Bale marca, pero no cierra el debate del mediapunta con Isco
Munich, As
Bale lo explicó con su gol: ‘soy jugador de ataque’. No le demos más vueltas visto lo visto ante el Tottenham. El galés corrió como gallina sin cabeza en esa posición híbrida, media punta/medio delantero donde se desgasta con escasa aportación. Entretanto, Isco resumió el debate con un pase magistral, puesto en bandeja a la cabeza de James para que abriera el marcador. Él es el cerebro y Benítez debe darle galones. Ganó el Madrid con cierta facilidad, rozando el conformismo en la brega porque esta noche espera otra prueba de alto nivel.
Bale era el hombre del partido, sin Cristiano ni Benzema, y tardó en asomar la cabeza. Benítez le situó unos pasos más adelante, para no dejar a Jesé vendido en la pelea. Un 4-4-2 flexible, en el que el galés seguía en la multitarea de comer kilómetros y no dar un pase de mayor interés. Modric, Isco y James parcheaban las lagunas de Bale, apretando al Tottenham con dominio de balón y territorio, avisando con un trallazo de Jesé al larguero a los cinco minutos y otro cruzado del muy vivo delantero canterano al instante después.
Está enorme Jesé y debería andarse listo Benzema o no sería mala elección para él marcharse al Arsenal. Va a estar cara la titularidad para ese puesto de nueve que aún no tiene dueño.
El Tottenham de Pochettino mantuvo la cara alta casi media hora, con ese orden que se le conoce al técnico y sin timidez. En el arranque perdonó en boca de gol y al cuarto de hora Casilla reivindicó su alta condición de portero con una parada fea pero útil a Eriksen. Hasta ahí duró el equipo inglés.
Después de desinfló, cuando Isco creció en el toque. Se vino arriba pisando más territorio, desplazando a Bale en el diseño de jugadas. Tras una batería de ocasiones por parte de Bale, James y Modric, Isco se fue de un plumazo de su par, encontró un metro y cruzó al área con seda en el pie para que James rematara a la red. Ya no habría mucha más historia en el partido sino especular con lo que escribe Benítez en su libreta.
Y la cuestión fue que el mister empezó la ruleta de sustituciones sin tocar a Bale. Puro proteccionismo del entrenador, que conoce muy bien las tensiones de vestuario. Era obvio que Benítez buscaba el gol de Bale para mayor tranquilidad del galés, de la plantilla y del club en general. Probablemente era tan importante ganar este partido para el Madrid como lograr que el discutido galés firmara su primer tanto de la pretemporada,
En estas entró Marco Asensio veinte minutos y gustaron sus cuatro movimientos que dejaron constancia de buen futbolista. También volvió a cumplir Casemiro comiéndose los ‘restos’ del Tottenham en la segunda parte. El Madrid rodó hasta el pitido final sin mayor preocupación después de que Bale y Benítez resoplaran tranquilos con ese gol que es puro bálsamo.
Bale lo explicó con su gol: ‘soy jugador de ataque’. No le demos más vueltas visto lo visto ante el Tottenham. El galés corrió como gallina sin cabeza en esa posición híbrida, media punta/medio delantero donde se desgasta con escasa aportación. Entretanto, Isco resumió el debate con un pase magistral, puesto en bandeja a la cabeza de James para que abriera el marcador. Él es el cerebro y Benítez debe darle galones. Ganó el Madrid con cierta facilidad, rozando el conformismo en la brega porque esta noche espera otra prueba de alto nivel.
Bale era el hombre del partido, sin Cristiano ni Benzema, y tardó en asomar la cabeza. Benítez le situó unos pasos más adelante, para no dejar a Jesé vendido en la pelea. Un 4-4-2 flexible, en el que el galés seguía en la multitarea de comer kilómetros y no dar un pase de mayor interés. Modric, Isco y James parcheaban las lagunas de Bale, apretando al Tottenham con dominio de balón y territorio, avisando con un trallazo de Jesé al larguero a los cinco minutos y otro cruzado del muy vivo delantero canterano al instante después.
Está enorme Jesé y debería andarse listo Benzema o no sería mala elección para él marcharse al Arsenal. Va a estar cara la titularidad para ese puesto de nueve que aún no tiene dueño.
El Tottenham de Pochettino mantuvo la cara alta casi media hora, con ese orden que se le conoce al técnico y sin timidez. En el arranque perdonó en boca de gol y al cuarto de hora Casilla reivindicó su alta condición de portero con una parada fea pero útil a Eriksen. Hasta ahí duró el equipo inglés.
Después de desinfló, cuando Isco creció en el toque. Se vino arriba pisando más territorio, desplazando a Bale en el diseño de jugadas. Tras una batería de ocasiones por parte de Bale, James y Modric, Isco se fue de un plumazo de su par, encontró un metro y cruzó al área con seda en el pie para que James rematara a la red. Ya no habría mucha más historia en el partido sino especular con lo que escribe Benítez en su libreta.
Y la cuestión fue que el mister empezó la ruleta de sustituciones sin tocar a Bale. Puro proteccionismo del entrenador, que conoce muy bien las tensiones de vestuario. Era obvio que Benítez buscaba el gol de Bale para mayor tranquilidad del galés, de la plantilla y del club en general. Probablemente era tan importante ganar este partido para el Madrid como lograr que el discutido galés firmara su primer tanto de la pretemporada,
En estas entró Marco Asensio veinte minutos y gustaron sus cuatro movimientos que dejaron constancia de buen futbolista. También volvió a cumplir Casemiro comiéndose los ‘restos’ del Tottenham en la segunda parte. El Madrid rodó hasta el pitido final sin mayor preocupación después de que Bale y Benítez resoplaran tranquilos con ese gol que es puro bálsamo.