El rey saudí acorta sus vacaciones en Francia tras la protesta ciudadana
El cierre de una playa pública y las medidas de seguridad provocaron la indignación
Ana Teruel
París, El País
Los turistas y vecinos de Vallauris, en la Costa Azul francesa, pueden disfrutar de nuevo desde primera hora de la mañana de la pequeña playa de Mirandole. La presencia del rey de Arabia Saudí, Salmán Bin Abdelaziz, había llevado a cerrar esta playa pública, que se encuentra a los pies de su lujosa villa de Golfe-Juan. Después de ocho días de estancia en su mansión, adquirida en 1979 por el rey Fahd, el monarca saudí puso fin el domingo a sus polémicas vacaciones en Francia para dirigirse a Marruecos.
Al igual que la estancia, la partida del rey hacia el aeropuerto de Niza no pasó desapercibida. A mediodía del domingo, la policía cortó la circulación para dejar pasar la comitiva de la limusina del monarca, en la que se encontraba hasta una ambulancia. Cerca de un millar de saudíes acompañaban al rey en sus vacaciones, alojados en los grandes hoteles de lujo de Niza, a apenas 5 kilómetros de la mansión de Golfe-Juan. Entre la mitad y los tres cuartos de estos súbditos habían abandonado también sus palacetes el domingo, según las autoridades locales.
En principio, el monarca tenía previsto disfrutar del litoral de la Costa Azul posiblemente hasta finales de agosto, según indicó la Embajada saudí en Francia. Se desconocen los motivos que han llevado al rey Salmán a acortar su presencia, ni si volverá a pasar por Francia antes de regresar a Arabia Saudí, pero el entorno del soberano había manifestado su disgusto por el polémica generada.
El cierre de esta playa pública y el conjunto de medidas de seguridad que acompañaron la estancia del monarca habían provocado en efecto una oleada de indignación entre los vecinos y escandalizado a la opinión pública en todo el país. El consejero municipal en la oposición en Vallauris Golfe-Juan, Jean-Noël Falcou, había lanzado una petición en línea que contaba con más de 150.000 firmas. Su intención era entregarla a la delegación del Gobierno este martes, 4 de agosto. Se trata de una fecha simbólica y con un mensaje muy claro, dado que es el aniversario de la abolición de los privilegios en 1789 durante la Revolución Francesa.
Además de provocar el cierre del acceso a las arenas finas de Mirandole, el monarca habría pedido que se retirara a una mujer del equipo policial encargado de velar por la seguridad de su mansión. El objetivo era evitar que se cruzara con el personal masculino de su comitiva a la hora de darse un baño en las aguas del Mediterráneo. La información, revelada por el semanario Marianne, fue desmentida por las autoridades locales pero alimentó un poco más el escándalo.
El rey saudí también había hecho instalar un ascensor desde su mansión hasta la playa. El proyecto, inicialmente bloqueado por las autoridades, recibió finalmente el aval del Estado con la condición de que sea desmantelado tras la partida del rey. También se ha instalado una pasarela metálica junto a las rocas para facilitar el acceso a otra zona del litoral. Antes de la llegada del monarca, unos obreros se habían puesto manos a la obra para instalar una verjas que bloqueaban los accesos a la playa Mirandole, pero las autoridades locales paralizaron el proyecto.
Ana Teruel
París, El País
Los turistas y vecinos de Vallauris, en la Costa Azul francesa, pueden disfrutar de nuevo desde primera hora de la mañana de la pequeña playa de Mirandole. La presencia del rey de Arabia Saudí, Salmán Bin Abdelaziz, había llevado a cerrar esta playa pública, que se encuentra a los pies de su lujosa villa de Golfe-Juan. Después de ocho días de estancia en su mansión, adquirida en 1979 por el rey Fahd, el monarca saudí puso fin el domingo a sus polémicas vacaciones en Francia para dirigirse a Marruecos.
Al igual que la estancia, la partida del rey hacia el aeropuerto de Niza no pasó desapercibida. A mediodía del domingo, la policía cortó la circulación para dejar pasar la comitiva de la limusina del monarca, en la que se encontraba hasta una ambulancia. Cerca de un millar de saudíes acompañaban al rey en sus vacaciones, alojados en los grandes hoteles de lujo de Niza, a apenas 5 kilómetros de la mansión de Golfe-Juan. Entre la mitad y los tres cuartos de estos súbditos habían abandonado también sus palacetes el domingo, según las autoridades locales.
En principio, el monarca tenía previsto disfrutar del litoral de la Costa Azul posiblemente hasta finales de agosto, según indicó la Embajada saudí en Francia. Se desconocen los motivos que han llevado al rey Salmán a acortar su presencia, ni si volverá a pasar por Francia antes de regresar a Arabia Saudí, pero el entorno del soberano había manifestado su disgusto por el polémica generada.
El cierre de esta playa pública y el conjunto de medidas de seguridad que acompañaron la estancia del monarca habían provocado en efecto una oleada de indignación entre los vecinos y escandalizado a la opinión pública en todo el país. El consejero municipal en la oposición en Vallauris Golfe-Juan, Jean-Noël Falcou, había lanzado una petición en línea que contaba con más de 150.000 firmas. Su intención era entregarla a la delegación del Gobierno este martes, 4 de agosto. Se trata de una fecha simbólica y con un mensaje muy claro, dado que es el aniversario de la abolición de los privilegios en 1789 durante la Revolución Francesa.
Además de provocar el cierre del acceso a las arenas finas de Mirandole, el monarca habría pedido que se retirara a una mujer del equipo policial encargado de velar por la seguridad de su mansión. El objetivo era evitar que se cruzara con el personal masculino de su comitiva a la hora de darse un baño en las aguas del Mediterráneo. La información, revelada por el semanario Marianne, fue desmentida por las autoridades locales pero alimentó un poco más el escándalo.
El rey saudí también había hecho instalar un ascensor desde su mansión hasta la playa. El proyecto, inicialmente bloqueado por las autoridades, recibió finalmente el aval del Estado con la condición de que sea desmantelado tras la partida del rey. También se ha instalado una pasarela metálica junto a las rocas para facilitar el acceso a otra zona del litoral. Antes de la llegada del monarca, unos obreros se habían puesto manos a la obra para instalar una verjas que bloqueaban los accesos a la playa Mirandole, pero las autoridades locales paralizaron el proyecto.