El Niño pone en alerta a las costas latinoamericanas del Pacífico
La situación causó que la temperatura del mar sobrepasara en agosto en dos grados los valores normales en el norte del país
Jacqueline Fowks
Lima, El País
“El fenómeno nos está avisando con bastante tiempo, es difícil saber cómo va a terminar”, afirma el científico peruano Ken Takahashi, coordinador técnico del Comité Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (ENFEN), el órgano estatal especializado en el tema.
El fenómeno El Niño azota Perú desde julio, cuando 14 regiones fueron declaradas en emergencia, lo que permite planificar gastos no previstos en el presupuesto público para la limpieza y descolmatación de los ríos del norte. El ENFEN evaluará el próximo viernes la probabilidad de que el evento climático pase de “fuerte” a “extraordinario”, lo que tendría consecuencias devastadoras a partir de diciembre —el verano austral—, como ya ocurrió en 1983 y 1997.
Distintos niveles
“El Niño es el calentamiento anormal y sostenido de la superficie del Océano Pacífico. Provoca intensas lluvias y, aunque es un fenómeno recurrente, no es periódico a escala interanual”, afirma Takahashi. El experto explica que el mar de la costa peruana es frío para su latitud (unos 17 grados de media), debido a los vientos alisios que mueven las corrientes oceánicas. El fenómeno se considera “moderado” cuando el aumento de la temperatura del aire y el mar es inferior a 1,7 grados; “fuerte” si oscila entre 1,7 y 3; y “extraordinario” si supera los 3.
Si a partir de diciembre, cuando llegue el verano a Perú, la temperatura del mar llega a alcanzar los 26 grados, la densa capa de humedad y el aire frío que suele haber en la costa peruana ascenderán, lo que podría desatar, como ya ocurrió en años anteriores, lluvias extremas, inundaciones, deslizamientos, erosión y desalinización, explica Takahashi.
El coordinador técnico del ENFEN opina, sin embargo, que El Niño actual no es como ninguno de los fenómenos anteriores considerados fuertes (1983 y 1997). “Este año sí hay condiciones para un Niño extraordinario”, afirma. Además, Takahashi aclaró que la magnitud del fenómeno climático en el Pacífico central (conocida por los científicos como la zona 3.4) puede ser diferente, más o menos intensa, que en la costa de Sudamérica (la zona denominada 1+2).
Afectada la pesca
Quizá para otros países no es tan importante tratar de determinar la magnitud, pero sí para Perú. El 14º informe de ENFEN, divulgado el pasado viernes, también reporta que el incremento de la temperatura del mar ha causado un cambio en el patrón de reproducción de la anchoveta, una especie marina muy importante para el gremio pesquero en el país, ya que es el principal insumo para la fabricación de harina de pescado.
Marilú Bouchon, funcionaria del Instituto del Mar del Perú y miembro del ENFEN, aseguró a este diario que un crucero ha comenzado un trabajo para informar en un período de 50 días cómo el evento climático puede afectar a los recursos pesqueros. Bouchon explicó, sin embargo, que es normal que la anchoveta esté dejando de lado su reproducción para buscar aguas más frías y proteger su vida.
Jacqueline Fowks
Lima, El País
“El fenómeno nos está avisando con bastante tiempo, es difícil saber cómo va a terminar”, afirma el científico peruano Ken Takahashi, coordinador técnico del Comité Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (ENFEN), el órgano estatal especializado en el tema.
El fenómeno El Niño azota Perú desde julio, cuando 14 regiones fueron declaradas en emergencia, lo que permite planificar gastos no previstos en el presupuesto público para la limpieza y descolmatación de los ríos del norte. El ENFEN evaluará el próximo viernes la probabilidad de que el evento climático pase de “fuerte” a “extraordinario”, lo que tendría consecuencias devastadoras a partir de diciembre —el verano austral—, como ya ocurrió en 1983 y 1997.
Distintos niveles
“El Niño es el calentamiento anormal y sostenido de la superficie del Océano Pacífico. Provoca intensas lluvias y, aunque es un fenómeno recurrente, no es periódico a escala interanual”, afirma Takahashi. El experto explica que el mar de la costa peruana es frío para su latitud (unos 17 grados de media), debido a los vientos alisios que mueven las corrientes oceánicas. El fenómeno se considera “moderado” cuando el aumento de la temperatura del aire y el mar es inferior a 1,7 grados; “fuerte” si oscila entre 1,7 y 3; y “extraordinario” si supera los 3.
Si a partir de diciembre, cuando llegue el verano a Perú, la temperatura del mar llega a alcanzar los 26 grados, la densa capa de humedad y el aire frío que suele haber en la costa peruana ascenderán, lo que podría desatar, como ya ocurrió en años anteriores, lluvias extremas, inundaciones, deslizamientos, erosión y desalinización, explica Takahashi.
El coordinador técnico del ENFEN opina, sin embargo, que El Niño actual no es como ninguno de los fenómenos anteriores considerados fuertes (1983 y 1997). “Este año sí hay condiciones para un Niño extraordinario”, afirma. Además, Takahashi aclaró que la magnitud del fenómeno climático en el Pacífico central (conocida por los científicos como la zona 3.4) puede ser diferente, más o menos intensa, que en la costa de Sudamérica (la zona denominada 1+2).
Afectada la pesca
Quizá para otros países no es tan importante tratar de determinar la magnitud, pero sí para Perú. El 14º informe de ENFEN, divulgado el pasado viernes, también reporta que el incremento de la temperatura del mar ha causado un cambio en el patrón de reproducción de la anchoveta, una especie marina muy importante para el gremio pesquero en el país, ya que es el principal insumo para la fabricación de harina de pescado.
Marilú Bouchon, funcionaria del Instituto del Mar del Perú y miembro del ENFEN, aseguró a este diario que un crucero ha comenzado un trabajo para informar en un período de 50 días cómo el evento climático puede afectar a los recursos pesqueros. Bouchon explicó, sin embargo, que es normal que la anchoveta esté dejando de lado su reproducción para buscar aguas más frías y proteger su vida.