Tailandia sigue la pista de un sospechoso por el ataque de Bangkok
Un hombre lanza un artefacto explosivo desde un puente pero no provoca heridos
Ana Salvá
Bangkok, El País
Las autoridades tailandesas siguen la pista de un joven con aspecto asiático que fue grabado por una cámara de seguridad poco antes del ataque terrorista que segó la vida de al menos 22 personas y causó heridas a otras 123 este lunes en el centro de Bangkok. Los investigadores apuntan hacia un hombre que fue captado mientras entraba en el altar hinduista de Erawan, donde según la policía fue colocada la bomba, con un paquete pero después salió caminando con las manos vacías.
Las imágenes de las cámaras, que la policía tailandesa ha difundido para tratar de localizar al sospechoso, muestran a un joven que viste camiseta amarilla y porta un bulto en la mano y una mochila a la espalda. El hombre sale del recinto sin esta última. "Necesitamos mirar imágenes antes y después del atentado para ver si este hombre está relacionado con el ataque", ha explicado el jefe de la policía nacional, Somyot Pumpanmuang, en una rueda de prensa celebrada este martes.
El primer ministro de Tailandia, Prayuth Chan Ocha, había confirmado este martes que las autoridades buscan a una persona. "He ordenado que se analicen las cámaras porque hay un sospechoso, pero no está claro quién es", dijo Prayuth, quien describió el atentado como el peor jamás perpetrado contra el país. La explosión se produjo en una zona de hoteles internacionales de cinco estrellas y cuatro grandes centros comerciales que recibe miles de visitantes tailandeses y turistas todos los días, especialmente del este de Asia. El Gobierno chino ha pedido una investigación exhaustiva.
Mientras el país todavía no se ha recuperado de la conmoción por el atentado, este martes un hombre ha lanzado aproximadamente a las 13.20 hora local (8.20 hora peninsular) un pequeño artefacto explosivo desde el conocido puente de Sathorn sobre el río Chao Phraya, una zona que también es muy transitada por turistas en la capital tailandesa. En esta ocasión la explosión no ha causado daños personales puesto que el artefacto cayó en el río. "Si no hubiera caído en el agua, con toda probabilidad habría causado víctimas", han señalado fuentes policiales.
Por el momento, ningún grupo ha asumido la autoría del atentado de los atentados, y las autoridades han asegurado que no descartan ninguna hipótesis, desde los opositores del Gobierno militar hasta la etnia de uigures que fueron deportados de Tailandia a China el mes pasado.
Imágenes de la explosión de este martes junto al embarcadero de Sathorn.
El jefe del Ejército, Udomdej Sitabutr, ha afirmado este mismo martes que el atentado "no coincide" con las tácticas utilizadas por los separatistas del sur de Tailandia, que llevan luchando desde hace más de una década y nunca antes han atacado Bangkok. "El tipo de bomba usada no es similar a las utilizadas en el sur", ha dicho Udomdej, quien es además el viceministro de Defensa. El Comando de Operaciones de Seguridad Interior había descartado horas antes que el ataque sea obra de los insurgentes musulmanes, ya que no suelen extender sus acciones fuera del bastión de la etnia malaya.
La policía ha indicado que entre los fallecidos se encuentran al menos seis tailandeses y otros 11 ciudadanos extranjeros procedentes de China, Hong Kong, Malasia, Indonesia y Singapur. No hay españoles en las listas provisionales de víctimas proporcionadas por los hospitales de Bangkok. Algunos cuerpos todavía no han sido identificados.
En la capital tailandesa no hay antecedentes de un atentado de este nivel. El pasado febrero estallaron dos pequeños explosivos frente al popular centro comercial de Siam Paragon, pero no causaron víctimas mortales ni grandes daños. Su autoría tampoco fue asumida por ningún grupo.
Ana Salvá
Bangkok, El País
Las autoridades tailandesas siguen la pista de un joven con aspecto asiático que fue grabado por una cámara de seguridad poco antes del ataque terrorista que segó la vida de al menos 22 personas y causó heridas a otras 123 este lunes en el centro de Bangkok. Los investigadores apuntan hacia un hombre que fue captado mientras entraba en el altar hinduista de Erawan, donde según la policía fue colocada la bomba, con un paquete pero después salió caminando con las manos vacías.
Las imágenes de las cámaras, que la policía tailandesa ha difundido para tratar de localizar al sospechoso, muestran a un joven que viste camiseta amarilla y porta un bulto en la mano y una mochila a la espalda. El hombre sale del recinto sin esta última. "Necesitamos mirar imágenes antes y después del atentado para ver si este hombre está relacionado con el ataque", ha explicado el jefe de la policía nacional, Somyot Pumpanmuang, en una rueda de prensa celebrada este martes.
El primer ministro de Tailandia, Prayuth Chan Ocha, había confirmado este martes que las autoridades buscan a una persona. "He ordenado que se analicen las cámaras porque hay un sospechoso, pero no está claro quién es", dijo Prayuth, quien describió el atentado como el peor jamás perpetrado contra el país. La explosión se produjo en una zona de hoteles internacionales de cinco estrellas y cuatro grandes centros comerciales que recibe miles de visitantes tailandeses y turistas todos los días, especialmente del este de Asia. El Gobierno chino ha pedido una investigación exhaustiva.
Mientras el país todavía no se ha recuperado de la conmoción por el atentado, este martes un hombre ha lanzado aproximadamente a las 13.20 hora local (8.20 hora peninsular) un pequeño artefacto explosivo desde el conocido puente de Sathorn sobre el río Chao Phraya, una zona que también es muy transitada por turistas en la capital tailandesa. En esta ocasión la explosión no ha causado daños personales puesto que el artefacto cayó en el río. "Si no hubiera caído en el agua, con toda probabilidad habría causado víctimas", han señalado fuentes policiales.
Por el momento, ningún grupo ha asumido la autoría del atentado de los atentados, y las autoridades han asegurado que no descartan ninguna hipótesis, desde los opositores del Gobierno militar hasta la etnia de uigures que fueron deportados de Tailandia a China el mes pasado.
Imágenes de la explosión de este martes junto al embarcadero de Sathorn.
El jefe del Ejército, Udomdej Sitabutr, ha afirmado este mismo martes que el atentado "no coincide" con las tácticas utilizadas por los separatistas del sur de Tailandia, que llevan luchando desde hace más de una década y nunca antes han atacado Bangkok. "El tipo de bomba usada no es similar a las utilizadas en el sur", ha dicho Udomdej, quien es además el viceministro de Defensa. El Comando de Operaciones de Seguridad Interior había descartado horas antes que el ataque sea obra de los insurgentes musulmanes, ya que no suelen extender sus acciones fuera del bastión de la etnia malaya.
La policía ha indicado que entre los fallecidos se encuentran al menos seis tailandeses y otros 11 ciudadanos extranjeros procedentes de China, Hong Kong, Malasia, Indonesia y Singapur. No hay españoles en las listas provisionales de víctimas proporcionadas por los hospitales de Bangkok. Algunos cuerpos todavía no han sido identificados.
En la capital tailandesa no hay antecedentes de un atentado de este nivel. El pasado febrero estallaron dos pequeños explosivos frente al popular centro comercial de Siam Paragon, pero no causaron víctimas mortales ni grandes daños. Su autoría tampoco fue asumida por ningún grupo.
