Merkel se enfrenta a una creciente rebelión por el rescate a Grecia
Si 100 diputados democristianos rechazan el pacto, se consideraría un revés para la canciller
Enrique Müller
Berlín, El País
La canciller Angela Merkel acude este miércoles a una peligrosa sesión extraordinaria del Parlamento Federal para pedirle a los legisladores de su país que voten a favor de un nuevo paquete de rescate para Grecia por 86.000 millones de euros. Aunque la aprobación no corre peligro, gracias al apoyo incondicional de los diputados socialdemócratas y de los Verdes, la votación puede poner de manifiesto las serias divisiones que existen en el seno del grupo parlamentario democristiano con respecto a la ayuda a Grecia. Si un centenar de parlamentarios vota en contra del rescate, se consideraría un serio revés para la canciller. Según el periódico Bild, está previsto que más de 120 diputados rechacen la ayuda a Atenas.
Desde que el Eurogrupo aprobó el viernes pasado el nuevo paquete de rescate, tanto Merkel como el jefe del grupo parlamentario democristiano, Wolfgang Kauder, pusieron en marcha un delicado mecanismo para impedir que la votación se convierta en un revés que ponga en cuestión la autoridad de la canciller. En la última votación, realizada el 17 de julio pasado, para aprobar el inicio de las negociaciones, 60 diputados democristianos votaron en contra y cinco se abstuvieron.
Para evitar un contratiempo similar o peor, Kauder amenazó la semana pasada con represalias a los diputados rebeldes y declaró que la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el nuevo paquete de rescate era una importante condición para el apoyo de su partido.
La amenaza del poderoso jefe del grupo parlamentario democratacristiano enfureció a los diputados rebeldes y ha hecho creer que este miércoles la revuelta será aún mayor. “Según informaciones fidedignas del grupo parlamentario, más de 120 diputados votarán en contra”, señaló el periódico Bild al informar acerca de la revuelta.
Si 100 o más diputados democristianos votan en contra, el resultado de la votación sería un importante revés para la autoridad de la canciller y un peligro aún mayor para Volker Kauder. Las ayudas a Grecia se han convertido en una amenaza para decenas de diputados que han comprobado que los planes de rescate son rechazados por los electores alemanes. Más del 57% de la población se ha mostrado en contra de un tercer paquete de rescate y un 84% se muestra convencido de que las promesas de reformas del Gobierno griego no son verdaderas.
Merkel está en una posición complicada debido a la postura que ha adoptado el FMI con respecto al nuevo paquete de ayuda. La directora gerente del organismo, Christine Lagarde, insiste en que el FMI apoyará el rescate si se asegura la sostenibilidad de la deuda y si se aprueba “un alivio significativo” de la misma, una medida que el Gobierno alemán rechaza. Lagarde dijo a los ministros del Eurogrupo que la participación del organismo estará supeditada a que Atenas pase el examen ante los socios, algo que ocurrirá el próximo octubre.
La incertidumbre que existe en torno a la participación del FMI en el nuevo paquete de ayuda puede complicar la votación de este miércoles en el Bundestag. Merkel condicionó el apoyo de su Gobierno en la ayuda a Grecia a la participación del FMI. “Sin un compromiso firme del FMI, tendríamos una nueva situación”, admitió el influyente diputado rebelde Wolfgang Bosbach. Unas declaraciones que llevan implícita una nueva amenaza: sin el apoyo del FMI, Merkel corre el riesgo de perder la mayoría de su grupo parlamentario.
La canciller ha manifestado su confianza en la participación del FMI en el nuevo rescate. “Participó en las negociaciones y lo apoyará”, dijo el domingo, durante una entrevista con la segunda cadena de TV pública, ZDF. Durante la entrevista, Merkel también se mostró a favor de ayudar a Grecia a aliviar su deuda. “Hay margen de maniobra en lo que respecta a los tipos de interés y los plazos de vencimiento”, dijo, pero reiteró que su Gobierno rechaza una quita de la deuda.
