Chaves domina el primer final en alto
España, Marca
El colombiano Johan Esteban Chaves (Orica-Green Edge) ha ganado la segunda etapa de la Vuelta, en su primer final en alto, y se ha investido como líder de la carrera con segundos de ventaja sobre los favoritos. Aprovechó un ataque de su compatriota Nairo Quintana (Movistar) a tres kilómetros de la meta para progresar junto con Tom Dumoulin (Giant-Alpecin) y Nicholas Roche (Sky).
El ataque de Quintana y su desfallecimiento final fue tan sorprendente como la victoria del emergente escalador del Orica. Su acelerón había dejado en mala posición a Chris Froome, que fiel a las órdenes de su ordenador, mantuvo un ritmo sostenido, junto con Alejandro Valverde, que se limitó a marcar al doble vencedor del Tour de Francia, al igual que Nibali, quien vivió una experiencia estresante unos minutos antes.
A 30 kilómeros de la meta, una caída masiva en la parte delantera del pelotón dejó varios heridos y sobre todo un descolgado de lujo, Vincenzo Nibali, quien perdió más de un minuto esperando una nueva bicicleta entre varias decenas de perjudicados. Recibida su montura, reemprendió la marcha, acompañado por tres compañeros del Astana (Luis León, Cataldo y Vanotti), pero la carrera ya iba lanzada con el Katusha de Purito relevándose en el grupo con los Sky de Chris Froome y el Movistar de Alejandro Valverde. Los tres compañeros del Tiburón se reventaron, y él terminó el trabajo de recuperación de tiempo en solitario, con ayuda de otro compañero que halló en su camino, el kazajo Zeits, y finalmente entre los coches. Llegó a la cola del grupo tras 20 kilómetros de impecable persecución.
La segunda etapa, la primera en la que contaban los tiempos, se recorrió un ritmo alto y sostenido, siempre a un promedio de 40 kilómetros por hora. La escapada se formó a los 20 de la salida en Alhaurín de la Torre, con seis ciclistas (Oliveira, Gonçalves, Pedraza, Lindeman, Villella y Montaguti), que trabajaron juntos hasta que ya cerca de la subida al Alto de la Mesa y a la meta del Caminito del Rey atacó José Gonçalves (Caja Rural-RGA), quien sería reducido por los grandes del pelotón a 10 kilómetros del final.
El equipo más perjudicado por las caídas fue el IAM Cycling. Perdió a las primeras de cambio a su esprinter, Matteo Pelucchi, que se cayó en solitario y no pudo continuar por el dolor. Y en la gran caída ya narrada, entre heridos de diversa consideración, David Tanner también se hirió gravemente, al igual que el polaco Niemiec, el ganador del año pasado en los Lagos de Covadonga. El esprinter francés Nacer Bouhanni rozó el abandono, como en la segunda etapa del Tour, pero se rehizo y llegó a la meta con ayuda de su bloque de rodadores del Cofidis.
El colombiano Johan Esteban Chaves (Orica-Green Edge) ha ganado la segunda etapa de la Vuelta, en su primer final en alto, y se ha investido como líder de la carrera con segundos de ventaja sobre los favoritos. Aprovechó un ataque de su compatriota Nairo Quintana (Movistar) a tres kilómetros de la meta para progresar junto con Tom Dumoulin (Giant-Alpecin) y Nicholas Roche (Sky).
El ataque de Quintana y su desfallecimiento final fue tan sorprendente como la victoria del emergente escalador del Orica. Su acelerón había dejado en mala posición a Chris Froome, que fiel a las órdenes de su ordenador, mantuvo un ritmo sostenido, junto con Alejandro Valverde, que se limitó a marcar al doble vencedor del Tour de Francia, al igual que Nibali, quien vivió una experiencia estresante unos minutos antes.
A 30 kilómeros de la meta, una caída masiva en la parte delantera del pelotón dejó varios heridos y sobre todo un descolgado de lujo, Vincenzo Nibali, quien perdió más de un minuto esperando una nueva bicicleta entre varias decenas de perjudicados. Recibida su montura, reemprendió la marcha, acompañado por tres compañeros del Astana (Luis León, Cataldo y Vanotti), pero la carrera ya iba lanzada con el Katusha de Purito relevándose en el grupo con los Sky de Chris Froome y el Movistar de Alejandro Valverde. Los tres compañeros del Tiburón se reventaron, y él terminó el trabajo de recuperación de tiempo en solitario, con ayuda de otro compañero que halló en su camino, el kazajo Zeits, y finalmente entre los coches. Llegó a la cola del grupo tras 20 kilómetros de impecable persecución.
La segunda etapa, la primera en la que contaban los tiempos, se recorrió un ritmo alto y sostenido, siempre a un promedio de 40 kilómetros por hora. La escapada se formó a los 20 de la salida en Alhaurín de la Torre, con seis ciclistas (Oliveira, Gonçalves, Pedraza, Lindeman, Villella y Montaguti), que trabajaron juntos hasta que ya cerca de la subida al Alto de la Mesa y a la meta del Caminito del Rey atacó José Gonçalves (Caja Rural-RGA), quien sería reducido por los grandes del pelotón a 10 kilómetros del final.
El equipo más perjudicado por las caídas fue el IAM Cycling. Perdió a las primeras de cambio a su esprinter, Matteo Pelucchi, que se cayó en solitario y no pudo continuar por el dolor. Y en la gran caída ya narrada, entre heridos de diversa consideración, David Tanner también se hirió gravemente, al igual que el polaco Niemiec, el ganador del año pasado en los Lagos de Covadonga. El esprinter francés Nacer Bouhanni rozó el abandono, como en la segunda etapa del Tour, pero se rehizo y llegó a la meta con ayuda de su bloque de rodadores del Cofidis.