Valencia, al bombo sufriendo
El Valencia completa el pentágono de equipos españoles en la Champions. Habrá cinco representantes en el sorteo del próximo jueves. Lo nunca visto. Otro hito para esa Liga llamada la mejor del mundo. Lo logró el Valencia con personalidad inicial y sufrimiento final. Pero sobre todo con un gol de Negredo que hace honor a la mejor competición de clubes. Esa en la que se hablará español en cinco de sus ocho grupos.
Negredo llegó a Valencia hace un año con el apelativo de "bomba" y, tras mil dudas y rumores sobre su futuro, ésta la soltó anoche en Montecarlo. Con sigilo, con estilo, con maestría. Corría el minuto 3 y, tras previo aviso de Mustafi nada más comenzar el partido, Negredo, el as que tenía guardado Nuno en la alineación, cazó al vuelo un error de Fabinho, encaró hacia la portería con ese instinto asesino que tienen los delanteros y apenas pisó el área, aún escodado, picó el balón con tal precisión que lo mejor que pudo hacer Subasic fue verlo pasar y quedarse quieto para que no le lastimara la metralla. Bombazo. Golazo.
El Valencia salió al Louis II con personalidad de Champions. No salió a especular. Todo lo contrario. Nuno había aleccionado bien a los suyos y éstos creen en lo que les pide. Javi Fuego y Enzo Pérez se multiplicaban en la medular y se notaba que durante la semana había trabajado como frenar a Martial. Siempre alguno llegaba antes. Además Feghouli obligaba a Kurzawa a defender más que a atacar y a Toulalan y Bernardo Silva les costó entrar en juego.
Pero el Mónaco pudo recomponerse al gol de Negredo merced a una retahíla de faltas que cometió el Valencia en la medular. Por ellas y porque Ryan no se mostraba seguro en las salidas. El balón se alejó del área de Subasic y comenzó a corretear por la del Valencia. Y entre una mala salida de Ryan y la permisividad de Rizzoli que no vio falta en empujón de Silva a Gayà, el balón le cayó a Raggi y éste firmó el empate.
El Valencia se enfrentaba entonces a una prueba de madurez. Un gol del Mónaco le metía de lleno en la eliminatoria y físicamente se les veía un peldaño por encima. Jardim esta vez acertó con los cambios. La presencia de Elderson, Carrillo y sobre todo Lemar le dio a su equipo mordiente y llegada. Para darle a la clasificación del Valencia un toque de sufrimiento Rizzoli se volvió a equivocar. Carrillo firmaba el 2-1 en una acción que debió ser anulada por fuera de juego. Restaban 16 minutos más seis de prolongación. Pero el Valencia supo mantener el tipo. Vuelve la Champions a Mestalla. Ya tiene Lim a su equipo donde ansiaba tenerlo. Entre los grandes.
