Un nuevo castigo tras ser violada: cargar una piedra de 40 kilos para mostrar su pureza
Una mujer en la India deberá someterse a un consejo de 200 personas que decidirán si puede volver con su marido.
Javier Taeño | Gaceta trotamundos
La situación de las mujeres, especialmente en pequeños pueblos y aldeas de la India, es muy vulnerable. Violaciones, vejaciones, falta de derechos e impunidad son algunas de las características que acompañan el día a día de estas luchadoras que intentan enfrentarse en vano a lo inevitable.
Uno de los últimos casos, destacado por su crueldad e incoherencia, es el de una mujer del estado de Gujarat que deberá cargar con una piedra de 40 kilos sobre su cabeza, mientras que intenta pasar un test de pureza. Un castigo que tiene que soportar por haber sido violada. Y es que en estos lugares se persigue a la víctima en lugar de al verdugo, especialmente si es del sexo femenino.
Solo sabe ella todas las penalidades que ha tenido que pasar, pero conociendo un poco su historia todo el mundo puede hacerse una idea aproximada. Fue violada, se le negó su petición de aborto y cuando tuvo al hijo se lo quitaron. Por si no fuera suficiente, el siguiente paso es la prueba de la piedra en la que tendrá que enfrentarse a 200 personas de su aldea que darán su veredicto sobre si puede volver a estar con su esposo o no.
La joven confiesa tener miedo porque además su atacante ya ha amenazado con acabar con su vida cuando salga de la cárcel. El test en sí no tiene el mayor misterio; mientras que sujeta la roca será sometida a una serie de preguntas y sus examinadores esperarán algún tipo de señal divina que les ayude a tomar una decisión. Busca probar la virtud de las mujeres “manchadas por abuso sexual”, tal y como cuenta BBC Mundo.
Afortunadamente la sociedad civil poco a poco va despertando del letargo y en los últimos meses, y siempre coincidiendo con este tipo de casos, ha habido manifestaciones que protestaban contra el desamparo al que están sometidas y las tibias medidas del Gobierno en los casos de violencia sexual.
No cabe duda que algo está cambiando en India, pero los pasos son todavía demasiado cortos y será necesario mucho tiempo para lograr una estabilidad que hoy en día está muy lejos de conseguirse.
Javier Taeño | Gaceta trotamundos
La situación de las mujeres, especialmente en pequeños pueblos y aldeas de la India, es muy vulnerable. Violaciones, vejaciones, falta de derechos e impunidad son algunas de las características que acompañan el día a día de estas luchadoras que intentan enfrentarse en vano a lo inevitable.
Uno de los últimos casos, destacado por su crueldad e incoherencia, es el de una mujer del estado de Gujarat que deberá cargar con una piedra de 40 kilos sobre su cabeza, mientras que intenta pasar un test de pureza. Un castigo que tiene que soportar por haber sido violada. Y es que en estos lugares se persigue a la víctima en lugar de al verdugo, especialmente si es del sexo femenino.
Solo sabe ella todas las penalidades que ha tenido que pasar, pero conociendo un poco su historia todo el mundo puede hacerse una idea aproximada. Fue violada, se le negó su petición de aborto y cuando tuvo al hijo se lo quitaron. Por si no fuera suficiente, el siguiente paso es la prueba de la piedra en la que tendrá que enfrentarse a 200 personas de su aldea que darán su veredicto sobre si puede volver a estar con su esposo o no.
La joven confiesa tener miedo porque además su atacante ya ha amenazado con acabar con su vida cuando salga de la cárcel. El test en sí no tiene el mayor misterio; mientras que sujeta la roca será sometida a una serie de preguntas y sus examinadores esperarán algún tipo de señal divina que les ayude a tomar una decisión. Busca probar la virtud de las mujeres “manchadas por abuso sexual”, tal y como cuenta BBC Mundo.
Afortunadamente la sociedad civil poco a poco va despertando del letargo y en los últimos meses, y siempre coincidiendo con este tipo de casos, ha habido manifestaciones que protestaban contra el desamparo al que están sometidas y las tibias medidas del Gobierno en los casos de violencia sexual.
No cabe duda que algo está cambiando en India, pero los pasos son todavía demasiado cortos y será necesario mucho tiempo para lograr una estabilidad que hoy en día está muy lejos de conseguirse.