Japón reactiva su primer reactor nuclear tras el desastre de Fukushima
Japón, BBC
Japón reactivó su primer reactor nuclear tras el desastre de la planta de Fukushima en 2011 bajo nuevas regulaciones de seguridad.
Todas las plantas nucleare
s del país fueron clausuradas gradualmente tras una serie de fallos y fundiciones en la planta nuclear provocados por el tsunami y terremoto.
Pero después de pasar las nuevas y estrictas pruebas de seguridad, la empresa Kyushu Electric Powe reactivó el reactor número uno de su planta de Sendai el martes en la mañana.
Todavía hay mucha ansiedad pública por el regreso a la energía nuclear.
Ha habido protestas frente a la planta de Sendai y la residencia del primer ministro Shinzo Abe en Tokio, a unos 1.000 kilómetros de distancia.
El corresponsal de la BBC en Tokio, Rupert Wingfield-Hayes indica que después de que se dijo a la gente que un desastre como el de Fukushima nunca podría ocurrir, la confianza pública ha sido perturbada.
Un total de 25 plantas han solicitado su reactivación, dice Wingfield-Hayes, pero todas enfrentan desafíos legales de los habitantes locales.
El portavoz de Kyushu Electric, Tomomitsu Sakata, anunció que el reactor recomenzó sus actividades sin problemas.
Indicó que se necesitarán 24 horas para que tenga lugar una reacción total, y que se espera que la planta comience a generar energía el viernes.
Alcanzará su capacidad total el próximo mes.
El primer ministro Abe dijo el lunes que los reactores habían pasado “las regulaciones de seguridad más estrictas del mundo”.
Desde que se clausuraron todas las plantas nucleares, Japón ha estado dependiendo de la importación de combustibles fósiles para su energía, con un enorme costo.
La Autoridad de Regulaciones Nucleares de Japón aprobó el reinicio de dos reactores de la planta de Sendai en septiembre pasado.
Se han gastado más de US$100 millones en el establecimiento de los nuevos sistemas de seguridad en la planta de Sendai.
Se espera que el segundo reactor comience a operar nuevamente en octubre.
Pero los residentes locales afirman que las nuevas regulaciones de seguridad no son suficientemente estrictas. Les preocupan los riesgos potenciales de los volcanes activos en la región.
El terremoto de 2011, uno de los más poderosos que han azotado la costa de Japón, causó la muerte de 16.000 personas y más de 2.500 siguen desaparecidas.
Unos 160.000 habitantes fueron evacuados de las áreas adyacentes y debido a los continuos altos niveles de radiación la mayoría nunca han podido regresar a sus hogares.
Todas las plantas nucleare
s del país fueron clausuradas gradualmente tras una serie de fallos y fundiciones en la planta nuclear provocados por el tsunami y terremoto.
Pero después de pasar las nuevas y estrictas pruebas de seguridad, la empresa Kyushu Electric Powe reactivó el reactor número uno de su planta de Sendai el martes en la mañana.
Todavía hay mucha ansiedad pública por el regreso a la energía nuclear.
Ha habido protestas frente a la planta de Sendai y la residencia del primer ministro Shinzo Abe en Tokio, a unos 1.000 kilómetros de distancia.
Un total de 25 plantas han solicitado su reactivación, dice Wingfield-Hayes, pero todas enfrentan desafíos legales de los habitantes locales.
“Primero la seguridad”
Kyushu indicó que el reactor No. 1 en Sendai comenzó a operar nuevamente a las 10.30 hora local.El portavoz de Kyushu Electric, Tomomitsu Sakata, anunció que el reactor recomenzó sus actividades sin problemas.
Alcanzará su capacidad total el próximo mes.
El primer ministro Abe dijo el lunes que los reactores habían pasado “las regulaciones de seguridad más estrictas del mundo”.
Desde que se clausuraron todas las plantas nucleares, Japón ha estado dependiendo de la importación de combustibles fósiles para su energía, con un enorme costo.
Se han gastado más de US$100 millones en el establecimiento de los nuevos sistemas de seguridad en la planta de Sendai.
Se espera que el segundo reactor comience a operar nuevamente en octubre.
El terremoto de 2011, uno de los más poderosos que han azotado la costa de Japón, causó la muerte de 16.000 personas y más de 2.500 siguen desaparecidas.
Unos 160.000 habitantes fueron evacuados de las áreas adyacentes y debido a los continuos altos niveles de radiación la mayoría nunca han podido regresar a sus hogares.