Real Madrid-Bayern: un amistoso para que ardan los árboles
Múnich, AS
Un Bayern-Real Madrid no es amistoso ni en agosto. La Audi Cup no es un torneo oficial pero los dos lo van a pelear como si lo fuera. Especialmente los bávaros, que tienen una lista de cuitas pendientes con el Madrid. La última vez que los blancos visitaron al Bayern en el Allianz Arena fue en la vuelta de las semifinales de la Champions 2013-14 tras el 1-0 en el Bernabéu y Rummenigge prometió que “iban a arder hasta los árboles”. Pero no tuvo que aparecer el Seprona alemán. El extintor fue un humillante 0-4 cimentado en dos testarazos imperiales de Ramos, todo un revolcón precursor de la Décima y que sigue incrustrado en la psique del orgulloso hincha muniqués. Y en la de Guardiola. “El planteamiento de aquel partido fue mi peor cagada como entrenador”, fue su confesión al periodista Martí Perarnau, y que éste reflejó en su libro Herr Pep.
Precisamente Guardiola aparece en esta batalla estival ya tensionado. Anda de uñas con la prensa germana y varias leyendas como Effenberg y Matthäus después de que el Bayern dijera auf wiedersehen a la Supercopa alemana hace sólo cuatro días. Todo un fiasco ante el Wolfsburgo, que empató en el 89’ y ganó luego en los penaltis. Es la tercera Supercopa que se le escapa en sus tres años en la Bundesliga. Una nueva derrota contra el Madrid y en suelo bávaro abriría grietas bajo los pies del técnico de Santpedor.
Su colega en el banquillo del Madrid, Rafa Benítez, vivirá su primera experiencia contra el Bayern y también frente a Pep, todo un regate a la estadística para un hombre que ha levantado una Champions, una Copa de la UEFA y acumula 105 partidos en Europa. El madrileño se estrenará ante el ogro muniqués sin hallar aún la piedra filosofal con Bale, el verso suelto que no encaja en el soneto del técnico. Pese a su gol ayer al Tottenham, las musas prefieren el arpa de Isco al toque de corneta sin fin del galés.
Rotar o no rotar. Es buen día para ver si Benítez se aferra a uno de sus mantras, las rotaciones, y presenta un once muy remozado, o repite con gran parte del equipo de ayer pese al cansancio. Keylor relevará a Casilla y entrarán Carvajal y Pepe por Danilo y Varane. Arriba puede repetir con lo más granado, habida cuenta de que sustituyó con prontitud a Kroos, Modric, James, Isco y Jesé.
Guardiola se guardó de inicio ante el Milán el armamento pesado pensando en verse hoy con el Madrid. Reservó a Neuer y a Xabi Alonso, el arquitecto de aquel 0-4 de 2014 y que hoy mesa su pelirroja barba con la camiseta a juego del Bayern. Un reencuentro que no será el único. Pep también le ahorró esfuerzos a Lewandowski, el coco del Borussia en el 4-1 al Madrid de Mourinho. Como para considerarlo un amistoso veraniego.
Un Bayern-Real Madrid no es amistoso ni en agosto. La Audi Cup no es un torneo oficial pero los dos lo van a pelear como si lo fuera. Especialmente los bávaros, que tienen una lista de cuitas pendientes con el Madrid. La última vez que los blancos visitaron al Bayern en el Allianz Arena fue en la vuelta de las semifinales de la Champions 2013-14 tras el 1-0 en el Bernabéu y Rummenigge prometió que “iban a arder hasta los árboles”. Pero no tuvo que aparecer el Seprona alemán. El extintor fue un humillante 0-4 cimentado en dos testarazos imperiales de Ramos, todo un revolcón precursor de la Décima y que sigue incrustrado en la psique del orgulloso hincha muniqués. Y en la de Guardiola. “El planteamiento de aquel partido fue mi peor cagada como entrenador”, fue su confesión al periodista Martí Perarnau, y que éste reflejó en su libro Herr Pep.
Precisamente Guardiola aparece en esta batalla estival ya tensionado. Anda de uñas con la prensa germana y varias leyendas como Effenberg y Matthäus después de que el Bayern dijera auf wiedersehen a la Supercopa alemana hace sólo cuatro días. Todo un fiasco ante el Wolfsburgo, que empató en el 89’ y ganó luego en los penaltis. Es la tercera Supercopa que se le escapa en sus tres años en la Bundesliga. Una nueva derrota contra el Madrid y en suelo bávaro abriría grietas bajo los pies del técnico de Santpedor.
Su colega en el banquillo del Madrid, Rafa Benítez, vivirá su primera experiencia contra el Bayern y también frente a Pep, todo un regate a la estadística para un hombre que ha levantado una Champions, una Copa de la UEFA y acumula 105 partidos en Europa. El madrileño se estrenará ante el ogro muniqués sin hallar aún la piedra filosofal con Bale, el verso suelto que no encaja en el soneto del técnico. Pese a su gol ayer al Tottenham, las musas prefieren el arpa de Isco al toque de corneta sin fin del galés.
Rotar o no rotar. Es buen día para ver si Benítez se aferra a uno de sus mantras, las rotaciones, y presenta un once muy remozado, o repite con gran parte del equipo de ayer pese al cansancio. Keylor relevará a Casilla y entrarán Carvajal y Pepe por Danilo y Varane. Arriba puede repetir con lo más granado, habida cuenta de que sustituyó con prontitud a Kroos, Modric, James, Isco y Jesé.
Guardiola se guardó de inicio ante el Milán el armamento pesado pensando en verse hoy con el Madrid. Reservó a Neuer y a Xabi Alonso, el arquitecto de aquel 0-4 de 2014 y que hoy mesa su pelirroja barba con la camiseta a juego del Bayern. Un reencuentro que no será el único. Pep también le ahorró esfuerzos a Lewandowski, el coco del Borussia en el 4-1 al Madrid de Mourinho. Como para considerarlo un amistoso veraniego.