Por qué causa polémica la donación de fetos abortados en EE.UU
EEUU, BBC
Arrancó en EE.UU. la batalla para hacerse con la nominación republicana de cara a las presidenciales en de 2016 y como en campañas anteriores, el tema del aborto vuelve a aparecer en los discursos de la mayoría de candidatos.
Esta vez los aspirantes conservadores a la Casa Blanca tienen el punto de mira a Planned Parenthood (PP), el mayor proveedor de servicios reproductivos del país, que atiende cada año a más de dos millones de personas.
La imagen de esta organización
se ha visto dañada en las últimas semanas después de que un grupo antiabortista hiciera públicos unos videos en los que aparecen algunos de sus altos ejecutivos supuestamente discutiendo con un lenguaje gráfico la venta de órganos y tejidos de fetos abortados.
Además, en las grabaciones con cámara oculta llevadas a cabo por The Center for Medical Progress, los representantes de Planned Parnthood aparentemente hablan de modificar la forma en la que llevan a cabo las interrupciones de los embarazos para obtener determinados órganos.
En EE.UU. tanto la venta de órganos fetales como la modificación de las técnicas de aborto para la obtención de esos órganos están prohibidas por ley.
Desde Planned Parenthood se han defendido diciendo que los videos han sido editados para dañar la imagen de la organización y han asegurado que no hacen negocio con los abortos que practican, cobrando tan sólo por los gastos de conservación y transporte de los tejidos fetales a los centros de investigación que los utilizan.
Eso es precisamente lo que han hecho en los últimos días estados como Alabama y Luisiana,
mientras algunos congresistas conservadores están amenazando con
bloquear los próximos presupuestos del gobierno federal si no se le
quitan los fondos a PP, después de que la semana pasada no lograran que
se aprobara una ley que tenía ese objetivo.
Desde el bando demócrata, han defendido la labor que hace Planned Parenthood como proveedora de servicios de salud para muchas mujeres de bajos recursos y han insistido en que los abortos representan tan sólo un 3% de sus actividades, que incluyen la prescripción de anticonceptivos y la realización de pruebas de detección del cáncer o del VIH.
Además, señalan que las alrededor de 300.000 interrupciones del embarazos llevadas a cabo cada año por PP no se financian con dinero de las arcas federales, ya que ello está prohibido por ley, a excepción de los casos en los que peligre la vida de la madre.
Al mismo tiempo, recuerdan que las investigaciones que se han hecho en las últimas décadas con tejidos fetales han ayudado a lograr avances en la lucha contra enfermedades como la polio o el Parkinson.
Por el momento The Center for Medical Progress ha sacado a la luz 5 videos y ha anunciado que publicará nuevas grabaciones en los próximos días, asegurándose así de que la cuestión del aborto permanece en el centro del debate político de cara a las presidenciales de 2016.
“Despiertan algunas dudas sobre cómo se están obteniendo los tejidos fetales (…), aunque también hay que tener en cuenta que la gente que ha hecho esas grabaciones tiene un objetivo político, que es atacar a Planned Parenthood”, señala el experto.
“No creo que se pueda sacar ninguna conclusión de esos videos porque lo que se habla en ellos son generalidades. Sí me parece es que el lenguaje que utilizan los representantes de Planned Partehood es poco respetuoso“.
Preguntado sobre cuán común es el uso de órganos fetales en el campo
de la investigación médica en EE.UU., Caplan señala que en las últimas
décadas estos se han ido sustituyendo por células madre.
“A principios de los 90 las investigaciones con tejido fetal era muy prometedoras, aunque muchos experimentos no consiguieron los resultados esperados“.
“Entonces, a fines de los 90 la mayoría de investigadores interesados en la medicina regenerativa se decantaron por utilizar células madre en vez de tejido fetal, que en la actualidad se usa principalmente para estudiar patologías de los fetos”.
“No sabemos realmente si lo que están cobrando se corresponde solo
con sus costos, y eso debería ser investigado por las autoridades”.
Según el experto de la NYU, “los científicos que trabajan con tejidos fetales saben que se trata de un actividad controvertida y prefieren no hablar de ello en público, temiendo incluso por su seguridad personal”, por las amenazas que reciben de grupos antiabortistas.
Caplan considera que las donaciones de tejidos fetales no están supervisadas como debería, “entre otras cosas porque los propios políticos no quieren tratar este controvertido asunto“.
“El aborto es controvertido en EE.UU. por varias razones. Este país es más religioso que otras naciones desarrolladas y es un asunto que se solucionó en el plano judicial pero no en el político, y esa no es la mejor forma”.
“Además, en años rientes se ha hecho más fácil poder ver imágenes de los fetos y entendemos más sobre su desarrollo, lo que los hace más reales e influencia la opinión de la gente“, señala Caplan.
Según el experto, “esta polémica es un nuevo capítulo en la guerra del aborto” que se viene librando en EE.UU. desde hace décadas, sin que se vislumbre una tregua en el horizonte..
