El misterio de los restos del MH370
El material y estructura del alerón del avión desaparecido explican que se desplazara flotando de un extremo al otro del océano Índico
Pablo Wang / Ana Teruel
Hong Kong / París, El País
¿Es posible que los restos de un avión siniestrado en alta mar se desplacen a tanta distancia como parece haber ocurrido en la tragedia del vuelo MH370? Un año y medio después de que el aparato, que volaba de Kuala Lumpur a Pekín, desapareciera de los radares, el hallazgo de decenas de piezas de una aeronave en la isla francesa de Reunión, en el sureste del continente africano, ha puesto las primeras piezas del puzle que debe resolver el misterio del MH370.
Mientras las autoridades francesas analizan con cautela los restos hallados, con un operativo desde este viernes intensificado por tierra, mar y aire, el Gobierno malasio asegura que no hay dudas de que las piezas pertenecen al avión de Malaysia Airlines, en medio de un gran enfado de las familias de las víctimas, que denuncian falta de información.
La Oficina de Seguridad del Transporte de Australia, encargada de la búsqueda submarina en el Índico sur, sostiene que, según los más recientes modelos de comportamiento de objetos a la deriva en corrientes marinas, “en los 16 meses hasta julio de 2015 es posible que varias piezas hayan flotado hacia el norte y luego hacia el oeste del punto del accidente”. El documento agrega que restos del avión MH370 podrían ser hallados “tan hacia el oeste del área de búsqueda como la isla Reunión”.
El piloto profesional y experto en aeronáutica Chuck Yen también lo ve posible por la composición de algunas de las piezas. Según apunta, el alerón está hecho de un material sintético y no metálico, lo que explica su flotabilidad. Su estructura interna en panal ayuda a atrapar el aire, lo que sumado a su composición (principalmente de fibras sintéticas) explicaría cómo pudo mantenerse a flote durante más de un año.
Corrientes oceánicas en el Índico
En cuanto a la información que se pueda sacar del alerón sobre lo que pasó con el avión, Yen conjetura que el aparato podría haber terminado su viaje en el mar, pero que “habría impactado a una velocidad relativamente lenta, en una especie de aterrizaje forzado y no estrellándose completamente fuera de control”. Por su parte, Alan Lau, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad Politécnica de Hong Kong y experto en materiales sintéticos para la aeronáutica, descarta el aterrizaje controlado: “Para que el alerón —conectado al ala mediante pistones— se desprenda de esta forma, el impacto en el mar debe haberse producido a gran velocidad”.
En lo que todos coinciden es en la necesidad de cautela. “Es muy pronto todavía, no nos apresuremos a sacar conclusiones con lo poco que tenemos”, advierte el profesor Lau, quien aboga por no descartar ninguna hipótesis.
Los fragmentos hallados en Reunión el 29 de julio, que fueron precintados y enviados en avión a París y Toulouse, están siendo analizando en Francia porque fueron descubiertas en territorio francés y la Fiscalía de París tiene abierta una investigación judicial desde mayo de 2014 por homicidio involuntario, ampliada a secuestro de la aeronave.
Los restos de alerón están siendo analizados en la Dirección General del Armamento en Técnicas Aeronáuticas (DGA-TA) de Balma, el centro que también investigó lo ocurrido con el vuelo de Air France que se estrelló en el Atlántico en junio de 2009 cuando cubría la ruta París-Río con 228 personas a bordo. En cuanto a la maleta encontrada, ha sido enviada al Instituto Criminal de la Gendarmería Nacional de Pontoise, a las afueras de París.
La dimensión, de unos 2 metros cuadrados, el color y la estructura de las junturas de este alerón de alta velocidad han revelado, según los expertos, que se trataba de parte de un Boeing 777, el aparato del MH370. La documentación técnica aportada por Malaysia Airlines permitió luego comprobar sus características comunes. Según la fiscalía de París, todavía son necesarios exámenes adicionales para llegar a una conclusión definitiva, aunque estos elementos aportaban "fuertes presunciones" de que se trata en efecto de un fragmento del MH370.
El fragmento de fuselaje está siendo sometido ahora a varias pruebas. Entre ellas, explicó Pierre Bascary, antiguo director de la Dirección General de Aviación, el análisis, a través de un microscopio electrónico con capacidad para agrandar hasta 100.000 veces un elemento. Este servirá para examinar la forma en la que la pieza se ha desprendido del resto del aparato y si el avión se desintegró en pleno vuelo o se estrelló en mar. Otro indicio que resaltan los especialistas son los pequeños crustáceos presentes tanto en el alerón como en la maleta. El tipo de especie de la que se trata, de aguas más frías o más tropicales, así como su edad, podrían dar indicaciones sobre el recorrido efectuado por los fragmentos y ayudar a la localización del resto de las piezas.
