Varoufakis ideó un sistema bancario paralelo al euro en caso de ‘corralito’

El sistema de pago permitía cambiar de la moneda única al dracma "de la noche a la mañana" en caso de un control de capital, según la prensa local

Belén Domínguez Cebrián
Bruselas, El País
El exministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, planeó un sistema bancario paralelo a la moneda única en el que los pagos se pudieran realizar en dracma —moneda griega anterior al euro— si la antigua troika (BCE, FMI y Comisión Europea) imponía el control de capitales —algo que finalmente ocurrió pero ordenado por el Gobierno griego—, o si el país era forzado a salir de la eurozona. El sistema, según publicó el domingo el diario conservador griego ekathimerini, estaba ideado para utilizar los Números de Identificación Fiscal (NIF) de individuos y empresas, que se esperaban conseguir mediante el "pirateo" de la web de la Secretaría General de Ingresos Públicos, que está actualmente bajo control de las instituciones.


Varoufakis —que habría ideado el sistema en diciembre, antes de ser ministro, y junto a un grupo de otras de cinco personas— explicó ese plan en una reunión con inversores el pasado 16 de julio, diez días después de presentar su dimisión como titular de Finanzas del Gobierno de Alexis Tsipras. En esa reunión, según filtraciones a la prensa local, el griego explicó que el plan b habría permitido “de la noche a la mañana” disponer de un mecanismo de pago en euros vinculados al dracma a través de pagarés. Todas estas revelaciones no han pasado desapercibidas y han causado un gran revuelo en Atenas.

La idea era “crear clandestinamente cuentas secretas vinculadas al número fiscal de cada contribuyente” para, en un momento dado, utilizar “este mecanismo paralelo de pago para quienes deban dinero o para pagar los impuestos del Estado”. Así se hubiera creado un sistema bancario paralelo mientras los bancos estuvieran cerrados "como consecuencia de la agresividad del BCE y su negativa a darnos un respiro", explicó Varoufakis quién, tras haber calificado en su cuenta de Twitter de "difamaciones" dicha información, ha reconocido este lunes que ese plan existía, aunque con un matiz: la intención nunca fue salir del euro.

Varoufakis, que trabajó en este plan junto con el profesor James K. Galbraith, ha insistido en que no se trataba de un "pirateo" de la web de la institución, sino una manera alternativa para avanzar en la salida de la crisis que nada tiene que ver con la negociación de su deuda, que roza ya el 200% del PIB del país. "La Secretaría General de Sistemas de Información había comenzado a estudiar otros métodos a través de los cuales Taxisnet [la web de la Secretaría General de Ingresos Públicos] podría convertirse (...) en un sistema de pagos por cuenta de terceros, un sistema que mejora la eficiencia y reduce al mínimo los atrasos de la investigación del Estado hacia los ciudadanos y viceversa", explica el extitular de Finanzas.

El exministro y aún parlamentario de Syriza cuenta también que este plan era independiente de las negociaciones que Atenas y las Instituciones llevan celebrando frecuentemente durante más de cinco meses.

Ahora, la oposición exige al gobierno de Tsipras que dé una explicación oficial sobre este tema y amenaza con llevar a juicio a Varoufakis. Ante tal revuelo, el ministro adjunto de Finanzas de Grecia, Dimitris Mardas, ha querido dejar claro que "el plan nunca formó parte de la política económica".

Según la información de la prensa griega, el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, ya había dado el visto bueno a este plan el pasado diciembre, un mes antes de que Syriza ganara las elecciones en el país. De haber salido adelante el proyecto, Varoufakis tendría el apoyo de unos 1.000 empleados para poner en marcha todo el plan, según el documento, pero finalmente no obtuvo la aprobación del primer ministro. "Siempre le dije a [Alexis] Tsipras que no iba a ser un camino de rosas, pero este es el precio que hay que pagar por la libertad", ha declarado Varoufakis al diario británico The Telegraph. El trabajo realizado hasta el momento, por tanto, terminó el pasado mayo, según ha explicado el profesor Galbraith, quien colaboró con Varoufakis "por amistad", sin cobrar y por simpatía con la "causa griega".

El exministro admitió en una reciente entrevista que sí había estudiado, sin embargo, el escenario de una posible salida del euro: "Teníamos un pequeño grupo, un gabinete de guerra dentro del ministerio, unas cinco personas para preparar sobre el papel todo lo que habría que hacer [en caso de un Grexit]. Pero una cosa es hacerlo en teoría y otra preparar al país", explicó.

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