Romero dice que se necesita una alianza estratégica para generar inversión en Bolivia
La Paz, Oxígeno
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró, en una entrevista exclusiva con el periódico digital Oxígeno.bo, que el país requiere para hacer frente a los efectos de la caída internacional de las materias primas una alianza estratégica con alcaldías, gobernaciones y la empresa privada para garantizar la inversión en el país.
La autoridad gubernamental, además, afirmó que para el sector empresarial será un “desafío importante” el “proponer una agenda estratégica en la cual pueda converger en nivel público en todas sus esferas”.
“Con el sector empresarial se ha podido avanzar la solución de algunas problemáticas coyunturales, pero nunca se ha definido una agenda problemática del trabajo. Tal vez ese va a hacer un nuevo desafío y ahí nosotros tenemos que esperar una actitud más propositiva del sector empresarial”, aseguró.
Para el Ministro de Gobierno, generalmente, las demandas del sector empresarial han girado “entorno a la canalización de servicios financieros; han cuestionado algunos impuestos y pidieron subsidios en algunos casos”.
Dejó en claro que el Gobierno seguirá garantizando la inversión pública, pero lo hará “generando alianzas estratégicas con gobernaciones y municipios”.
“De repente tiene sentido desarrollar alianzas programáticas para incrementar las condiciones de inversión pública. El informe anual del Presidente (Evo Morales), hizo una comparación entre recursos de inversión y recursos de gasto corriente, estamos guardando un equilibro importante”, aseveró.
Respecto a las posibles consecuencias que puede tener para el país la caída de los precios internacionales de los hidrocarburos, el Ministro de Gobierno aseguró que Bolivia ha mantenido “una posición vanguardista en términos de crecimiento”.
“Estamos empezando a generar productos de valor agregado. De todas maneras se requieren iniciativas a seguir en ese proceso de diversificación económica, de sustituciones de importaciones. Ambos pivotes son bien importantes. Bolivia es un país privilegiado, de mucho potencial, el litio de Uyuni y el hierro de Mutún, porque en torno a estos dos elementos girará la economía mundial en los próximos años. También debemos convertir al país en centro energético. Bolivia tiene el quinto lugar en cuanto a reservas hídricas. Estamos hablando de inversiones millonarias. Estamos trabajando en ello, es decir Bolivia tiene condiciones para enfrentar a cualquier tipo de circun
os confiarnos”, comentó.
Sin embargo, fue claro en afirmar que “habrá crecimiento económico” en la próxima gestión, aunque en su opinión, es prematuro asegurar que “podamos alcanzar un crecimiento del 4,6%”.
“Bolivia ha hecho inversiones grandes, pero son inversiones que no van a redituar en el cortísimo plazo, tienen que desarrollarse y eso va a llevar unos tres años más. El próximo año es de incertidumbre porque si la economía mundial sigue desacelerándose, comprometiendo los mercados y sigue devaluando las monedas, es lógico que vamos a tener un impacto”, reconoció.
El 6 de agosto, en su mensaje al país, el presidente Evo Morales, admitió que la economía boliviana sentirá un golpe como consecuencia de la caída en los precios de los hidrocarburos y de los minerales, cuyas exportaciones son parte fundamental en los ingresos bolivianos. “Vamos a tener una pérdida de 2.500 millones de dólares”, dijo el mandatario.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró, en una entrevista exclusiva con el periódico digital Oxígeno.bo, que el país requiere para hacer frente a los efectos de la caída internacional de las materias primas una alianza estratégica con alcaldías, gobernaciones y la empresa privada para garantizar la inversión en el país.
La autoridad gubernamental, además, afirmó que para el sector empresarial será un “desafío importante” el “proponer una agenda estratégica en la cual pueda converger en nivel público en todas sus esferas”.
“Con el sector empresarial se ha podido avanzar la solución de algunas problemáticas coyunturales, pero nunca se ha definido una agenda problemática del trabajo. Tal vez ese va a hacer un nuevo desafío y ahí nosotros tenemos que esperar una actitud más propositiva del sector empresarial”, aseguró.
Para el Ministro de Gobierno, generalmente, las demandas del sector empresarial han girado “entorno a la canalización de servicios financieros; han cuestionado algunos impuestos y pidieron subsidios en algunos casos”.
Dejó en claro que el Gobierno seguirá garantizando la inversión pública, pero lo hará “generando alianzas estratégicas con gobernaciones y municipios”.
“De repente tiene sentido desarrollar alianzas programáticas para incrementar las condiciones de inversión pública. El informe anual del Presidente (Evo Morales), hizo una comparación entre recursos de inversión y recursos de gasto corriente, estamos guardando un equilibro importante”, aseveró.
Respecto a las posibles consecuencias que puede tener para el país la caída de los precios internacionales de los hidrocarburos, el Ministro de Gobierno aseguró que Bolivia ha mantenido “una posición vanguardista en términos de crecimiento”.
“Estamos empezando a generar productos de valor agregado. De todas maneras se requieren iniciativas a seguir en ese proceso de diversificación económica, de sustituciones de importaciones. Ambos pivotes son bien importantes. Bolivia es un país privilegiado, de mucho potencial, el litio de Uyuni y el hierro de Mutún, porque en torno a estos dos elementos girará la economía mundial en los próximos años. También debemos convertir al país en centro energético. Bolivia tiene el quinto lugar en cuanto a reservas hídricas. Estamos hablando de inversiones millonarias. Estamos trabajando en ello, es decir Bolivia tiene condiciones para enfrentar a cualquier tipo de circun
os confiarnos”, comentó.
Sin embargo, fue claro en afirmar que “habrá crecimiento económico” en la próxima gestión, aunque en su opinión, es prematuro asegurar que “podamos alcanzar un crecimiento del 4,6%”.
“Bolivia ha hecho inversiones grandes, pero son inversiones que no van a redituar en el cortísimo plazo, tienen que desarrollarse y eso va a llevar unos tres años más. El próximo año es de incertidumbre porque si la economía mundial sigue desacelerándose, comprometiendo los mercados y sigue devaluando las monedas, es lógico que vamos a tener un impacto”, reconoció.
El 6 de agosto, en su mensaje al país, el presidente Evo Morales, admitió que la economía boliviana sentirá un golpe como consecuencia de la caída en los precios de los hidrocarburos y de los minerales, cuyas exportaciones son parte fundamental en los ingresos bolivianos. “Vamos a tener una pérdida de 2.500 millones de dólares”, dijo el mandatario.