Sergio Ramos: habrá cumbre el jueves para renovar su contrato
Madrid, AS
El culebrón de la renovación de Sergio Ramos llega a su fin. Este jueves el capitán, su hermano René, Florentino Pérez y José Ángel Sánchez se reunirán para pactar una renovación que se había enquistado demasiado en el tiempo. El central firmará una ampliación hasta 2020 y pasará a percibir entre 8,5 y 9 millones de euros (estaba en seis millones netos).
La idea es anunciar el acuerdo antes de la disputa del Trofeo Bernabéu, que se jugará el próximo martes. Incluso, habrá un acto para proclamar a los cuatro vientos la renovación del defensa, igual que sucedió con la de Cristiano, pero aún está por determinar la fecha exacta. El club quiere sellar la paz con los aficionados con la renovación del capitán. No desean que el encuentro contra el Galatasaray se transforme en un juicio de los aficionados a Florentino Pérez como ya ocurrió en la redespedida de Casillas el pasado 13 de julio.
Aquellos pitos al presidente en la marcha de Iker han tenido mucho que ver en el impulso de la renovación de Ramos. Las posturas estaban enfrentadas y las negociaciones rotas. De hecho, el jugador transmitió al club antes de la pretemporada su deseo de marcharse: “Escuchad ofertas por mí”. En esa tesitura el Madrid rechazó las propuestas del Manchester United (principal interesado en Ramos), que se plantó en 60 millones de euros. Ahí se estancó todo. Incluso la operación De Gea, que quedó supeditada a la salida de Ramos entonces y aún no se ha resuelto (el Manchester United sigue pidiendo 45 millones por el guardameta y el Madrid no pasa de 25).
China. Con todo frenado, el primer acercamiento entre presidente y jugador se produjo en Guangzhou (China) el pasado 27 de julio. Allí se reunieron Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, René y Sergio Ramos. Se acercaron posturas y se limaron asperezas, pero no se habló de cantidades económicas. El central estaba molesto con la entidad porque en la opinión pública caló el mensaje, filtrado por el club, de que era un pesetero y que su entorno (su hermano) no estaba a la altura para negociar su renovación. También estaba disgustado porque Florentino había incumplido su promesa de subirle el salario.
Ahora, sin oferta del United de por medio y con las aguas más calmadas, todo está encaminado para que la negociación se cierre en la renovación del jueves.
El culebrón de la renovación de Sergio Ramos llega a su fin. Este jueves el capitán, su hermano René, Florentino Pérez y José Ángel Sánchez se reunirán para pactar una renovación que se había enquistado demasiado en el tiempo. El central firmará una ampliación hasta 2020 y pasará a percibir entre 8,5 y 9 millones de euros (estaba en seis millones netos).
La idea es anunciar el acuerdo antes de la disputa del Trofeo Bernabéu, que se jugará el próximo martes. Incluso, habrá un acto para proclamar a los cuatro vientos la renovación del defensa, igual que sucedió con la de Cristiano, pero aún está por determinar la fecha exacta. El club quiere sellar la paz con los aficionados con la renovación del capitán. No desean que el encuentro contra el Galatasaray se transforme en un juicio de los aficionados a Florentino Pérez como ya ocurrió en la redespedida de Casillas el pasado 13 de julio.
Aquellos pitos al presidente en la marcha de Iker han tenido mucho que ver en el impulso de la renovación de Ramos. Las posturas estaban enfrentadas y las negociaciones rotas. De hecho, el jugador transmitió al club antes de la pretemporada su deseo de marcharse: “Escuchad ofertas por mí”. En esa tesitura el Madrid rechazó las propuestas del Manchester United (principal interesado en Ramos), que se plantó en 60 millones de euros. Ahí se estancó todo. Incluso la operación De Gea, que quedó supeditada a la salida de Ramos entonces y aún no se ha resuelto (el Manchester United sigue pidiendo 45 millones por el guardameta y el Madrid no pasa de 25).
China. Con todo frenado, el primer acercamiento entre presidente y jugador se produjo en Guangzhou (China) el pasado 27 de julio. Allí se reunieron Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, René y Sergio Ramos. Se acercaron posturas y se limaron asperezas, pero no se habló de cantidades económicas. El central estaba molesto con la entidad porque en la opinión pública caló el mensaje, filtrado por el club, de que era un pesetero y que su entorno (su hermano) no estaba a la altura para negociar su renovación. También estaba disgustado porque Florentino había incumplido su promesa de subirle el salario.
Ahora, sin oferta del United de por medio y con las aguas más calmadas, todo está encaminado para que la negociación se cierre en la renovación del jueves.