Para el francés Ghyslain Wattrelos, cuya esposa y dos hijos viajaban a bordo del MH370, el avión fue secuestrado y a continuación o bien fue abatido o bien tuvo un incidente técnico. “Si encontramos más restos, me creeré que ha sido un accidente, siempre y cuando me digan por qué, cómo y dónde. Si no, consideraré que me han mentido desde el principio”, declaraba esta semana al NouvelObs.
En cualquier caso, y a pesar de la cautela de la fiscalía, Francia parece convencida de que pueden aparecer más piezas que ayuden a resolver el puzle. Por ello ha movilizado medios aéreos y marítimos para rastrear un área de 120x50 kilómetros situada al este de La Reunión. A estos se suman las patrullas terrestres de la gendarmería y la policía y otros recursos locales. Las autoridades han determinado la zona a partir del lugar del hallazgo del alerón y en función de la circulación de las corrientes observada la semana pasada.
Una aeronave militar CASA con 13 tripulantes a bordo —10 de ellos observadores— sobrevoló ya el área este viernes. Su trabajo consiste en localizar posibles restos desde el aire. En caso de detectar algún fragmento, un helicóptero de la marina nacional será movilizado para identificarlo de forma más detallada antes de enviar una patrulla marítima a recogerlo. El rastreo está previsto por un periodo inicial de una semana, al término del cual se hará un primer balance.
Hasta ahora se han descubierto ya unos 90 restos, en su mayoría “micropiezas”, según las autoridades locales, que han sido entregadas a la Brigada de Gendarmería de Transporte Aéreo. Todavía no han sido identificadas y siguen siendo examinadas, en el marco de la investigación judicial. El descubrimiento de los restos ha provocado una verdadera búsqueda del tesoro por parte de la población local y de turistas. La empresa Reefcube, basada en la vecina isla Mauricio, hasta ha desarrollado una aplicación para móviles para ayudar a categorizar los posibles hallazgos.
Pablo Wang / Ana Teruel
Hong Kong / París, El País
¿Es posible que los restos de un avión siniestrado en alta mar se desplacen a tanta distancia como parece haber ocurrido en la tragedia del vuelo MH370? Un año y medio después de que el aparato, que volaba de Kuala Lumpur a Pekín, desapareciera de los radares, el hallazgo de decenas de piezas de una aeronave en la isla francesa de Reunión, en el sureste del continente africano, ha puesto las primeras piezas del puzle que debe resolver el misterio del MH370.
Mientras las autoridades francesas analizan con cautela los restos hallados, con un operativo desde este viernes intensificado por tierra, mar y aire, el Gobierno malasio asegura que no hay dudas de que las piezas pertenecen al avión de Malaysia Airlines, en medio de un gran enfado de las familias de las víctimas, que denuncian falta de información.
La Oficina de Seguridad del Transporte de Australia, encargada de la búsqueda submarina en el Índico sur, sostiene que, según los más recientes modelos de comportamiento de objetos a la deriva en corrientes marinas, “en los 16 meses hasta julio de 2015 es posible que varias piezas hayan flotado hacia el norte y luego hacia el oeste del punto del accidente”. El documento agrega que restos del avión MH370 podrían ser hallados “tan hacia el oeste del área de búsqueda como la isla Reunión”.
El piloto profesional y experto en aeronáutica Chuck Yen también lo ve posible por la composición de algunas de las piezas. Según apunta, el alerón está hecho de un material sintético y no metálico, lo que explica su flotabilidad. Su estructura interna en panal ayuda a atrapar el aire, lo que sumado a su composición (principalmente de fibras sintéticas) explicaría cómo pudo mantenerse a flote durante más de un año.
Corrientes oceánicas en el Índico
En cuanto a la información que se pueda sacar del alerón sobre lo que pasó con el avión, Yen conjetura que el aparato podría haber terminado su viaje en el mar, pero que “habría impactado a una velocidad relativamente lenta, en una especie de aterrizaje forzado y no estrellándose completamente fuera de control”. Por su parte, Alan Lau, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad Politécnica de Hong Kong y experto en materiales sintéticos para la aeronáutica, descarta el aterrizaje controlado: “Para que el alerón —conectado al ala mediante pistones— se desprenda de esta forma, el impacto en el mar debe haberse producido a gran velocidad”.
