Mendes, en Manchester para agilizar la operación De Gea
Manchester, As
Mendes ha estado en Manchester, donde continuó trabajando para seguir con otro de sus veranos locos que le sigue manteniendo en lo más alto de la lista de representantes del negocio del fútbol. Tenía varias cosas por hacer en su visita, principalmente revisar el acuerdo del Manchester City con Otamendi, otro de sus representados, que será hecho público hoy tras hacer ayer las pertinentes fotografías oficiales y entrevistas con los medios del club. También tiene pendiente el asunto De Gea y quería agilizarlo. Hay pocas novedades al respecto, pero ya la estrategia está clara: esperar a los últimos días del mercado para cerrar el asunto. El mensaje que le llega al futbolista es optimista: nadie duda que acabará en el Madrid.
Quedan todavía doce días antes del cierre del mercado y el club español es consciente de que en las negociaciones con el United el dinero no será lo más importante: habrá que hacerlo intentando que todos (United, de Gea, incluso Madrid) queden bien. El Manchester tiene suficiente presupuesto como para no vender a De Gea ni a nadie; podrían, por ejemplo, haber pagado por Pedro la cláusula y el IRPF si fuera necesario. Al final Van Gaal (o así lo cuentan desde el club) cambió de idea aunque otras fuentes apuntan que el Chelsea fue más listo. Si los jugadores hubieran querido, el United hoy tendría en la plantilla a Bale y Ramos. No les importaría perder los 30 millones de euros o más que sacarán por de Gea, aunque comercialmente no tenga sentido porque le quedan doce meses de su contrato.
Lo que no quiere el United es dar la impresión de que se ha dejado embaucar o ha tenido que ceder a presiones externas. Si el Manchester United consigue explicar a su audiencia (medios británicos y afición) que lo han vendido a buen precio, el acuerdo (que llegará) se hará más pronto que tarde.
El United y su verano difícil
Curiosa situación la del Manchester United: el segundo club más rico del mundo (en eso también rivaliza con el Real Madrid cuando aparece la lista de Forbes) no acaba de convencer a algunos de los mejores futbolistas del planeta para cambiar de residencia. Ni Bale, ni Ramos, ni Otamendi, ni tampoco de Gea (que tuvo una oferta de renovación en la primavera del 2014 que van Gaal detuvo) se han sentido atraídos por el proyecto de Old Trafford. La misma respuesta ha recibido de Cesc y de Cristiano el verano pasado. De ahí la dureza en la posición red.
Mendes ha estado en Manchester, donde continuó trabajando para seguir con otro de sus veranos locos que le sigue manteniendo en lo más alto de la lista de representantes del negocio del fútbol. Tenía varias cosas por hacer en su visita, principalmente revisar el acuerdo del Manchester City con Otamendi, otro de sus representados, que será hecho público hoy tras hacer ayer las pertinentes fotografías oficiales y entrevistas con los medios del club. También tiene pendiente el asunto De Gea y quería agilizarlo. Hay pocas novedades al respecto, pero ya la estrategia está clara: esperar a los últimos días del mercado para cerrar el asunto. El mensaje que le llega al futbolista es optimista: nadie duda que acabará en el Madrid.
Quedan todavía doce días antes del cierre del mercado y el club español es consciente de que en las negociaciones con el United el dinero no será lo más importante: habrá que hacerlo intentando que todos (United, de Gea, incluso Madrid) queden bien. El Manchester tiene suficiente presupuesto como para no vender a De Gea ni a nadie; podrían, por ejemplo, haber pagado por Pedro la cláusula y el IRPF si fuera necesario. Al final Van Gaal (o así lo cuentan desde el club) cambió de idea aunque otras fuentes apuntan que el Chelsea fue más listo. Si los jugadores hubieran querido, el United hoy tendría en la plantilla a Bale y Ramos. No les importaría perder los 30 millones de euros o más que sacarán por de Gea, aunque comercialmente no tenga sentido porque le quedan doce meses de su contrato.
Lo que no quiere el United es dar la impresión de que se ha dejado embaucar o ha tenido que ceder a presiones externas. Si el Manchester United consigue explicar a su audiencia (medios británicos y afición) que lo han vendido a buen precio, el acuerdo (que llegará) se hará más pronto que tarde.
El United y su verano difícil
Curiosa situación la del Manchester United: el segundo club más rico del mundo (en eso también rivaliza con el Real Madrid cuando aparece la lista de Forbes) no acaba de convencer a algunos de los mejores futbolistas del planeta para cambiar de residencia. Ni Bale, ni Ramos, ni Otamendi, ni tampoco de Gea (que tuvo una oferta de renovación en la primavera del 2014 que van Gaal detuvo) se han sentido atraídos por el proyecto de Old Trafford. La misma respuesta ha recibido de Cesc y de Cristiano el verano pasado. De ahí la dureza en la posición red.