó en una crisis profunda.
Mario Balotelli salió de inicio (algo que no ocurría desde el pasado 28 de abril, en el Hull City-Liverpool) gracias a las buenas señales que dio ante Inter y Palermo, y solo tardó cinco minutos en corresponder a la confianza de su técnico: SuperMario provocó una falta y la ejecutó magistralmente, abriendo la lata 521 días después su último tanto con el conjunto italiano. Un tanto celebrado por todos sus compañeros y también por él mismo, con una gran sonrisa. Y eso, aunque parezca raro, en su caso también es noticia.
Los rossoneri tenían el partido encarrilado y en el 10' marcaron el segundo: gran pase de Montolivo para Bonaventura, que se coló detrás de la defensa bianconera y batió a Karnezis. A partir de entonces el Milán siguió dominando con un gran Balotelli, que además del maravilloso gol también hizo un gran trabajo de equipo, forzando cuatro tarjetas amarillas a lo largo de todo el partido. Y en el último tramo de la primera parte llegó el 0-3, con un testarazo del defensa Cristian Zapata tras un saque de esquina lanzado por Bonaventura.
El partido parecía ya sentenciado, pero el Udinese no quiso rendirse a su cuarta derrota consecutiva liguera (la sexta en casa, un récord) y empezó la reanudación con otra cara, marcando dos goles en los primeros 15 minutos: Badu firmó el 1-2 aprovechando un centro de Duván Zapata, que poco después empujó entre palos otro pase de Thereau. Los de Mihajlovic volvieron a mostrar fragilidad en defensa (encajaron ocho goles en cinco jornadas de Liga) y tuvieron que sufrir hasta el último minuto, con un gran Diego López, para conquistar los tres puntos y alcanzar a la Fiorentina (que jugará mañana) en el tercer puesto. El Udinese acabó con diez por la expulsión a Fernandes, que protestó demasiado tras una falta concedida a sus rivales en el 94', y a pesar de su orgullosa reacción no consiguió levantar cabeza. Para los milaneses una victoria importante, que certifica la vuelta de un gran talento del fútbol italiano como Mario Balotelli. El código de conducta militar que le impuso el club recoge frutos.
El casi completo (aún falta uno de los fondos) nuevo estadio Friuli de Udine imita el estilo inglés, con las gradas a pocos metros del césped, y el partido de la noche del martes ante Udinese y Milán habría podido ser justo uno de Premier, con intensidad, goles y emociones: los de Mihajlovic lograron un sufrido 2-3, marcando tres goles en la primera parte y aguantando en la segunda la presión del Udinese, que, por su parte, tras el inesperado triunfo a domicilio ante la Juve cayó en una crisis profunda.
Mario Balotelli salió de inicio (algo que no ocurría desde el pasado 28 de abril, en el Hull City-Liverpool) gracias a las buenas señales que dio ante Inter y Palermo, y solo tardó cinco minutos en corresponder a la confianza de su técnico: SuperMario provocó una falta y la ejecutó magistralmente, abriendo la lata 521 días después su último tanto con el conjunto italiano. Un tanto celebrado por todos sus compañeros y también por él mismo, con una gran sonrisa. Y eso, aunque parezca raro, en su caso también es noticia.
Los rossoneri tenían el partido encarrilado y en el 10' marcaron el segundo: gran pase de Montolivo para Bonaventura, que se coló detrás de la defensa bianconera y batió a Karnezis. A partir de entonces el Milán siguió dominando con un gran Balotelli, que además del maravilloso gol también hizo un gran trabajo de equipo, forzando cuatro tarjetas amarillas a lo largo de todo el partido. Y en el último tramo de la primera parte llegó el 0-3, con un testarazo del defensa Cristian Zapata tras un saque de esquina lanzado por Bonaventura.
El partido parecía ya sentenciado, pero el Udinese no quiso rendirse a su cuarta derrota consecutiva liguera (la sexta en casa, un récord) y empezó la reanudación con otra cara, marcando dos goles en los primeros 15 minutos: Badu firmó el 1-2 aprovechando un centro de Duván Zapata, que poco después empujó entre palos otro pase de Thereau. Los de Mihajlovic volvieron a mostrar fragilidad en defensa (encajaron ocho goles en cinco jornadas de Liga) y tuvieron que sufrir hasta el último minuto, con un gran Diego López, para conquistar los tres puntos y alcanzar a la Fiorentina (que jugará mañana) en el tercer puesto. El Udinese acabó con diez por la expulsión a Fernandes, que protestó demasiado tras una falta concedida a sus rivales en el 94', y a pesar de su orgullosa reacción no consiguió levantar cabeza. Para los milaneses una victoria importante, que certifica la vuelta de un gran talento del fútbol italiano como Mario Balotelli. El código de conducta militar que le impuso el club recoge frutos.