Pearson acuerda la venta del ‘Financial Times’ al grupo japonés Nikkei

El grupo editorial japonés adquirirá el prestigioso periódico económico británico por más de 1.200 millones de euros

Pablo Guimón
Londres, El País
El grupo editorial británico Pearson, propietario del Financial Times, ha confirmado en la tarde del jueves que ha cerrado un acuerdo para vender la prestigiosa cabecera al grupo japonés de medios Nikkei. La operación, que se prevé que concluya en el tercer cuatrimestre de este año, se ha cerrado a un precio de 844 millones de libras (más de 1.200 millones de euros). El acuerdo de venta del grupo Financial Times no incluye la sede londinense del periódico ni su participación de un 50% en el accionariado de la revista The Economist.


Pearson, que posee el 47% del grupo editorial Penguin-Random House y cuyo principal negocio es la edición educativa, habría estado negociando con Nikkei y con el grupo alemán Axel Springer, según publica el propio Financial Times, pero finalmente ha sido el grupo japonés el que ha llegado a un acuerdo con el británico. Nikkei, propietario del diario nipón homónimo, es el mayor grupo editorial japonés con ventas anuales por valor superior a los 1.400 millones de euros.

"Pearson ha sido el orgulloso propietario del Financial Times durante casi 60 años", ha declarado en un comunicado John Fallon, presidente del grupo. "Pero hemos alcanzado un punto de inflexión en los medios, propulsado por el explosivo crecimiento de la operación en móviles y redes sociales. En este nuevo contexto, la mejor manera de asegurar el éxito periodístico y comercial del Financial Times es que sea parte de una compañía de noticias digital y global". Pearson, según el comunicado, se centrará ahora en su estrategia global en educación.

"Estoy extremadamente orgulloso de asociarme con el Financial Times, una de las más prestigiosas organizaciones informativas del mundo", ha dicho en el mismo comunicado Tsuneo Kita, presidente de Nikkei. "Nuestro compromiso de proporcionar información de alta calidad, económica y de otro tipo, manteniendo la justicia y la imparcialidad, se acerca al del FT. Compartimos valores periodísticos. Juntos contribuiremos al desarrollo de la economía global".

El Financial Times está reconocido globalmente por su influencia y autoridad y, según datos publicados por el propio periódico, tiene una circulación combinada offline y online (mediante suscripción de pago) de 720.000 ejemplares. El periódico empezó a cobrar por sus contenidos online en 2002, y constituye uno de los más notables casos de éxito en el mundo en contenidos informativos online de pago.

Su leal base de lectores ha respondido y se ha mostrado dispuesta a pagar por los contenidos en Internet, lo que ha permitido al grupo un eficiente traslado al entorno online en un contexto de colapso del mercado publicitario. Hoy, los ingresos del periódico por suscripciones superan a los de la publicidad en papel.

El carácter global del periódico lo pone de manifiesto el hecho de que la mayoría de sus sucriptores son de fuera de Reino Unido. En Estados Unidos, con 137.000 suscriptores, goza de una mayor circulación que en suelo británico. La mitad de las cerca de 455.000 suscripciones digitales con las que cuenta el periódico son de compañías que las adquieren para sus empleados.

Las suscripciones digitales superaron a la circulación en papel en 2012, y hoy suponen el 70% de la circulación del diario, según sus propios datos. Casi la mitad de su tráfico procede de los dispositivos móviles. Los ingresos por la operación online suponen cerca de un 46% de los ingresos totales de la cabecera, el porcentaje más alto de la prensa británica.

En 2014 la cabecera contaba con 550 empleados en redacción, algo más de un tercio del total de la plantilla. A pesar de la crisis económica y, en particular, la del sector de la prensa, el grupo Financial Times obtuvo beneficios a lo largo de toda la década pasada. En parte se debió a una dura política de reducción del gasto y, también, al éxito de The Economist.

Ante la notitica de la venta, según testimonios internos, la redacción se divide entre la preocupación y la esperanza de que un cambio de propiedad termine con la política de contención de gasto que venía imponiendo Pearson en los últimos años.

Se llevaba hablando de una posible venta desde hace algunos años. “Se venderá por encima de mi cadáver”, dijo la expresidenta de Pearson, Marjorie Scardino, en una ocasión. Después de la última oleada de rumores sobre la venta en 2013, John Fallon, que ocupó el puesto de Scardino hace dos años, dijo que el diario no estaba en venta y que era “una parte valiosa y valorada de Pearson”. En los últimos días los rumores sobre una posible venta se habían intensificado, pero la escenificación del desenlace final ha sido, cuando menos, atropellada. Después de que Reuters afirmara al mediodía que Pearson estaba en conversaciones avanzadas para acordar la venta del diario, sin especificar la identidad del comprador, el propio Financial Times ha llegado a publicar que la venta estaba a punto de cerrarse con el grupo alemán Axel Springer. Minutos después los implicados se han visto obligados a desmentir la información y el propio diario ha procedido a corregirla

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