Donald Trump expulsa de una rueda de prensa al periodista Jorge Ramos
“Siéntese, no le he dado la palabra. Vuélvase a Univisión”, le dijo el magnate al presentador estrella de la cadena en español
Silvia Ayuso
Washington, El País
El enfrentamiento del candidato republicano Donald Trump con la comunidad latina alcanzó este martes una nueva cota cuando el magnate devenido en político expulsó de una rueda de prensa en Iowa a Jorge Ramos, el periodista estrella de la cadena hispana Univisión.
“Siéntese, no le he dado la palabra. Vuélvase a Univisión”, le espetó Trump al periodista de origen mexicano, uno de los más críticos con la postura antiinmigrante del magnate neoyorquino, cuando Ramos trató de hacerle una pregunta sobre inmigración en una conferencia previa a un mitin del empresario en Dubuque, Iowa, al que según la prensa estadounidense acudieron unas 3.000 personas.
Poco después, un miembro del equipo de seguridad de Trump obligó a salir a Ramos de la sala de prensa, mientras el periodista seguía tratando de arrancarle una respuesta al candidato republicano, que lidera todas las encuestas entre los 17 presidenciables de su partido.
Cuestionado por otros periodistas de la sala por su decisión, Trump insistió en que Ramos se había puesto a lanzar preguntas sin que él le diera la palabra. “Creo que ni siquiera lo había conocido antes. Empezó a gritar y yo no soy el que le escoltó hasta la salida, eso fue el personal de seguridad”, dijo Trump, visiblemente molesto. “Se puso de pie y empezó a gritar, así que quizás también él cometió una falta”, acusó. “Obviamente es alguien muy emocional, así que no tengo problemas con su expulsión", agregó.
El incidente, recogido por las cámaras que grababan la rueda de prensa, se convirtió rápidamente en noticia en las principales cadenas nacionales. Hecho por el que quizás Trump reconsideró su postura y su equipo volvió a dejar a entrar a Ramos a la sala.
Un duro y polémico plan
Casi de inmediato, Ramos volvió a pedir la palabra para retar al candidato republicano a que explicara cómo piensa expulsar a 11 millones de indocumentados del país, negar la ciudadanía a los bebés nacidos en territorio estadounidense de padres indocumentados o construir un muro de miles de kilómetros que divida la frontera, como afirma en su plan migratorio, el único programa de gobierno que ha presentado hasta el momento.
“¿Cómo construir miles de kilómetros de muro? Muy fácil, soy un constructor. Es más difícil construir un edificio de 95 plantas”, replicó Trump, que volvió a reafirmarse en sus acusaciones de que los inmigrantes que cruzan la frontera de México son en buena parte criminales y “lanzan drogas por la valla” fronteriza.
Según el candidato republicano, su plan de expulsar a indocumentados se realizaría “de manera muy humana”, aunque no especificó cómo lo haría más allá de afirmar que empezaría por devolver a sus países a las “bandas criminales, con los verdaderamente malos”.
El periodista mexicano le recriminó también por el uso del término altamente despectivo anchor babies (bebés ancla) para referirse a los hijos de indocumentados que reciben la nacionalidad estadounidense. “Yo tengo un corazón más grande que usted”, le contestó Trump a Ramos, a quien acusó de hablar también de “ilegales”. Cuando el periodista hispano le corrigió y le dijo que no era cierto, porque “no hay seres humanos ilegales”, Trump le respondió: “Pues debería usar (ese término), eso es lo que son, ‘inmigrantes ilegales’”, recalcó.
El magnate de la construcción le recordó además a Ramos que forma parte de la demanda por 500 millones de dólares que presentó el magnate contra Univision después de que la emisora hispana rompiera el contrato que mantenía con el empresario para retransmitir el concurso Miss Universo por sus ofensas hacia los inmigrantes y la comunidad latina en general al lanzar su campaña presidencial en junio.
Trump y la prensa
Jorge Ramos es una referencia en el panorama periodístico de Estados Unidos -no solo entre la comunidad hispana- cuando se trata de hablar de temas de interés de la comunidad latina, especialmente el asunto de la reforma migratoria.
Pero el periodista hispano no es el único informador con quien se enfrenta el polémico candidato presidencial.
Trump aprovechó el regreso en la noche del lunes a su programa tras unas vacaciones de la periodista Megyn Kelly para reabrir el frente que mantiene con la estrella de la cadena Fox con una serie de ataques en Twitter. “Megyn Kelly debe haber tenido unas vacaciones terribles, realmente está fuera de juego” o “debería volver a irse de vacaciones, qué manera de perder una hora con Fox”, fueron algunos de sus mensajes, a la par que retuiteó otros en los que se usaba el término machista bimbo (muñeca o barbie) para describir a la periodista.
El candidato republicano lleva atacando a la informadora desde que esta le hiciera duras preguntas por sus posiciones -especialmente contra las mujeres- durante el primer debate republicano a comienzos de agosto, que ella moderó con ayuda. Los comentarios misóginos de Trump contra Kelly, insinuando que la periodista estaba menstruando y que por eso había sido tan agresiva con él, le valieron una reprobación generalizada y su expulsión de un importante evento conservador. Sus redoblados ataques también han sido condenados. El presidente de Fox, Roger Ailes, exigió a Trump que se disculpe por su “inaceptable ataque sin provocación” previa contra la periodista. “Donald Trump rara vez se disculpa, pero en este caso debería hacerlo”, insistió el jefe de la influyente cadena conservadora, un referente del electorado republicano. Trump les está haciendo esperar con esa disculpa que no llega.