En lo que todos coinciden es en la necesidad de cautela. “Es muy pronto todavía, no nos apresuremos a sacar conclusiones con lo poco que tenemos”, advierte el profesor Lau, quien aboga por no descartar ninguna hipótesis.
Los fragmentos hallados en Reunión el 29 de julio, que fueron precintados y enviados en avión a París y Toulouse, están siendo analizando en Francia porque fueron descubiertas en territorio francés y la Fiscalía de París tiene abierta una investigación judicial desde mayo de 2014 por homicidio involuntario, ampliada a secuestro de la aeronave.
Los restos de alerón están siendo analizados en la Dirección General del Armamento en Técnicas Aeronáuticas (DGA-TA) de Balma, el centro que también investigó lo ocurrido con el vuelo de Air France que se estrelló en el Atlántico en junio de 2009 cuando cubría la ruta París-Río con 228 personas a bordo. En cuanto a la maleta encontrada, ha sido enviada al Instituto Criminal de la Gendarmería Nacional de Pontoise, a las afueras de París.
La dimensión, de unos 2 metros cuadrados, el color y la estructura de las junturas de este alerón de alta velocidad han revelado, según los expertos, que se trataba de parte de un Boeing 777, el aparato del MH370. La documentación técnica aportada por Malaysia Airlines permitió luego comprobar sus características comunes. Según la fiscalía de París, todavía son necesarios exámenes adicionales para llegar a una conclusión definitiva, aunque estos elementos aportaban "fuertes presunciones" de que se trata en efecto de un fragmento del MH370.
El fragmento de fuselaje está siendo sometido ahora a varias pruebas. Entre ellas, explicó Pierre Bascary, antiguo director de la Dirección General de Aviación, el análisis, a través de un microscopio electrónico con capacidad para agrandar hasta 100.000 veces un elemento. Este servirá para examinar la forma en la que la pieza se ha desprendido del resto del aparato y si el avión se desintegró en pleno vuelo o se estrelló en mar. Otro indicio que resaltan los especialistas son los pequeños crustáceos presentes tanto en el alerón como en la maleta. El tipo de especie de la que se trata, de aguas más frías o más tropicales, así como su edad, podrían dar indicaciones sobre el recorrido efectuado por los fragmentos y ayudar a la localización del resto de las piezas.
Para el francés Ghyslain Wattrelos, cuya esposa y dos hijos viajaban a bordo del MH370, el avión fue secuestrado y a continuación o bien fue abatido o bien tuvo un incidente técnico. “Si encontramos más restos, me creeré que ha sido un accidente, siempre y cuando me digan por qué, cómo y dónde. Si no, consideraré que me han mentido desde el principio”, declaraba esta semana al NouvelObs.
En cualquier caso, y a pesar de la cautela de la fiscalía, Francia parece convencida de que pueden aparecer más piezas que ayuden a resolver el puzle. Por ello ha movilizado medios aéreos y marítimos para rastrear un área de 120x50 kilómetros situada al este de La Reunión. A estos se suman las patrullas terrestres de la gendarmería y la policía y otros recursos locales. Las autoridades han determinado la zona a partir del lugar del hallazgo del alerón y en función de la circulación de las corrientes observada la semana pasada.
Una aeronave militar CASA con 13 tripulantes a bordo —10 de ellos observadores— sobrevoló ya el área este viernes. Su trabajo consiste en localizar posibles restos desde el aire. En caso de detectar algún fragmento, un helicóptero de la marina nacional será movilizado para identificarlo de forma más detallada antes de enviar una patrulla marítima a recogerlo. El rastreo está previsto por un periodo inicial de una semana, al término del cual se hará un primer balance.
Hasta ahora se han descubierto ya unos 90 restos, en su mayoría “micropiezas”, según las autoridades locales, que han sido entregadas a la Brigada de Gendarmería de Transporte Aéreo. Todavía no han sido identificadas y siguen siendo examinadas, en el marco de la investigación judicial. El descubrimiento de los restos ha provocado una verdadera búsqueda del tesoro por parte de la población local y de turistas. La empresa Reefcube, basada en la vecina isla Mauricio, hasta ha desarrollado una aplicación para móviles para ayudar a categorizar los posibles hallazgos.