El Wolfsburgo gana y Guardiola sigue sin alzar la Supercopa
A falta de dos semanas para que de comienzo la Bundesliga, al Bayern de Munich aun le hace falta tomar algún que otro ajuste en su planteamiento defensivo para volver a hacerse con la ensaladera. El conjunto dirigido por Pep Guardiola cayo ayer por penaltis en la final de la Supercopa de Alemania ante el Wolfsburgo después de empatar a uno y mostrar una serie de debilidades que no pago antes debido a la poca puntería mostrada por parte del campeón de la DFB-Pokal. Eso si, los de Hecking si que se apuntan un año mas a la caza de los muniqueses en la Bundesliga si finalmente logran retener a su gran estrella Kevin de Bruyne, a la que quiere media Europa.
Pep Guardiola se desquiciaba en la banda y no era para menos. Ante un rival directo como lo es el Wolfsburgo, el técnico español comprobó que el Bayern sigue con su pegada habitual arriba, mas ahora que en Douglas Costa le ha añadido un verdadero puñal por la izquierda, pero que a nivel individual aun comete demasiados errores. Pudieron adelantarse los muniqueses en un tiro de Boateng que se estrello en el travesaño, también la tuvo Douglas a bocajarro y decidió entregársela a Müller en fuera de juego, pero luego el cuadro bávaro cometió los mismos fallos que lo fusilaron el pasado enero en el Volkswagen Arena.
En aquel entonces, el Wolfsburgo mato al Bayern a la contra y termino pasando por encima del líder con un 4-1 monumental, y esta vez no se adelanto debido a la poca puntería de sus puntas. Perisic pudo rematar a placer un corner de Rodríguez y la mandó fuera, al igual que de Bruyne a portería vacía después de un fallo de entendimiento entre Neuer y Benatia. El marroquí también protagonizo una escena en la que casi llega a marcar en propia puerta.
Al final, el jarro de agua fría fue para el cuadro local nada mas comenzar la segunda mitad. Douglas volvió a pisar el acelerador por la banda izquierda, la puso rasa al primer palo donde Lewandowski la peino para que Robben definiera a placer (49.). Y cuando el Bayern con el marcador a su favor parecía sentirse cómodo sobre el terreno de juego, un pase entre líneas de de Bruyne volvió a poner en evidencia a la defensa muniqués. Menos a Neuer, que logro detener el pobre disparo de Dost.
Dicho intercambio de golpes también se debió al poco acierto de la medular formada por Xabi Alonso, Thiago y Müller en tirar de posesión para tranquilizar el juego, algo que tampoco ocurrió tras la entrada del recién contratado Vidal por el ex del Barcelona. El chileno protagonizo dos entradas por las que vio amarilla y no pudo impedir que el imperial de Bruyne se colase por la banda derecha en el último suspiro del encuentro y le sirviera el esférico en bandeja a Bendtner para que el danés pusiera las tablas. Y los penaltis, esto se sabe desde la final de la Champions 2012, siguen sin ser el principal aliado de los bávaros.