Silvia Ayuso
Washington, El País
El enfrentamiento del candidato republicano Donald Trump con la comunidad latina alcanzó este martes una nueva cota cuando el magnate devenido en político expulsó de una rueda de prensa en Iowa a Jorge Ramos, el periodista estrella de la cadena hispana Univisión.
“Siéntese, no le he dado la palabra. Vuélvase a Univisión”, le espetó Trump al periodista de origen mexicano, uno de los más críticos con la postura antiinmigrante del magnate neoyorquino, cuando Ramos trató de hacerle una pregunta sobre inmigración en una conferencia previa a un mitin del empresario en Dubuque, Iowa, al que según la prensa estadounidense acudieron unas 3.000 personas.
Poco después, un miembro del equipo de seguridad de Trump obligó a salir a Ramos de la sala de prensa, mientras el periodista seguía tratando de arrancarle una respuesta al candidato republicano, que lidera todas las encuestas entre los 17 presidenciables de su partido.
Cuestionado por otros periodistas de la sala por su decisión, Trump insistió en que Ramos se había puesto a lanzar preguntas sin que él le diera la palabra. “Creo que ni siquiera lo había conocido antes. Empezó a gritar y yo no soy el que le escoltó hasta la salida, eso fue el personal de seguridad”, dijo Trump, visiblemente molesto. “Se puso de pie y empezó a gritar, así que quizás también él cometió una falta”, acusó. “Obviamente es alguien muy emocional, así que no tengo problemas con su expulsión", agregó.
El incidente, recogido por las cámaras que grababan la rueda de prensa, se convirtió rápidamente en noticia en las principales cadenas nacionales. Hecho por el que quizás Trump reconsideró su postura y su equipo volvió a dejar a entrar a Ramos a la sala.
Un duro y polémico plan
Casi de inmediato, Ramos volvió a pedir la palabra para retar al candidato republicano a que explicara cómo piensa expulsar a 11 millones de indocumentados del país, negar la ciudadanía a los bebés nacidos en territorio estadounidense de padres indocumentados o construir un muro de miles de kilómetros que divida la frontera, como afirma en su plan migratorio, el único programa de gobierno que ha presentado hasta el momento.
“¿Cómo construir miles de kilómetros de muro? Muy fácil, soy un constructor. Es más difícil construir un edificio de 95 plantas”, replicó Trump, que volvió a reafirmarse en sus acusaciones de que los inmigrantes que cruzan la frontera de México son en buena parte criminales y “lanzan drogas por la valla” fronteriza.
Según el candidato republicano, su plan de expulsar a indocumentados se realizaría “de manera muy humana”, aunque no especificó cómo lo haría más allá de afirmar que empezaría por devolver a sus países a las “bandas criminales, con los verdaderamente malos”.
El periodista mexicano le recriminó también por el uso del término altamente despectivo anchor babies (bebés ancla) para referirse a los hijos de indocumentados que reciben la nacionalidad estadounidense. “Yo tengo un corazón más grande que usted”, le contestó Trump a Ramos, a quien acusó de hablar también de “ilegales”. Cuando el periodista hispano le corrigió y le dijo que no era cierto, porque “no hay seres humanos ilegales”, Trump le respondió: “Pues debería usar (ese término), eso es lo que son, ‘inmigrantes ilegales’”, recalcó.
El magnate de la construcción le recordó además a Ramos que forma parte de la demanda por 500 millones de dólares que presentó el magnate contra Univision después de que la emisora hispana rompiera el contrato que mantenía con el empresario para retransmitir el concurso Miss Universo por sus ofensas hacia los inmigrantes y la comunidad latina en general al lanzar su campaña presidencial en junio.
Trump y la prensa
Jorge Ramos es una referencia en el panorama periodístico de Estados Unidos -no solo entre la comunidad hispana- cuando se trata de hablar de temas de interés de la comunidad latina, especialmente el asunto de la reforma migratoria.
Pero el periodista hispano no es el único informador con quien se enfrenta el polémico candidato presidencial.
Trump aprovechó el regreso en la noche del lunes a su programa tras unas vacaciones de la periodista Megyn Kelly para reabrir el frente que mantiene con la estrella de la cadena Fox con una serie de ataques en Twitter. “Megyn Kelly debe haber tenido unas vacaciones terribles, realmente está fuera de juego” o “debería volver a irse de vacaciones, qué manera de perder una hora con Fox”, fueron algunos de sus mensajes, a la par que retuiteó otros en los que se usaba el término machista bimbo (muñeca o barbie) para describir a la periodista.
El candidato republicano lleva atacando a la informadora desde que esta le hiciera duras preguntas por sus posiciones -especialmente contra las mujeres- durante el primer debate republicano a comienzos de agosto, que ella moderó con ayuda. Los comentarios misóginos de Trump contra Kelly, insinuando que la periodista estaba menstruando y que por eso había sido tan agresiva con él, le valieron una reprobación generalizada y su expulsión de un importante evento conservador. Sus redoblados ataques también han sido condenados. El presidente de Fox, Roger Ailes, exigió a Trump que se disculpe por su “inaceptable ataque sin provocación” previa contra la periodista. “Donald Trump rara vez se disculpa, pero en este caso debería hacerlo”, insistió el jefe de la influyente cadena conservadora, un referente del electorado republicano. Trump les está haciendo esperar con esa disculpa que no llega.