Luis Almagro viajará este mes a Venezuela

Será la primera visita de un secretario general de la OEA a Caracas en casi una década

Silvia Ayuso
Washington, El País
El nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, viajará este mes de julio a Venezuela para concretar su oferta de enviar una misión de observación electoral para los comicios parlamentarios de diciembre.


Aunque el viaje es de carácter técnico, tiene también un fuerte peso político. Será la primera vez en casi una década que un jefe del organismo hemisférico visita Venezuela, cuyo Gobierno ha rechazado reiteradamente la mediación de la OEA en la crisis que lo sacude a raíz de las protestas de 2014 y el encarcelamiento de algunos de los principales líderes opositores.

Su predecesor, José Miguel Insulza, asistió al funeral del presidente Hugo Chávez, en marzo de 2013. Pero más allá de esa visita protocolaria, el último viaje de trabajo a Venezuela del chileno se remonta a 2006, cuando también acudió a firmar un acuerdo para que una misión de observación de la OEA vigilara las elecciones de ese año.

Poco después, en 2007, Chávez calificaba a Insulza de “pendejo” por haber opinado que el mandatario venezolano debería reconsiderar su decisión de no renovar la concesión a la cadena Radio Caracas Televisión (RCTV). Las relaciones nunca más volverían a restablecerse del todo entre Caracas e Insulza. Pese a ello, este ha sido muy criticado por no haber impulsado un papel más activo en la todavía vigente crisis política venezolana y dejar que fuera Unasur la que asumiera el intento de mediación entre gobierno y oposición, algo que él mismo llegó a reconocer al abandonar el puesto el pasado mayo.

La llegada de Almagro a la OEA podría sin embargo abrir una nueva vía de diálogo con Venezuela. El uruguayo, que el año pasado formó parte, como canciller, de la primera delegación mediadora de Unasur, se ha mostrado reiteradas veces dispuesto a tender una mano dialogante a Caracas desde su nuevo cargo.

La última fue su oferta pública de enviar una misión de observación electoral de la OEA para las parlamentarias venezolanas de diciembre, que todavía no ha recibido respuesta oficial de Caracas.

Según adelantó la noche del jueves en entrevista con la cadena CNN en español, su viaje ahora tiene como objetivo, precisamente, intentar concretar esta oferta. Para ello, indicó, se reunirá con la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, Tibisay Lucena, así como de “otras personalidades políticas” que no precisó. Por no precisar, no ha precisado ni siquiera la fecha concreta del viaje, sobre el cual también mantiene silencio por el momento su equipo.

Pero su objetivo está claro: explorar las posibilidades de esa misión de observación que, para Almagro, resulta clave en la coyuntura venezolana.

“Creemos que es importante para Venezuela, que es importante para todo el hemisferio porque en Venezuela, después de cada elección, ha habido disturbios, manifestaciones que han dejado muertos de un lado y de otro”, recordó. “No queremos que esto pase, queremos que después de la elección tengamos las más plenas garantías como para que todo el mundo acepte el resultado”.

Consciente de la volatilidad que cualquier declaración sobre la situación política venezolana suele causar en las autoridades del país, Almagro midió mucho sus palabras, como viene haciendo desde aún antes de asumir la jefatura de la OEA.

Aun así, dejó claro que considera que sin un diálogo entre gobierno y oposición el país no podrá acometer los cambios que necesita para salir de una crisis que no es ya solo política, sino también profundamente económica.

Sea cual sea el resultado de las próximas elecciones, “las partes se van a necesitar la una a la otra para hacer una Venezuela más fuerte para el futuro y que su economía sea mejor y con mejores condiciones sociales”, afirmó Almagro. “Y eso va a necesitar hoy, en la coyuntura internacional que vive Venezuela, de todas las partes políticas”, insistió.

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