Defensor lamenta que el gobierno reaccione ''de manera virulenta'' contra periodistas y ONG
La Paz, ANF
El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, calificó como “virulenta” la acción gubernamental contra los medios de comunicación y ONG lanzada recientemente por el Vicepresidente Álvaro García Linera, en el marco de una evaluación del estado de los derechos humanos en Bolivia al cumplirse el 190 aniversario patrio.
“No es lo más coherente con el texto constitucional y con los principios del Estado Plurinacional, que quienes detentan el poder reaccionen de manera tan virulenta e irrespetuosa ante las opiniones de los demás, cuando éstas son contrarias a las suyas”, dijo un comunicado firmado por la Defensoría del Pueblo.
Agregó que también es criticable que las autoridades “se den a la tarea de hostigar a periodistas, medios de comunicación, organizaciones de la sociedad, dirigentes, analistas u otros, solamente por el hecho de pensar de manera distinta, cuestionar decisiones que afectan el interés público o exigir respeto a las normas”.
El Defensor del Pueblo recordó que una democracia sin instituciones sólidas, legítimas y creíbles, “perdería una de sus bases constitutivas y se tornaría débil e inestable”.
El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, calificó como “virulenta” la acción gubernamental contra los medios de comunicación y ONG lanzada recientemente por el Vicepresidente Álvaro García Linera, en el marco de una evaluación del estado de los derechos humanos en Bolivia al cumplirse el 190 aniversario patrio.
“No es lo más coherente con el texto constitucional y con los principios del Estado Plurinacional, que quienes detentan el poder reaccionen de manera tan virulenta e irrespetuosa ante las opiniones de los demás, cuando éstas son contrarias a las suyas”, dijo un comunicado firmado por la Defensoría del Pueblo.
Agregó que también es criticable que las autoridades “se den a la tarea de hostigar a periodistas, medios de comunicación, organizaciones de la sociedad, dirigentes, analistas u otros, solamente por el hecho de pensar de manera distinta, cuestionar decisiones que afectan el interés público o exigir respeto a las normas”.
El Defensor del Pueblo recordó que una democracia sin instituciones sólidas, legítimas y creíbles, “perdería una de sus bases constitutivas y se tornaría débil e inestable”.