Thereau y el Udinese asaltan la casa de la poderosa Juventus
La Juve empieza con una fea derrota en Turín su batalla para revalidar el título de campeón italiano por quinta vez consecutiva: el Udinese logró un inesperado 0-1 gracias al gran trabajo de sus defensores ante un rival que tuvo el mando del partido pero sin hacer mucho daño. Dentro una semana los campeones del Bel Paese se enfrentarán al Roma, otro de los candidatos al Scudetto, que también decepcionó ayer empatando en Verona. Los bianconeri, que salieron de inicio sin el lesionado Morata ni Dybala, empezaron el choque con Mandžukic y Coman en la delantera de un 3-5-2 que les permitió dominar el choque, pero sin crear mucho peligro: los de Colantuono, que utilizaban el mismo dibujo, defendían con orden dejando poquísimo espacio a los ataques de una Vecchia Signora que parecía sufrir ya la ausencia de la calidad de Pirlo, la garra de Vidal y la puntería de Tévez.
En la reanudación, sin embargo, el muro de los friulani empezó a mostrar grietas: Pogba, Mandžukic y Padoin tuvieron oportunidades para abrir la lata, pero faltó precisión y, sobretodo, la sangre fría típica de los bianconeri. Y el castigo llegó puntual, en el 78': contragolpe del Udinese con protagonista Koné, cuyo perfecto centro solo tuvo que ser empujado entre palos por Thereau. Un tanto que causó la enfurecida reacción de los locales (ya con Dybala y Llorente en la delantera), pero se vio más garra que fútbol y los de Colantuono hasta pudieron marcar el segundo con sus contragolpes (inmenso, en esta fase, el trabajo del colombiano Zapata). Al final, para el Udinese llegó un típico e histórico triunfo a la italiana: defensa, contragolpe y tres puntos en el bolsillo. A la Juve, que no perdía en su estadio desde el 6 de enero del 2013, hará falta más calidad y más puntería. El director general bianconero Marotta confirmó el fichaje de Cuadrado, procedente del Chelsea (cesión con opción de compra), pero será necesario algo más para su mediocampo. Quedarse con Pogba, tras haber perdido a Pirlo y Vidal, no será suficiente.
