Tres barones del Gran Buenos Aires pierden las primarias en Argentina

Las elecciones más duras se libran en la periferia en la que vota un cuarto de los argentinos

Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
Puede que las primarias presidenciales de Argentina de este domingo fuesen más una encuesta que una verdadera contienda competitiva entre candidatos de una misma fuerza política. El kirchnerista moderado Daniel Scioli no tenía rivales, mientras que el centroderechista Mauricio Macri y el peronista opositor Sergio Massa ganaron con amplitud sus peleas internas. Pero en el Gran Buenos Aires, la periferia de la capital en la que vota un cuarto de los argentinos, se libraron duras primarias para definir los candidatos a alcalde de las próximas elecciones de octubre y tres caudillos de municipios pobres sufrieron derrotas insospechadas dentro de las internas kirchneristas.


En Merlo, que tiene 524.000 habitantes, más que nueve de las 23 provincias argentinas, perdió uno de los barones del conurbano, el peronista Raul Othacehé. Este político lleva 24 años gobernando esa población y es famoso por la persecución que sufren los políticos, sacerdotes y militantes sociales que lo enfrentan. Othacehé, que acababa de volver al kirchnerismo después de dos años en la oposición, se enfrentó a otro correligionario, Gustavo Menéndez, con similar trayectoria errática, pero que esta vez contó con el apoyo especial del candidato presidencial Scioli y del progresismo kirchnerista. Así de intrincada es la construcción política en Argentina. Y Menéndez acabó venciendo las primarias kirchneristas de Merlo. “Hemos derrotado a una de las caras más feas de la política”, se enorgulleció el vencedor.

En Moreno, de 462.000 habitantes, Mariano West, que lleva 12 años gobernándolo, perdió las primarias kirchneristas ante un candidato de La Cámpora, el colectivo juvenil que fundó el hijo de Néstor y Cristina Kirchner, Máximo. West había gobernado primero ocho años, incluido los de la crisis argentina de 2001, cuando encabezó una de las manifestaciones para pedir la renuncia del entonces Gobierno del radical (centrista) Fernando de la Rúa. En 2011 volvió al poder, pero este domingo perdió ante el joven Walter Festa, que contó con el respaldo del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

El tercero de los barones que cayó derrotado fue Darío Giustozzi, en Almirante Brown, donde viven 555.000 personas. Giustozzi también se había ido hace dos años al peronismo opositor y, al igual que Othacehé, había regresado hace pocos meses ante el ascenso de Scioli en las encuestas. Los peronistas suelen apostar a ganador. Pero quien había sido alcalde de Almirante Brown entre 2007 y 2013, cuando asumió como diputado, fue doblegado esta vez por un candidato que siempre se había mantenido fiel a Scioli, Mariano Cascallares. La lealtad es un valor muy preciado en el peronismo, pese a las constantes peleas internas y traiciones entre sus dirigentes.

En otros siete de los 24 municipios del Gran Buenos Aires, los actuales alcaldes buscaron la reelección y este domingo lograron al menos superar la barrera de las primarias. En octubre se definirá su suerte. En las primarias presidenciales la oposición solo venció al kirchnerismo en tres municipios, los más ricos de la periferia: la centroderecha se impuso en Vicente López y San Isidro y el peronismo opositor, en Tigre.

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