Alalay, un panorama desolador tras voraz incendio


Cochabamba, Los Tiempos
Desolador, así es el panorama de Alalay luego de que un incendio voraz consumiera aproximadamente 25 hectáreas de totorales y pajonales afectando el hábitat de varias especies de animales y provocando una fuerte contaminación ambiental. Es el tercero que se produce en el lugar y el de mayor magnitud.


Un llamado a las 22:00 de ayer aproximadamente alertó a bomberos quienes iniciaron los trabajos para sofocar el fuego en la parte noreste ante la preocupación de los vecinos al ver cómo las llamas consumían violentamente las hectáreas. Fue ardua la labor durante toda la noche y cuando ya casi parecía estar controlado, una intensa ráfaga de viento lo reavivó en la madrugada.

Los refuerzos llegaron con personal de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Alcaldía y la Gobernación, SAR- FAB, efectivos del Centro de Instrucción de Tropas Especiales (CITE), policías, y Defensa Civil, además del helicóptero Bambi Bucket que fue clave para controlar el siniestro.

Unos cinco carros bomberos, sisternas y 200 personas trabajaron arduamente durante 12 horas; a las 11:00 de hoy aproximadamente los focos de calor fueron apagados, aunque se mantiene vigilia ante reactivaciones menores.



"Sanción drástica a los culpables", fue el pedido del responsable de Defensa Civil Cochabamba, Ramiro Mercado Arancibia quien, según reporte preliminar, dijo que el incendio fue provocado. "Sería bueno identificar a estas personas y meterlas a las cárcel porque es un daño al medio ambiente", señaló.

Conejos muertos, nidos destrozados y aves sofocadas son parte de este panorama que solo puede resumir como tragedia ambiental.

Son unas 62 especies de aves acuáticas entre residentes y migratorias que forman parte de fauna silvestre de la laguna Alalay como patos, gaviotas y garzas. También sobreviven algunos peces, como la carpa común y real.

Prevención

Los incendios en Alalay son recurrentes, por tanto, efectivos de Bomberos y Defensa Civil piden a las autoridades trabajar de manera conjunta y cuidar el ecosistema porque los daños en la biodiversidad son irreversibles.

Implementar guardias forestales y trabajar en la sensibilización son tareas urgentes para prevenir desastres como este, pero sobre todo castigos ejemplarizadores para los responsables.

Una intensa humareda cubrió el cielo cochabambino hoy, el espejo de agua en Alalay se cubrió de cenizas, muchos animales murieron y otros quedaron sin hogar. El fuego deja huellas que no se olvidan.

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