Sotomayor se retiró en 2001 sancionado a perpetuidad

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Entre la sombra negra de un control positivo por nandrolona terminó la luminosa carrera de Javier Sotomayor Sanabria, El Soto. Quizá el mayor héroe deportivo de la Revolución cubana, El Soto, campeón olímpico en 1992, firma 17 saltos más allá de 2,40 metros de altura. El mejor brinco, sobre 2,45, es el actual récord del mundo: fue el 27 de julio de 1993 en su pista talismán: Salamanca.


La descalificación a perpetuidad de Sotomayor llegó en noviembre de 2001, tras contrastarse el segundo control positivo de su carrera, el citado frasco con nandrolona. El positivo se coció el 14 de julio de ese mismo año, en la reunión Isla de Tenerife. La Federación Internacional (IAAF) anuló los resultados y el cuarto puesto de Sotomayor en el Mundial de Edmonton (agosto de 2001). El primer positivo de Sotomayor fue por cocaína: el famoso té con coca de los Juegos Panamericanos de 1999, en Winnipeg. Fidel Castro, los atletas y las autoridades cubanas nunca aceptaron la historia y hablaron de complot. Dado el historial del atleta, la IAAF redujo a un año la sanción de 1999, a fin de que Sotomayor pudiera ser olímpico en Sydney 2000.

El Soto (que movía 270 kilos en sentadilla de piernas) era todo gracia y fuerza elástica: el filamento o muelle explosivo que prepararon Carmelo Benítez, José Godoy y Guillermo de la Torre. “Nunca saldré de Cuba para no volver. Amo demasiado a mi patria”, dijo cuando aceptó el Premio Príncipe de Asturias, en 1993: han pasado 22 años.

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