Alcaldía explica por qué un bus PumaKatari impidió que un invidente accediera a ese servicio

La Paz, ANF
El Servicio de Transporte Municipal (SETRAM) y la Dirección General de La Paz Bus de la Alcaldía de La Paz emitieron un comunicado en el que señalan que un activista invidente no pudo subir a un bus PumaKatari porque su perro no portaba bozal.


“Manifestamos que el SETRAM coordinó previamente el ingreso a un bus PumaKatari de un usuario con discapacidad visual y su perro guía (lazarillo) sin bozal, con la finalidad de que realice un trabajo de sensibilización sobre el uso de perros guías en nuestro país; solicitud que fue otorgada para un momento determinado y bajo un ambiente controlado como medida excepcional”, dice el comunicado.

Pero agrega que “posteriormente, el usuario pretendió realizar un segundo viaje en el que su can no portaba el bozal ni tenía el identificativo internacional de perro guía para personas ciegas. Al no cumplir con las normas de seguridad, y encontrándose el bus a su máxima capacidad, no fue posible el abordaje de dicho usuario al bus”.

Agrega también que “de manera previa a este suceso se dispuso que (los buses) lleven un bozal en todas sus unidades, el que será facilitado en calidad de préstamo a quienes lo soliciten, con el fin de cuidar la seguridad de todos los demás viajeros, mejorando la calidad de vida al realizar sus viajes en el PumaKatari”.

El municipio, afirma el comunicado “ratifica su compromiso con la defensa de los derechos de los animales como se viene promoviendo en el sector “Animales buscan” que se difunden en las pantallas informativas de los buses PumaKatari desde hace varios meses; así como con la seguridad, la inclusión de las personas con discapacidad, el cumplimiento de la norma y, sobre todo, con el respeto y amor que nos caracteriza por ser el mejor servicio de transporte público de Bolivia”.

ANF informó el martes que Richard Mateos y su perra guía Malí no fueron aceptados en un bus Puma Katari en La Paz. En los buses puma Katari –cuyo lema es “con respeto y amor, nada nos detiene”– se permite la entrada de perros, pero siempre que lleven bozal, un criterio que Mateos no comparte. “Da una imagen de peligrosidad que no se corresponde con estos perros que están adiestrados para no entrar en conflicto”.

En la mañana del martes, ningún operador del Puma advirtió a Richard de que estaba vulnerando la regla, pero tal vez porque una amiga activista de Richard les alertó previamente, dijo la nota de ANF. “Todo fueron atenciones. Un trabajador se le acercó antes de subir al bus para prestarle ayuda y al entrar nadie le dijo que la perra no llevaba bozal”.

Richard hizo de nuevo la prueba por la tarde, esa vez sin avisar. La historia fue diferente. No había nadie que le auxiliara en la parada, ni una vendedora de boletos que le diera la bienvenida con la mejor de las sonrisas. En el bus no había un bozal disponible y Mateos no pudo abordalro.

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