Arrancó en EE.UU. la batalla para hacerse con la nominación republicana de cara a las presidenciales en de 2016 y como en campañas anteriores, el tema del aborto vuelve a aparecer en los discursos de la mayoría de candidatos.
Esta vez los aspirantes conservadores a la Casa Blanca tienen el punto de mira a Planned Parenthood (PP), el mayor proveedor de servicios reproductivos del país, que atiende cada año a más de dos millones de personas.
La imagen de esta organización
se ha visto dañada en las últimas semanas después de que un grupo antiabortista hiciera públicos unos videos en los que aparecen algunos de sus altos ejecutivos supuestamente discutiendo con un lenguaje gráfico la venta de órganos y tejidos de fetos abortados.
Además, en las grabaciones con cámara oculta llevadas a cabo por The Center for Medical Progress, los representantes de Planned Parnthood aparentemente hablan de modificar la forma en la que llevan a cabo las interrupciones de los embarazos para obtener determinados órganos.
En EE.UU. tanto la venta de órganos fetales como la modificación de las técnicas de aborto para la obtención de esos órganos están prohibidas por ley.
Desde Planned Parenthood se han defendido diciendo que los videos han sido editados para dañar la imagen de la organización y han asegurado que no hacen negocio con los abortos que practican, cobrando tan sólo por los gastos de conservación y transporte de los tejidos fetales a los centros de investigación que los utilizan.
Fin a la financiación
La polémica ha dado nueva munición a los grupos antiabortistas, que han recibido el apoyo de la mayoría de precandidatos republicanos a la presidencia de EE.UU., que se han comprometido a retirar la financiación pública a Planned Parenthood, que asciende a unos US$500 millones.Desde el bando demócrata, han defendido la labor que hace Planned Parenthood como proveedora de servicios de salud para muchas mujeres de bajos recursos y han insistido en que los abortos representan tan sólo un 3% de sus actividades, que incluyen la prescripción de anticonceptivos y la realización de pruebas de detección del cáncer o del VIH.
Además, señalan que las alrededor de 300.000 interrupciones del embarazos llevadas a cabo cada año por PP no se financian con dinero de las arcas federales, ya que ello está prohibido por ley, a excepción de los casos en los que peligre la vida de la madre.
Al mismo tiempo, recuerdan que las investigaciones que se han hecho en las últimas décadas con tejidos fetales han ayudado a lograr avances en la lucha contra enfermedades como la polio o el Parkinson.
Por el momento The Center for Medical Progress ha sacado a la luz 5 videos y ha anunciado que publicará nuevas grabaciones en los próximos días, asegurándose así de que la cuestión del aborto permanece en el centro del debate político de cara a las presidenciales de 2016.
Dudas
“Es cierto que algunas de las cosas que se dicen en esos videos son preocupantes“, asegura en conversación con BBC Mundo Arthur Caplan, director de la división de ética de la facultad de medicina de la Universidad de Nueva York (NYU, por sus siglas en inglés).“Despiertan algunas dudas sobre cómo se están obteniendo los tejidos fetales (…), aunque también hay que tener en cuenta que la gente que ha hecho esas grabaciones tiene un objetivo político, que es atacar a Planned Parenthood”, señala el experto.
“No creo que se pueda sacar ninguna conclusión de esos videos porque lo que se habla en ellos son generalidades. Sí me parece es que el lenguaje que utilizan los representantes de Planned Partehood es poco respetuoso“.
“A principios de los 90 las investigaciones con tejido fetal era muy prometedoras, aunque muchos experimentos no consiguieron los resultados esperados“.
“Entonces, a fines de los 90 la mayoría de investigadores interesados en la medicina regenerativa se decantaron por utilizar células madre en vez de tejido fetal, que en la actualidad se usa principalmente para estudiar patologías de los fetos”.
El papel de los intermediarios
Caplan señala que los que se están aprovechando de estas donaciones de fetos –que únicamente se pueden hacer con el consentimiento de las mujeres– son los intermediarios, “que son tanto compañías como individuos que ponen a disposición de los investigadores los tejidos a cambio de grandes cantidades de dinero“.Según el experto de la NYU, “los científicos que trabajan con tejidos fetales saben que se trata de un actividad controvertida y prefieren no hablar de ello en público, temiendo incluso por su seguridad personal”, por las amenazas que reciben de grupos antiabortistas.
Caplan considera que las donaciones de tejidos fetales no están supervisadas como debería, “entre otras cosas porque los propios políticos no quieren tratar este controvertido asunto“.
“El aborto es controvertido en EE.UU. por varias razones. Este país es más religioso que otras naciones desarrolladas y es un asunto que se solucionó en el plano judicial pero no en el político, y esa no es la mejor forma”.
“Además, en años rientes se ha hecho más fácil poder ver imágenes de los fetos y entendemos más sobre su desarrollo, lo que los hace más reales e influencia la opinión de la gente“, señala Caplan.
Según el experto, “esta polémica es un nuevo capítulo en la guerra del aborto” que se viene librando en EE.UU. desde hace décadas, sin que se vislumbre una tregua en el horizonte..