Enrique Müller
Berlín, El País
La canciller Angela Merkel acude este miércoles a una peligrosa sesión extraordinaria del Parlamento Federal para pedirle a los legisladores de su país que voten a favor de un nuevo paquete de rescate para Grecia por 86.000 millones de euros. Aunque la aprobación no corre peligro, gracias al apoyo incondicional de los diputados socialdemócratas y de los Verdes, la votación puede poner de manifiesto las serias divisiones que existen en el seno del grupo parlamentario democristiano con respecto a la ayuda a Grecia. Si un centenar de parlamentarios vota en contra del rescate, se consideraría un serio revés para la canciller. Según el periódico Bild, está previsto que más de 120 diputados rechacen la ayuda a Atenas.
Desde que el Eurogrupo aprobó el viernes pasado el nuevo paquete de rescate, tanto Merkel como el jefe del grupo parlamentario democristiano, Wolfgang Kauder, pusieron en marcha un delicado mecanismo para impedir que la votación se convierta en un revés que ponga en cuestión la autoridad de la canciller. En la última votación, realizada el 17 de julio pasado, para aprobar el inicio de las negociaciones, 60 diputados democristianos votaron en contra y cinco se abstuvieron.
Para evitar un contratiempo similar o peor, Kauder amenazó la semana pasada con represalias a los diputados rebeldes y declaró que la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el nuevo paquete de rescate era una importante condición para el apoyo de su partido.
La amenaza del poderoso jefe del grupo parlamentario democratacristiano enfureció a los diputados rebeldes y ha hecho creer que este miércoles la revuelta será aún mayor. “Según informaciones fidedignas del grupo parlamentario, más de 120 diputados votarán en contra”, señaló el periódico Bild al informar acerca de la revuelta.
Si 100 o más diputados democristianos votan en contra, el resultado de la votación sería un importante revés para la autoridad de la canciller y un peligro aún mayor para Volker Kauder. Las ayudas a Grecia se han convertido en una amenaza para decenas de diputados que han comprobado que los planes de rescate son rechazados por los electores alemanes. Más del 57% de la población se ha mostrado en contra de un tercer paquete de rescate y un 84% se muestra convencido de que las promesas de reformas del Gobierno griego no son verdaderas.
Merkel está en una posición complicada debido a la postura que ha adoptado el FMI con respecto al nuevo paquete de ayuda. La directora gerente del organismo, Christine Lagarde, insiste en que el FMI apoyará el rescate si se asegura la sostenibilidad de la deuda y si se aprueba “un alivio significativo” de la misma, una medida que el Gobierno alemán rechaza. Lagarde dijo a los ministros del Eurogrupo que la participación del organismo estará supeditada a que Atenas pase el examen ante los socios, algo que ocurrirá el próximo octubre.
La incertidumbre que existe en torno a la participación del FMI en el nuevo paquete de ayuda puede complicar la votación de este miércoles en el Bundestag. Merkel condicionó el apoyo de su Gobierno en la ayuda a Grecia a la participación del FMI. “Sin un compromiso firme del FMI, tendríamos una nueva situación”, admitió el influyente diputado rebelde Wolfgang Bosbach. Unas declaraciones que llevan implícita una nueva amenaza: sin el apoyo del FMI, Merkel corre el riesgo de perder la mayoría de su grupo parlamentario.
La canciller ha manifestado su confianza en la participación del FMI en el nuevo rescate. “Participó en las negociaciones y lo apoyará”, dijo el domingo, durante una entrevista con la segunda cadena de TV pública, ZDF. Durante la entrevista, Merkel también se mostró a favor de ayudar a Grecia a aliviar su deuda. “Hay margen de maniobra en lo que respecta a los tipos de interés y los plazos de vencimiento”, dijo, pero reiteró que su Gobierno rechaza una quita de la deuda.